En claves: qué implica para Argentina la activación de los seguros de default

Por el no pago de Argentina, los bonistas que contrataron CDS (credit default swap) cobrarán cerca de U$S1.500 millones. Mientras tanto, continúan las negociaciones entre el Gobierno y los acreedores para refinanciar U$S66.000 millones.

La Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA) activó los CDS (credit default swap) de los bonos argentinos, al considerar que el país ingresó en cesación de pagos después de no cancelar un vencimiento por U$S500 millones el pasado 22 de mayo.

De esta manera, los tenedores de aquellos bonos que tenían CDS cobrarán alrededor de U$S1.500 millones en el corto plazo. Esto no tendrá implicancias prácticas para Argentina, ya que los seguros contra default son contratados a entidades ajenas al país.

Concretamente, los CDS son un instrumento financiero que se contrata especialmente para aquellos bonos cuyo emisor genera incertidumbre. En el caso de Argentina, la contratación de los seguros de default se incrementó en 2018 ante el pedido de ayuda financiera al FMI.

Los CDS incluso tienen su propio cotización y es un acuerdo entre privados: el tenedor del bono en default se lo cobra directamente al que emite el seguro. Sin embargo, el país deberá tomar nota porque la activación de los CDS es el primer paso del camino legal del default.

De todos modos, el Gobierno argentino extendió el plazo de negociación con los bonistas hasta el 12 de junio. Hasta entonces, podrá acordar una refinanciación de la deuda por U$S66.000 millones para que, dentro de lo posible, la cesación de pago sea recordada como un "default anecdótico".

Para una mejor comprensión de la naturaleza de los CDS, vale recordar una película: Big Short. Allí, el personaje interpretado por Christian Bale compra anticipadamente los CDR para el default de las hipotecas de 2008, cuando nadie imaginaba que podría suceder meses después.

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