Rusia persigue a opositores y se mira en el espejo de China para censurar las redes

El presidente ruso, Vladimir Putin, rechazó cualquier responsabilidad de las autoridades rusas en el supuesto envenenamiento sufrido por Navalny y ha apelado al "marco de la ley" para la convocatoria de cualquier movilización a favor del opositor en el país euroasiático.

El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvedev, afirmó este lunes que las autoridades podrían "ralentizar" el tráfico e incluso "suspender" las operaciones de las redes sociales que asuman una postura "inamistosa" hacia el país euroasiático.

"Si las redes sociales (...) asumen una postura francamente inamistosa hacia Rusia, tenemos la posibilidad de influir en ellas", dijo Medvedev durante una entrevista concedida a medios rusos. "Esta la Fiscalía que, llegado el momento, podría adoptar ciertas resoluciones, en particular sobre la ralentización del tráfico o la suspensión de las operaciones", indicó.

Así, ha señalado que "la suspensión es una medida muy radical, drástica, mientras que la ralentización del tráfico podría surtir efecto". "No queremos que llegue a eso, pero estoy seguro de que en otros países también se lo están planteando", sostuvo.

Medvedev puso como ejemplo el caso de China, que cuenta con sus propias redes sociales, y ha incidido en que "no tienen ningún problema", según publicó la agencia rusa de noticias Sputnik. "En absoluto, se comunican a través de sus propias redes sociales", argumentó.

En este sentido, recordó que el país aprobó una ley para garantizar el funcionamiento autónomo de las redes locales. "De Internet dependen hoy la gestión del Estado en su conjunto y un sinnúmero de prestaciones sociales. No podíamos dejarlo sin control, así que tenemos la ley correspondiente y se hará efectiva si es necesario", expresó.

Reacción a las movilizaciones de los opositores al régimen

Las autoridades rusas han incrementado sus críticas en las últimas semanas hacia las redes sociales debido a la convocatoria a través de las mismas de las últimas protestas contra la detención del líder opositor Alexei Navalny, que se han saldado con varios miles de detenidos.

Navalny, de 44 años, fue detenido el 17 de enero al regresar a casa desde Alemania, donde se recuperó de un envenenamiento por un agente nervioso casi fatal que él y Occidente atribuyeron al servicio secreto de Putin. El pasado jueves un tribunal confirmó la prisión preventiva de 30 días y rechazó así el recurso de los abogados de Navalny, que pedían su libertad.

El presidente ruso, Vladimir Putin, rechazó cualquier responsabilidad de las autoridades rusas en el supuesto envenenamiento sufrido por Navalny y ha apelado al "marco de la ley" para la convocatoria de cualquier movilización a favor del opositor en el país euroasiático.

Esta nota habla de:
¿Hay que prohibir el uso de celulares en las aulas?