El Gobierno no puede salir de la crisis: ahora el foco es la pelea Karina-Santiago
Santiago Caputo llegó a la Rosada a las 11.05 y se habría reunido a solas con el presidente Javier Milei. Hay una conferencia de prensa prevista para las 12.30. Incertidumbre en los medios, las redes y los mercados: lo inmanejable, donde todo lo sólido se desvanece en el aire.
Lo que iba a funcionar como el inicio del fin de la crisis en la que entró el Gobierno con la promoción (o difusión) del Presidente de una cripto envenenada solo sirvió para echar más leña al fuego. La aparición de Santiago Caputo mandando a cortar la entrevista para darle una indicación a Javier Milei estaba siendo filmada, lo que resta toda la credibilidad al reportaje y, en líneas generales, a las entrevistas que ha venido otorgando en el despacho presidencial.
Pero, además, terminó de tensar hasta un nivel que pareciera sin retorno en el vínculo entre la hermana del presidente y el asesor presidencial, una relación que se fue agrietando desde el aterrizaje de la LLA a la Rosada, con idas y vueltas, zancadillas y falsas reconciliaciones.
Karina siempre fue el factor intocable y, hasta acá, muchos creían que "El mago del Kremlin" también. Pero quienes observan los movimientos de la curiosa gestión libertaria sabían que el status de ambos era radicalmente distinto, lo que llevó al joven Caputo a quedar expuesto en varias circunstancias, que él pudo superar con su talento, definitivamente probado.
Quizás el primer error fue del propio presidente, que quería tener "su Marcos Peña", sin pensar que el vínculo entre Mauricio Macri y el ex-jefe de Gabinete se tejió durante años, bajo un esquema donde nadie dudaba quién era el jefe. Karina y Santiago, en cambio, se comportan como tales, aunque solo uno fue designado como "El Jefe", y no es él, sino su hermana.
Este curioso triángulo, inédito en la historia argentina, no está exento de incertidumbre. Sobre todo, porque está basado en una presidencia binaria, donde a veces lo que parece es que Karina tiene más poder que Javier. Otro hecho inédito.
Vivimos un tiempo donde todo está atado con alambres, con una economía que intenta salir de la crisis y a veces parece a punto de lograrlo, pero la cruda realidad se cuela por los medios, por las redes, por los mercados, justamente por todo lo inmanejable, que hace que lo sólido, se desvanezca en el aire.