Argentina necesita duplicar sus reservas para cumplir con la meta del FMI

Aunque subieron a su máximo en más de dos años, las reservas del Banco Central cubren apenas la mitad de lo que recomienda el Fondo como nivel prudente para una economía como la argentina. Analistas privados advierten que la brecha expone al país a shocks externos, mientras el Gobierno relativiza la urgencia.

Las reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina (BCRA) siguen bajo la lupa de economistas y analistas del sector financiero. Pese a la reciente suba, que las llevó a su nivel más alto en más de dos años, los dólares disponibles están lejos de cubrir el piso recomendado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Según un informe de Adcap Grupo Financiero, el stock bruto de reservas, sin contar el swap de monedas con China, ronda los 28.200 millones de dólares. Sin embargo, la fórmula ARA (Assessing Reserve Adequacy) del FMI, que mide la capacidad de un país para enfrentar shocks externos, indica que Argentina debería tener al menos 57.800 millones en un esquema de tipo de cambio libre y unos 78.700 millones de dólares para un tipo de cambio fijo.

Las reservas se acomodaron y volvieron a superar los U$S 40.000 millones 

Este cálculo incluye riesgos por deuda de corto plazo, pasivos financieros, salida de capitales y variaciones bruscas de exportaciones. Con estos factores, el nivel actual apenas cubre entre el 36% y el 49% de lo necesario, mientras que países comparables suelen mantener reservas equivalentes al 100% o más de esta métrica.

Argentina necesita duplicar sus reservas para cumplir con la meta del FMI

 De dado el tipo de cambio fuertemente administrado de Argentina en algún punto intermedio entre el crawling peg y un sistema dual, un objetivo razonable de punto medio podría ser 68.000.000 de dólares.

Las reservas cayeron abruptamente y el dólar mayorista superó los $1.200 

El informe destaca además que la economía argentina tiene características particulares que demandan un colchón extra de dólares: una fuerte dolarización, controles de capital que sólo mitigan parte del riesgo de fuga y una dependencia marcada de los precios internacionales de los commodities.

No obstante, acumular reservas tiene un costo: la esterilización monetaria implica pérdidas cuasi fiscales y retener dólares en activos de bajo retorno supone un costo de oportunidad frente a otras inversiones.

En el equipo económico el gobierno reconoce la importancia de continuar recapitalizando el activo del Banco Central, aunque consideran que de momento deben atender antes otras urgencias. Así lo dejó entre el vicepresidente del central, Vladimir Wening, al participar la semana pasada de un encuentro organizado por el Instituto Internacional de Finanzas y el Banco Galicia.

El funcionario, uno de los referentes del equipo económico, relativizó las urgencias de recomponer reservas en el actual contexto al explicar que nosotros también creemos que es virtuoso acumular reservas, pero tenemos múltiples objetivos macro y tenemos que estar seguros que estamos priorizando el correcto. "Tenemos tiempo para recomponer reservas.", dijo Werner, antes de agregar que macroeconómicamente no las necesitamos, no las vamos a usar.

La visión del equipo económico contrasta con lo de algunos analistas privados. El propio Instituto Internacional de Finanzas había señalado que recomponer reservas sigue siendo prioridad para Argentina.

Con información de Bloomberg.com

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