Nación lanzó una recompensa de $ 1.500.000 por datos sobre Christian Guardati

Este lunes, el Ministerio de Seguridad de la Nación confirmó una recompensa de un millón y medio de pesos para quien aporte datos sobre el paradero de Christian Guardati, quien fue visto por última vez el 24 de mayo de 1992 y cuyo paradero es desconocido.

La recompensa es un histórico pedido de la familia de Guardati, principalmente de su madre, quien insistió ante cada uno de los gobernadores de Mendoza para que aumentaran el beneficio económico, sin que ninguno accediera al pedido de la mujer.

Finalmente, en la resolución 405/22 firmada por Aníbal Fernández, se estableció: "Ofrézcase como recompensa dentro del territorio de la República Argentina, la suma de $1.500.000, destinada a aquellas personas que, sin haber intervenido en el hecho delictual, brinden datos útiles que permitan dar con el paradero de Paulo Christian Guardatti (SIC)".

Un dato anecdótico es que en la resolución, como en múltiples informes sobre el joven desaparecido en 1992, el apellido está mal escrito. Hilda Lavizzari, la madre, ha aclarado en reiteradas ocasiones que Guardati se escribe con una sola "t".

Las personas que tengan información sobre qué pasó con Christian Guardati y quieran darla a conocer, deberán comunicarse al 134, una línea telefónica del Programa Nacional de Coordinación para la Búsqueda de Personas Ordenada por la Justicia.

Si se confirma la veracidad de la información, el pago de la recompensa será realizado por el Ministerio de Seguridad, "previo informe del representante de la autoridad interviniente sobre el mérito de la información brindada preservando la identidad del aportante".

Además, la resolución establece que las Fuerzas Federales de Seguridad deberán darle difusión y publicación a un afiche (imagen superior en esta nota) donde aparezca la imagen de Guardati y la recompensa ofrecida para quien aporte datos sobre su paradero.

El caso

Al momento de su desaparición, Guardati tenía 21 años. Aquella madrugada del 24 de mayo de 1992, se encontraba en la Escuela Anastasi del barrio La Estanzuela, adonde se realizaba una fiesta para recaudar fondos. Y, al salir de allí, fue aprehendido por una persona que sería policía.

Según el expediente, Guardati "habría sido aprehendido por una persona de género masculino de 1.75 metros de altura, de pelo oscuro y tez blanca, pantalón azul con una raya blanca en su costado, borceguíes similares a los utilizados por personal policial y un bolso naranja en las inmediaciones de la escuela, precisamente frente a la manzana N° 32, conforme al actuar sería personal policial".

Además, se menciona que los testigos detallaron que ese sujeto realizó disparos de arma de fuego intimidatorios, comenzando con una persecución que finalizó con la aprehensión de Guardati, "arrojándolo al piso mientras apuntaba con un arma de fuego, colocándole la mano en la nuca conforme al procedimiento policial, para dirigirse caminando hacia el destacamento la Estanzuela, sin poder confirmar el ingreso del mismo".

La Justicia Federal de Mendoza se hizo cargo del expediente tomando como referencia un dictamen de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de 1997, que considera que el caso Guardati es un crimen de lesa humanidad y que, por lo tanto, no prescribe.