Los costados opacos del presidente gris

El libro de Silvia Mercado "El presidente que no quiso ser (Planeta)", desnuda a Alberto Fernández, un presidente que hemos visto con filtros y atenuantes debido a las circunstancias, y a quien se le perdonan más cosas que a cualquier otro.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

La periodista Silvia Mercado desgaja a Alberto Fernández como a una mandarina y en cada gajo, halla una amargura que reprocha no haber considerado antes que se trataba de un fruto no apto para consumo. Más allá de la metáfora, el libro recientemente aparecido "El presidente que no quiso ser" (Planeta) ofrece los antecedentes que demuestran que Fernández no estaba preparado para encarar la misión de gobernar el país e indaga sobre los motivos reales y circunstancias en las que fue elegido por Cristina Kirchner para ocupar ese cargo.


Leé un fragmento del libro "El presidente que no quiso ser"

Hay algo más -y si no, no sería novedad- y es que Mercado revela lo que muchos repiten en voz baja y no se habían hasta ahora a publicar: que aquel Fernández pre anuncio de candidatura, que no cesaba en diferenciarse de la ahora vicepresidenta, estaba en una difícil situación económica a tal punto de que dejó de pagar el alquiler al departamento que habitaba en Puerto Madero y que es propiedad del empresario publicitario Pepe Albistur y su esposa, la desde ahora ministra, Victoria Tolosa Paz. Junto a ello, la autora indica que hubo una millonaria cifra de por medio para "salvarlo" hasta el final de sus días, con tal de que se transformara en títere de quien lo proponía para poder llegar a la Casa Rosada. Habla de la intervención de Cuba en el plan cristinista.

Hasta que se publicaran los datos de este libro teníamos a Fernández por un "hombre gris". Ahora se conoce todo sobre una opacidad personal y profesional que perjudica a todo un país.

Los detalles sobre la vida como presidente de Fernández a los que accedió Mercado con una amplia red de fuentes oficiales, oficiosas y en off the récord, son inquietantes. Cualquiera podría sospechar en torno a sus vicios o desproporcionadas costumbres en torno a nocturnidad, alimentación u horarios de acción por día. Pero en "El presidente que no quiso ser" hay datos concretos que confirman esas simples apuestas que surgen con solo seguirlo o bien, las multiplican.

Mercado repasa el pasado presidencial y nos cachetea a todos por no habernos dado cuenta antes de quién se trataba el personaje: multipartidario, dueño de escasas verdades, traidor de sus amigos, resbaladizo ante la justicia, pone en contexto cada calificativo en su contra y suma antecedentes que daban cuenta de que no era más que el trampolín para algo que no ayudó a que sucediera: una reivindicación histórica de CFK.



Hay otros asuntos de la vida diaria y personal del Presidente con los que se inicia el libro y que el promedio luego de lectura, reaparecen para ser rematados sin indirectas sobre el final: su real relación con Fabiola Yáñez y con otras mujeres, sus hábitos y hasta el estado de salud de su psiquis.

Alguien dijo, cuando se echó a rodar la edición, que era "demasiado pronto" para evaluar a un mandatario al que le queda un año por delante. Por el contrario, tal vez la autora nos esté alertando un poco tarde, y al despabilarnos, comparte muchas de las culpas de quien ocupa la primra magistratura del país.

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