Sin unidad de acción ni convicción: el modelo Antón Pirulero
El gobierno nacional se contradice en cada paso que da y, en lugar de mostrar cuál es su horizonte de gestión, camina en círculos. Cada área gobierna como le parece mejor, sin un norte. Es un suceso nuevo en el peronismo, habitualmente verticalista pero que ahora juega al Antón Pirulero.
El catecismo peronista indica -entre sus muchos mandamientos- que quien adscriba a su fe debe sostener la "unidad de acción y convicción". No indagaremos aquí en torno a la vigencia y práctica del peronismo, pero sí se aceptará por default que el Frente de Todos es un gobierno de matriz en aquel impulso movimentista que surgió a la mitad del siglo pasado.
Sin embargo, el gobierno nacional no transmite una noción clara en los hechos y en su verbo (muy cambiante a lo largo de un año) en torno al horizonte al que desean arribar como proyecto, ni tampoco sobre cuáles son los caminos para llegar a ese destino.
Más bien caminan en círculo. Unas veces con velocidad, otras con lentitud dubitativa. Algunas, mordiendo la banquina.
Malestar en San Luis por vacunación del círculo cercano al Gobernador
Hay múltiples formas de analizar esto que estamos diciendo, pero una muestra clara que sirve de referencia es "la actitud".
Así, hay que ver que la relación del gabinete porteñocéntrico con las provincias es zigzagueante y antojadizo, según quienes sean los protagonistas.
Solo en la última semana hay un puñado de casos que demuestran la ausencia de una actitud que responda a una "unidad de acción":
- El ministro de Cultura, Tristán Bauer, visitó Jujuy y ni siquiera le mandó un whtsapp al gobernador, a quien debe identificar en su corpus ideológico rector como "el enemigo". Bauer, que impulsa un proyecto para cubanizar la democracia argentina, llevó adelante su propia agenda, ignorando por completo la autonomía provincial pero no solo eso: abrió un conflicto, en vano, en una provincia en la que Gerardo Morales ha demostrado más de una vez su lealtad al presidente Alberto Fernández. Lo que puede estar ocurriendo es que Bauer se identifique más con la vicepresidenta Cristina Kirchner que con el Presidente, y entonces su agenda no la consulte con el Poder Ejecutivo que integra, sino con el nuevo poder que emerge desde el Instituto Patria.
- Una funcionaria nacional de tercer orden en la estructura, la subsecretaria Fernanda Miño, llegó en silencio a Mendoza pero fue, de lleno, a reunirse con los que tenía que hacerlo: los "propios" y el gobierno local. La funcionaria de Daniel Arroyo que tiene su origen en los movimientos villeros de Juan Grabois demostró una actitud distinta: se juntó con el intendente de Lavalle, Roberto Righi, y trabajó durante el fin de semana en la Casa de Gobierno con los ministros de Rodolfo Suarez. Con Mario Isgró y Ana María Nadal recorrió, además, el nuevo hospital que Abel Albino construye con Conin en Las Heras. No hubo ideologización ni identificación de bandos: se trabajó más allá de que a la hora analizar lo que cada uno quiere para el país puedan enfrentarse radicalmente.
- Al mismo tiempo, el inefable ministro de la Pandemia, Ginés González García, lanzaba en el Congreso acusaciones insustentables contra el gobierno de Mendoza, como por ejemplo la que indicaba que el gobernador y el gabinete se habían vacunado. Le contestó la exministra de Salud y diputada nacional Claudia Najul, pero no pudo ponerle freno a los bríos con que sembró fakes news que le sirven a la militancia para copiar y pegar en tuits, cual bots humanos. Ginés hizo silencio, sin embargo, cuando se conoció que en San Luis hay un circuito de vacunación paralelo regenteado por los Rodríguez Saá en beneficio de su círculo íntimo.
- El ministro Matías Kulfas, jefe de uno de los ministerios vinculados a la Economía, desembarcó en San Juan para visitar junto al gobernador Sergio Uñac la minera Veladero, el yacimiento de oro más grande del país, es impulsar la minería. Fue el mismo día en que se adjudica a Cristina Kirchner el poder que hizo suspender la sesión de la Legislatura de Chubut que iba a encontrarle una salida al desarrollo minero de aquella provincia, bloqueado por sectores ultras como sucedió en Mendoza. Dos caminos rotundamente diferentes dentro del mismo gobierno nacional.
- El show boxístico que representa la discusión en torno a la carne y el acceso de la gente al asado, en tanto, tiene el mayor rating de la historia y todos los que están en el ring son parte del gobierno o de alguno de los partidos gobernantes. Ni siquiera hace falta que la oposición levante la mano: entre Alberto Samid y Guillermo Moreno están dejando expuestos los moretones de la gestión nacional en torno a la venta del alimento más preciado históricamente por los argentinos sin que haya árbitro capaz de ponerle freno a la pelea.
Carne barata en Mendoza: los precios y dónde conseguirla
La lista de la semana podría extenderse y ampliarse con los dislates y contradicciones del mes, o la perspectiva de los últimos 12 meses.
Pero está claro que cada cual atiende su juego y que nadie acepta las reglas del otro dentro del acuerdo liderado por Cristina Kirchner con Alberto Fernández y Sergio Massa, junto a los autodenominados "movimientos sociales" y sindicalistas eternos que bailan a su alrededor.
Antón Pirulero: hasta la TV pública te enseña a jugarlo
