Torpemente, (el hijo de) Lavagna admite, en nombre de Massa, el fracaso del Gobierno

El doble acto de Marco Lavagna dejó en off side la estrategia de Sergio Massa de maquillar la realidad económica del país, que ya estalló en la vida cotidiana de la gente, pero podría hacerlo en las urnas ya que la calle se quedó quieta.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Marco Lavagna rifó el reconocimiento de haber encarado como un "distinto" al manejo que hicieron de los datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, el Indec, en la gestión de Axel Kicillof y Guillermo Moreno. De acuerdo con la información que deslizó la Casa Rosada, como subproducto de la interminable interna del peronismo y el Gobierno, respondió a una solicitud de Sergio massa, su referente político, responsable de la economía del país y precandidato presidencial, de no echar más leña al fuego con los datos de la inflación y postergarlos para después de que cinco provincias realizaran sus elecciones.

Lavagna se dio cuenta de lo que perdía y echó por la borda los argumentos que había dato para retardar la información sobre los datos inflacionarios. Así como en un momento afectaría, en su versión, la veda electoral en La Pampa, San Juan, Salta, Tucumán y Tierra del Fuego, cuando dio marcha atrás los dejó de lado. La retorcida versión inicial fue descartada. Entonces cabe la suspicacia, ¿ahora no le importa violar la veda electoral que antes creía que vulneraba? ¿O está reconociendo que se trató de una maniobra patrañosa?

Vale la pena, desgajar en partes los datos de la debacle del actual gobierno nacional:

- (El hijo de Roberto) Lavagna se rindió en la recta final de la gestión y se mostró como un delegado de su "jefe" Massa, dejando de lado su fama de técnico a quien nadie le prohibiría pertenencia partidaria, pero tampoco le perdonaría partidismo en el ejercicio del rol que ocupa.

- La maniobra urdida para ocultar datos mientras la gente votaba, resultó ingenua, además de retorcida: ¿alguien en el gobierno cree que realmente la gente no percibe en carne propia el aumento de precios, y que solo reaccionaría ante la difusión de los datos oficiales y su multiplicación escandalosa por parte de la oposición?

- Además, da cuenta de un nivel de desesperación que se condice con otros datos que emergen desde los "viudos" de la gestión, como lo que andan diciendo, despechados, los exfuncionarios Antonio Aracre y Matías Kulfas: no hay plan económico, sino simplemente una cantidad de acciones tendientes a que el desastre económico no haga estallar a la gente en contra del Gobierno, y le de una chance a alguno de sus precandidatos de tener competitividad para quedarse un período más, y cuidar sus espaldas.

- Y hay más, y tal vez esto sea la confesión que, elocuentemente, surge del torpe movimiento del titular del Indec: están reconociendo el fracaso de la gestión. Los demás ya lo sabíamos. Solo faltaba que un emisario fidedigno de Sergio Massa le pusiera la firma. Y ese acto lo constituyó el tuit primigenio de Marco Lavagna, cuando pretendía demorar la difusión del índice de inflación hasta después de que se votara en La Pampa, San Juan, Salta, Tucumán y Tierra del Fuego.

Hoy, cuatro años después de que Mauricio Macri no atinara con su plan de reformas y, en algunos casos, en lugar de avanzar, retrocediera, no solo los pobres en la Argentina siguen siéndolo y el peronismo no los sacó de la situación ni los puede contener, sino que hay más. 

Un capítulo aparte es lo que están sufriendo las clases medias, en sus diversas composiciones y niveles, que están sobre un tobogán, aferrándose para no terminar de caer. De esto no se habla, porque se le ha inculcado a este sector que es "feo" que se quejen habiendo tantos pobres. Pero pronto podrían ser parte del peor de los grupos.

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