De Los Berp a Alcohol Etílico, una recorrida por el rock de los años '80

El reconocido periodista Walter Gazzo, autor de tres libros sobre la historia del rock, compartió generosamente con Memo una versión breve de la movida de los '80 en Mendoza.

Comenzó por aclarar que los inicios datan de los años '70 con una gran banda, quizás la más importante: Altablanca. Fue fundada entre 1.976 y 1.977 por Mario Mátar, el único integrante permanente, porque muchos con el tiempo fueron cambiando.

Esta mítica banda hacía rock sinfónico y rápidamente Walter aclara: "Nunca entendí por qué en Argentina al rock sinfónico le decían música progresiva, porque según la gente ellos hacían música progresiva".

Algo sustancial de este grupo fundacional fue que le dio identidad y profesionalismo al rock mendocino. Fueron los primeros en tener un manager, en fijar días de ensayo, en procurarse una planta de sonido, además de ser ordenados y puntuales a la hora de tocar. Ensayaban en la casa de Natalio Faingold, en Sobremonte al 423 de Ciudad, un célebre lugar del rock vernáculo. Faingold pasó luego a formar parte de otras, como "Alcohol Etílico", es además un gran compositor ("Lamento boliviano" es una de sus famosas canciones) y actualmente un requerido productor, quien en estos días se encuentra trabajando en Londres.

Gracias al profesionalismo que la banda mostraba, todos empezaron a considerarla un modelo de cómo se debía trabajar, porque vieron que de esa manera las cosas funcionaban. "Tan importante era lo que hacían que por ejemplo músicos como León Gieco o Nito Mestre venían a nuestra provincia a tocar en sus shows, utilizando a ese público para mostrarse ellos", señala Gazzo.

Haciendo un poco de historia argentina, a fines de los '70 y entrada la dictadura militar, mostrarse como artistas era todo un desafío y Altablanca lo logró. Con el suceso de la Guerra de Malvinas y al prohibirse la difusión de la música en inglés, la realidad mostró que solo había folclore, tango, jazz y música clásica. Pero lo verdaderamente interesante fue descubrir que en Mendoza existía toda una movida de rock que estaba oculta y debido a los acontecimientos del país, salió a la luz.

Es hora de nombrar entonces a: "Los Enanitos Verdes", "Alcohol Etílico", "Los Berp", "Raivan Pérez", "Ananá Split", "Oficina D", "Los Perfectos Idiotas", entre otros talentosos grupos. "En ese momento habían muchas propuestas", comenta Walter.

Un condimento muy importante para la difusión de esta música fue sin dudas la Emisora del Sol (100.9), llamada actualmente Estación del Sol. Esta radio comenzó alrededor de 1.982 y fue la primera en transmitir rock hecho acá. En esos años ochentosos era muy común llamar por teléfono fijo, obviamente, a la Emisora del Sol y pedir o dedicarle a alguien una canción, por ejemplo de Los Enanos. Lo que sucedía en esas épocas, nos cuenta apasionado Walter era que "El sábado ibas a un boliche y estaban tocando Los Enanos, esa misma canción", rememora Walter. "Lo que quiso remarcar es que había una comunión muy estrecha entre el público y las bandas", acota.

El comienzo de la democracia en 1.983, permitió que el movimiento rockero floreciera y hubiera mucha música y en muchas partes, no solo en la Ciudad. San Martín fue sin dudas un centro cultural muy importante, porque además allí surgieron artistas plásticos y poetas. Tunuyán nucleaba lo que venía del sur, del Valle de Uco y existían además algunas zonas de Godoy Cruz muy específicas, con una movida importante.

Gazzo quiso destacar que el movimiento musical mendocino fue muy diferente al de Buenos Aires, porque acá se lo apoyó mucho. Hubieron entonces empresas locales que apostaron por las bandas mendocinas y les permitían grabar un jingle o una canción. Un ejemplo fue que Los Berp nunca lograron grabar un disco, pero sí una especie de demo de cuyo costo se hizo cargo una conocida empresa de ropa mendocina de entonces: "Ponsignes". De esa manera se pudieron escuchar "Tu fantasma esta noche", "666", "Bailando fuera del círculo" en la 100.90.

Otro aspecto de los '80 fue que siempre faltaban de lugares para tocar y "siempre faltarán", comenta nuestro entrevistado. Era necesario inventar lugares: los clubes de fútbol (como Andes Talleres), la Bodega Arizu, escuelas como el CUC, la UTN, algunos bares (Pequis, al lado de la plazoleta Barraquero), Babilonia, el Centro Friulano, los teatros Independencia y Pulgarcito y otros tantos más.

"Yo me acuerdo de haber ido al subsuelo de la Galería Caracol y escuchar tocar a Los Enanos o a Los Alcoholes", cuenta nostálgico Walter.

Algo más para rescatar de los 80, fue que la gran cantidad de bandas que surgieron fueron marcando caminos: el camino del esfuerzo y la dedicación de "Los enanitos verdes", el camino talentoso y de inspiración de "Alcohol Etílico", entre otros. Y el reconocimiento vino por ejemplo con las giras en Colombia y Venezuela de "Alcohol Etílico", el premio a la mejor banda del Château Rock de Córdoba de los Raivan o la trayectoria de los 40 años que tienen los Enanos.

A propósito de esta banda mendocina, probablemente la más conocida en el exterior y ante la pregunta de por qué ellos lograron trascender, Walter Gazzo indica que para él las claves fueron su talento, su lucha y perseverancia. El grupo tomó la decisión de instalarse en Buenos Aires para difundir su música desde allí. Un dato que puede llamar la atención (o no), es que en la Capital del país no fueron ni son reconocidos, ya que aún hay gente que pregunta si todavía existen...

Una frase que se repitió a lo largo de la entrevista fue que costaba muchísimo dinero grabar canciones y que se hacía en el estudio Zanessi:"Altablanca no tiene disco y es la banda más importante de Mendoza".

Al querer saber sobre quienes han seguido en el mundo de la música, tomó como ejemplos a Daniel Piccolo y Tilín Orozco como productores de bandas, a Natalio Faingold y su actividad constante aquí y en el exterior y a Daniel Martín asociado a Gustavo Santaolalla.

Gazzo comparó en forma entusiasta y esperanzada algunos años de los 80 con los últimos de este siglo XXI:

"Para mí esta época 2.018, 2.019 y 2.020 es muy similar a 1.981, 1.982 y 1.983 por la variedad de propuestas. Ahora hay rock, pop, trap, folclore, jazz y clásica hecha por jóvenes. Y dentro del rock y el pop hay un montón de subgéneros que en esa época también se daban. Un sábado del 83 uno podía elegir entre ir a escuchar a los Enanos, a Emma y los Berp, a Ananá Split y todo era bueno. Hoy pasa lo mismo, un fin de semana podés elegir ir a ver a "Pasado Verde", "La Skandalosa Tripulación", "Alejo y Valentín" o a Eve Calletti. Además se asemejan por el empuje, las ganas de mostrarse y la originalidad". Y destacó que estos músicos contemporáneos son los hijos de la generación del '80 y que se ha producido un salto por encima de los '90 y los 2.000, para explotar ahora.

Finalmente destacó que al llegar los '90 el panorama cambió, el show business cambió, la música y el músico pasaron a ser parte de una industria. Se medía cuánta gente convocaba un recital, cuántas ventas se hacían. Hubo por supuesto más acceso a los cassettes, a los CD y fue importante la influencia de otras tendencias mundiales. Pero lo que dejó muy claro y reiteró en varias ocasiones fue que los 80 fueron la base más importante que tuvo el rock mendocino.

Es invalorable el aporte de un estudioso del tema como Walter Gazzo. Agradecimientos a quienes colaboraron con fotos y datos para ilustrar mejor esta Nota: Alejandro Moyano, Dimi Bass, Natalio Faingold, Zurdo Paz, Freddy Nogueira y Modesta Reboredo.