Reservas bajo presión: el gobierno busca dólares, aunque diga lo contrario
Pese al discurso oficial centrado en la inflación, la reciente colocación de deuda en dólares revela la urgencia por reforzar las reservas del BCRA. Con vencimientos por USD 4.500 millones en julio y un déficit externo creciente, el Ejecutivo apuesta a una prórroga del FMI mientras se juega la estabilidad cambiaria.
El gobierno insiste en que no le preocupa en absoluto la acumulación de reservas internacionales netas. Afirman que la prioridad es bajar la inflación y que cualquier instrumento de política económica va dirigido a esto.
Sin embargo, creemos que la reciente emisión del Bono de 2030 a inversores extranjeros demuestra lo contrario. El tesoro pagó una prima para asegurarse de alcanzar su objetivo de 1000 millones de dólares para reforzar el stock de reservas. Además, creemos que las rápidas ganancias del bono, el precio ha subido 6% en dólares esta semana, preparan la mesa para más operaciones de este tipo en un futuro cercano.
A los niveles actuales, al Banco Central le faltan 5700 millones de dólares para alcanzar el objetivo fijado en el acuerdo con el FMI. El gobierno logró retrasar la primera revisión técnica del acuerdo prevista para mediados de junio a finales de julio. Esto daría al BCRA algo de tiempo para comprar las divisas necesarias, pero significa que ahora hay que tener en cuenta también los vencimientos de los bonos del tesoro.
Entre capital y intereses, los servicios de la deuda de julio alcanzan los 4500 millones de dólares, el tesoro ya se ha comprometido a pagar en efectivo. Así pues, el déficit de reservas internacionales podría alcanzar los 10 000 millones de dólares. La insistencia en no intervenir en el mercado de cambios mientras el tipo de cambio flote dentro de las bandas significa efectivamente que el BCRA incumplirá este criterio de desempeño.
El FMI no estaría contento con esta decisión, dado que el acuerdo incluía una redacción que permitía explícitamente la compra de dólares dentro de las bandas para la acumulación de reservas. Aún así, la idea de dejar caer el acuerdo tres meses después de firmarlo es absurda, por lo que un waiver en julio es casi seguro. Dicho esto, probablemente esperarán un mayor compromiso con la acumulación de reservas en el futuro.
El gobierno ha hablado de un déficit por cuenta corriente de alrededor del 1% del PIB para este año, alegando que es muy manejable con la dinámica de la cuenta capital. Nosotros tenemos una proyección similar para el déficit de cuenta corriente cambiaria de este año, menos 1,1% del PIB y también creemos que es manejable, pero solo si se reduce sustancialmente el riesgo país.
No creemos que un déficit por cuenta corriente entera a cargo del sector privado, dado que el sector público tiene equilibrio financiero, pueda desencadenar por sí solo una crisis de balance de pagos. Pero si se suman el servicio de la deuda, la recientemente liberalizada cuenta de capital y el desafiante contexto internacional, los riesgos aumentan significativamente.
Argentina necesita recuperar el pleno acceso a los mercados internacionales de deuda para refinanciar sus vencimientos.