Claves de la agenda económica y datos de fondo

Qué pasó y qué pasará en el mundo y la Argentina en el informe de Balanz. Todo lo que hay que saber en una sola nota. De imprescindible repaso.

Balanz

Balanz Focus: monedas & commodities

La semana que pasó: inflación en China y América Latina

Dentro del ámbito internacional, la inflación de enero en China fue 2.1% interanual, en línea con lo esperado. Esto marcó una aceleración desde el 1.8% reportado en diciembre, impulsado por mayores precios de los alimentos. En Estados Unidos distintos miembros de la Reserva Federal reforzaron el mensaje de sostener el ajuste monetario en terreno contractivo, luego de que los datos de empleo de la semana pasada mostraron un mercado laboral todavía muy robusto. Por el lado de los reportes corporativos del 4T en EE.UU., 67 empresas del S&P500 reportaron ganancias por encima de lo esperado de un total de 91.

En la región, la inflación en Brasil fue de 5.77% a/a en enero, por encima del 5.81% esperado, mientras que en México se encontró en línea con lo esperado, al ubicarse en 7.8%, durante el mismo periodo. El Banco Central de México elevó en 50pbs hacia 11.0% la tasa de política monetaria, por encima de lo esperado. Sin embargo, el Banco Central de Perú mantuvo la tasa sin cambios en 7.75%. Fuera de esto, el presidente de Brasil, Lula da Silva, manifestó críticas respecto a las decisiones que está llevando adelante el Banco Central y propuso cambiar el objetivo de inflación de largo plazo.

En el ámbito local, la producción industrial y la construcción de diciembre cayeron 1.2% y 3.5%, respectivamente. Por otro lado, el viceministro de economía, Gabriel Rubenstein, señaló que la deuda en pesos es sustentable, ya que la misma representa solamente el 24% del PBI.

La semana que viene: inflación en Estados Unidos; actividad en Europa y América Latina

En el ámbito internacional, el foco estará en el IPC de enero en Estados Unidos, a conocerse el martes, en donde se espera una inflación interanual de 6.2%, por debajo del 6.5% registrado en diciembre. El martes también se conocerá el PBI de la zona del euro, en donde la expectativa es que haya crecido 1.9% de forma interanual en el 4T de 2022 y un 0.1% comparado contra el trimestre previo. Este mismo día se conocerá además la decisión de política monetaria en China, en donde se espera que el Banco Central mantenga en 2.75% la tasa de referencia. El miércoles tendremos la producción industrial de diciembre en la zona del euro, que se espera que se haya contraído 1.2% contra noviembre, junto con las ventas minoristas de enero en EE.UU., en donde la expectativa es que hayan subido 1.6% m/m. Adicionalmente, se conocerá la producción industrial y la capacidad utilizada de enero en este mismo país. La primera se estima que haya crecido 0.5% contra diciembre, mientras que la capacidad utilizada se espera en 79.1%, por encima del 78.8% registrado en diciembre. El viernes finalmente tendremos el índice líder de enero en EE.UU., el cual se proyecta que haya caído 0.3% m/m en enero, por debajo del -0.8% registrado un mes atrás.

En la región, el foco estará puesto en los datos de actividad económica de Colombia, Perú y Brasil de diciembre, que se conocerán el miércoles para los primeros dos y el jueves para este último. Se espera que la actividad económica de Perú haya crecido 1.0% a/a durante diciembre. Adicionalmente, ese mismo día se publicará la tasa de desempleo de enero en Perú. Por otro lado, se proyecta que la actividad en Colombia haya crecido 2.4% a/a, desacelerándose respecto al 3.0% observado durante noviembre. El lunes se dará a conocer la producción industrial de diciembre en Uruguay. Al día siguiente se informará el balance comercial de Colombia de diciembre, junto a la producción industrial y las ventas minoristas para ese mismo mes. El miércoles se conocerá la decisión de política monetaria de Uruguay.

Localmente, la atención estará en la inflación de enero a publicarse el martes. Se espera que la inflación se haya acelerado a 98% a/a desde 94.8% durante diciembre. Por otro lado, se conocerá la capacidad utilizada de diciembre.

Calendario económico: lo que viene en la semana


La sorpresa en los datos de empleo en Estados Unidos, junto a las mejores perspectivas de crecimiento globales, generaron un impulso en las tasas del tesoro americano. Esto llevó a que el dólar vuelva a recuperar impulso en la última semana (+1.4%) revirtiendo la tendencia negativa que estuvo exhibiendo en estos últimos 4 meses. Esta mejor dinámica en el dólar surgió luego de haberse conocido los datos de creación de empleo en EE.UU., que llevaron la tasa de desempleo a 3.4%. Desde entonces, varios miembros de la Reserva Federal exhibieron una postura relativamente más dura a la que venían mostrando en el último mes, lo que generó una suba promedio de 14.8pbs a lo largo de la curva de rendimientos del tesoro americano. En el balance mensual, el índice DXY, el cual mide la evolución del dólar americano frente a una canasta de monedas de mercados desarrollados, exhibió una apreciación de 0.2% en el último mes. En contrapartida, el resto de las monedas en el balance mensual exhibieron una dispersión acotada.

La reapertura de China logró sostener las monedas emergentes durante el último mes a raíz de la mejora en los términos de intercambio y de la mayor demanda de importaciones por parte del gigante asiático. Luego de que dólar recobrara impulso en este último mes, el yuan se depreció 0.2%. Por su lado, las monedas de mercados emergentes, medidas a través del índice de monedas de J.P. Morgan, terminaron manteniéndose sin cambios respecto al mes anterior, aunque hubo una marcada volatilidad dentro de las mismas. En Asia emergente, la rupia de indonesia y ringgit malayo fueron las únicas monedas en exhibir una apreciación gracias a la mayor demanda de China como consecuencia de la reapertura económica. Sin embargo, el won coreano exhibió una depreciación de 1.3% a raíz de un deterioro en la balanza comercial debido a la desaceleración en la demanda de microchips.

La mayor demanda de commodities y los mayores diferenciales de tasas continúan sosteniendo a las monedas de la región, a pesar de los significativos factores idiosincráticos. Las monedas de América Latina acumularon una apreciación de 0.5% en el mes a través del índice LACI de J.P Morgan, impulsadas por la reapertura de China, a excepción del sol peruano y el real brasilero, que se depreciaron 1.6% y 0.3%, respectivamente. Esta dinámica favorable en las monedas se dio a pesar de las protestas en Perú, la suba en la tasa de política monetaria menor a lo esperado en Colombia y los cuestionamientos realizados por el presidente de Brasil respecto a la independencia del Banco Central, lo que suma un nuevo frente de incertidumbre a las ya existentes preocupaciones respecto a la situación fiscal. Dentro de las monedas de la región, el peso chileno fue el que mayor apreciación exhibió (4.0%), impulsado por la mejora en el precio del cobre.

Hacia delante, las mayores perspectivas de crecimiento globales, reflejadas en el último WEO del FMI como consecuencia de la reapertura de China, podrían volver a darle algo de soporte al dólar. El mercado daba por finalizado el ajuste monetario por parte de los Bancos Centrales. Sin embargo, el mayor crecimiento económico de China impulsará la demanda de commodities y podría volver a traer presión en los precios a nivel global. Si bien la Reserva Federal está cerca de terminar el ciclo de ajuste, los últimos datos podrían volver a poner sobre la mesa la discusión de una mayor tasa de política monetaria terminal, algo que podría favorecer al dólar en el margen. Sin embargo, seguimos creyendo que la tendencia hacia fin de año es de un dólar algo más débil.


Mejoras en las perspectivas de crecimiento para 2023 le aportaron una base más sólida a la demanda de materias primas para los próximos meses. Las estimaciones de crecimiento esperado para 2023 se vieron ajustadas al alza recientemente fruto de la reapertura de China y los rezagos de una actividad económica en 2022 más robusta a lo esperado. Esto se dejó ver en el último World Economic Outlook que publicó el FMI hace dos semanas, en donde el crecimiento global esperado para 2023 es de 2.9%, por encima del 2.7% estimado en octubre, con mejoras tanto para mercados desarrollados como en desarrollo. Desde nuestra perspectiva, las proyecciones de crecimiento para 2023 presentan principalmente riesgos a la baja a futuro, dado que el proceso desinflacionario en los países centrales recién comienza y posiblemente sea no lineal, lo que mantendrá a los bancos centrales en una postura restrictiva por un tiempo prolongado, impactando en actividad. Sin embargo, primero los commodities se enfrentan a una demanda más sólida en 2023, mientras que la oferta, por su parte, mostró signos de suavización recientemente, aunque todavía con un sesgo hacia la escasez. En este contexto el índice de commodities de Bloomberg retrocedió 1% en el último mes, explicado principalmente por la fuerte retracción del gas natural, en donde los metales industriales (+1%) extendieron las subas de los meses previos, acompañados por los granos (+3%) y el petróleo (Brent; 5.8%).

El gas natural sigue impulsando la desaceleración de los precios de la energía, en medio del repunte del petróleo. El gas natural, cuyo precio actual es de 2.4 USD/MMBtu, acumula una caída de 37.9% en el último mes y se ubica en valores de inicios de 2021, luego de que un invierno de temperaturas moderadas en Europa aminoró las preocupaciones acerca de la disponibilidad de gas a nivel global. El petróleo (Brent; +5.8%) avanzó en línea con el resto de las materias primas, ante un panorama mejorado de la demanda global. Cabe destacar, a su vez, que la oferta de petróleo presenta poco margen para expandirse, reforzando la dinámica de los precios. En febrero comenzó la restricción de exportaciones de Rusia a los países que impongan límites a los precios del petróleo ruso, con especial impacto en Europa y Australia, aunque por el momento con efecto moderado. La OPEC, la cual viene de reafirmar en diciembre su compromiso de mantener una capacidad ociosa a fin de respaldar los precios, difícilmente revierta su postura en el horizonte cercano. Por último, la guerra en Ucrania mantiene un riesgo latente.

Dentro de los granos (+3%), las condiciones climáticas desfavorables en Argentina siguen poniendo presión en los precios de la soja (2.1%) y el maíz (+2.8%). El reporte de febrero del Departamento de Agricultura de Estados Unidos mostró una nueva reducción de 4.5 millones hacia un total de 41 millones de toneladas la producción argentina de soja para la cosecha 2022/2023. Esto presenta un panorama más benigno a las 34.5 millones de toneladas que estimó la Bolsa de Rosario esta semana, lo que muestra la incertidumbre acerca de las condiciones climáticas de la región, aunque se espera una convergencia de ambas estimaciones, posiblemente más en línea con la estimación local. El maíz también se vería afectado por la menor producción de Argentina, parcialmente balanceado por mejoras en la producción de Asia. Finalmente, el trigo avanzó 2.1% a pesar de la producción récord en Australia, acompañada por una producción igualmente relevante en Rusia y Canadá.

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