¿De dónde venimos?, ¿dónde estamos?, ¿hacia dónde vamos?

A menudo surge el gran dilema de la realidad que sucumbió por el paso del tiempo, la que todavía pensamos que existe y es sólo el presente, y su otra faceta aquella que nos ayuda a movernos, la que vendrá o deseamos.

El reciente pasado, que resulta nada diferente a lo que culturalmente concebíamos hace décadas, al que nos aferrábamos para intentar comprender el presente y proyectar ese futuro promisorio de prosperidad y sueños a realizar.

Esto me lleva a analizar si cambió nuestra manera de pensarnos y de recrearnos, con un cierto sentido común; el adaptarnos a nuevas épocas o tiempos en que vivimos sin tanto tormento, sino más bien con una certidumbre de sentir y adaptarnos a las realidades de dudosas procedencias y que nos permiten aceptar lo inaceptable y tolerar lo intolerable.

Ese presente que, conectado al futuro por un simple y complejo fenómeno, nos presenta sensaciones de ansiedades llenas de inseguridades, como de certezas desesperanzadoras. Atravesamos espacios de tiempos, que es nada o lo es todo, como la misma vida y el vivirla. Intento ser lo menos intrincado en el análisis de estos interrogantes, hubiera sido mucho más sencillo, pero no fácil.  

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El definir cada uno como: el origen, el transcurrir y, por elegir un nombre, el soñar, como el mañana que sentimos muchas veces que demora en llegar, o deseamos que nunca llegue.

Vivir, transcurrir, continuar y seguir, el quedar atrapado en lo maravilloso del pasado, nos impacta durante la vida. El porvenir de cada uno es mayor al del conjunto, ¿siempre fue así?

Es elemental buscar "la verdad" que nos brinde un nivel de seguridad existencial terrenal. El sentir que se aproximan los planos, el de esta vida hacia ese otro, que no es más que "más vida"; el pensarnos evolucionados nos ayuda a comprender la locura con que se pasea esta realidad que no es más que un chiste por ahí gracioso y por tramos inmoral y hasta mortal.

Me entenderán o no, en fin, solo resta comprender sobre el grado de sinceridad que aplicamos en nuestra percepción sobre la realidad, la que nos permita ubicarnos en un lugar preferencial para observar lo que vendrá o lo que ya fue. Seguir, transcurrir lo vivido y trascender...