La pequeña puerta que aún está abierta para el turismo receptivo de chilenos en Mendoza

Aunque el ministro de Salud de Chile descartó que su país fuera a formar parte de la prueba piloto de turismo que pretende iniciar el gobierno nacional en septiembre, queda una pequeña puerta abierta para que los chilenos puedan venir a Mendoza. Las opciones y las dificultades del caso.

El gobierno nacional anunció una mayor apertura a partir de septiembre con prueba piloto para recibir turistas chilenos y uruguayos, lo que de inmediato movilizó a las autoridades provinciales que por fin encontraron una respuesta en la Nación después de tantas veces que solicitaron la medida.

Sin embargo, el entusiasmo inicial en el sector se vio disminuido cuando el ministro de Salud chileno, Enrique París, descartó que el vecino país fuera a s ser parte de esa prueba piloto, pues era una anuncio unilateral de la Argentina. Ahí, hasta cierto punto se vino un tanto abajo la idea de reactivar el turismo receptivo, pero aún le queda una pequeña alternativa -aunque compleja- al gobierno provincial para iniciar la prueba piloto el próximo mes.

En estricto rigor, lo que negó el ministro chileno es la apertura de la frontera terrestre a través de Cristo Redentor y otros sistemas fronterizos para permitir la salida de trasandinos que quieran hacer turismo. Ese era el deseo de Mendoza, porque la mayor parte del turismo que llegaba antes de la pandemia lo hacía vía terrestre, pero aún queda abierta la opción de la vía aérea.

Hoy los chilenos que están vacunados (con pase de movilidad) pueden salir de su país a través del Aeropuerto Internacional de Santiago, por lo que de aprobarse la apertura de El Plumerillo para los vuelos internacionales, y de confirmarse que hay aerolíneas que harían la ruta Santiago-Mendoza, podrían haber algo de turismo receptivo internacional.

La ministra Mariana Juri dijo la semana pasada que, por lo menos, Latam y Sky estarían dispuestas a retomar sus vuelos internacionales a Mendoza si es que la Nación da el visto bueno para El Plumerillo.

El gobierno provincial ya pidió la habilitación y, además, pidió que el turismo receptivo sea sin cuarentena, como una medida para incentivar a los chilenos a viajar. El punto que aún juega en contra de esa medida es que al regreso tendrían que hacer una cuarentena de 10 días, la cual pueden realizar en sus domicilios si es que tienen pase de movilidad.

Con este tipo de medidas vigentes al otro de la cordillera es difícil motivar a los trasandinos a venir a Mendoza porque la mayoría del turismo receptivo considera estadías de no más de cuatro noches en promedio. A pesar de eso, esa pequeña puerta para arrancar a reactivar un sector fundamental se abriría en caso de que el pedido para habilitar el aeropuerto sea escuchado por el nivel central.

Por ahora esa sería la única forma posible, porque las autoridades al otro lado de la cordillera parecen inflexibles, a pesar de los numerosos pedidos de los empresarios del turismo para que se habiliten el turismo y el ingreso de extranjeros. En la administración de Sebastián Piñera avanzaron con una amplia apertura interna, pero la conexión con el exterior se mantiene muy controlada por el temor al efecto de la variante Delta.

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