(No tan) Juntos por el Cambio, la oposición Antón Pirulero

Cómo votó cada sector de Juntos por el Cambio en Diputados. "Que ganen unos u otros no garantiza nada: lo que importa es qué pretenden, cómo, cuándo y con quiénes una vez que ganen".

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Nada menos que con el escenario de la discusión del Presupuesto 2023, la oposición de Juntos por el Cambio demostró que no tiene un/una líder que la organice y comande en forma uniforme. Sobrada de aspirantes presidenciales, convencidos de que ganarán después del desastroso paso por la gestión de la coalición Frente de Todos (en donde pasa lo mismo, con el agravante de que están gobernando ahora) esta rama de la oposición votó, se ausentó o se abstuvo, como a cada uno le pareció, sin dar demasiadas explicaciones.

El Presupuesto 2023 de Massa obtuvo media sanción en Diputados

Su condición de alternativa a lo que sucede ahora en el país los obliga a bajar el copete, dejar a un costado la soberbia con la que cada protagonista exhibe diplomas propios, obtenidos en el pasado en el que fueron electos para integrar la Cámara, porque aquella foto no es para siempre: la dinámica política puede pincharles ese globo con el que todos transitan por la coyuntura contentos, como si ya hubiesen ganado las elecciones de 2023.

Hay que sumarle una segunda alternativa opositora, la de Javier Milei y los suyos, que sí tienen conducción y liderazgo, pero que lo usan para generar una línea discursiva que no coincide con lo que hacen en los hechos en el único lugar en donde tienen alguna responsabilidad.

En concreto, anoche votaron a favor en general al Presupuesto de Sergio Massa la UCR, Evolución Radical y el espacio de Margarita Stolbizer. El PRO se abstuvo, marcando disidencia sin obstruir mucho el avance del proyecto. Votaron en contra los 11 diputados de la Coalición Cívica y Ricardo López Murphy.

Cobos, entre los radicales que facilitaron el quórum para el Presupuesto

En resumen, argumentos más, silencios menos, se cumplió la predicción que hacen en cada jardín de infantes cada día, con la diferencia de que para los niños es un juego y para la política no debería serlo:

"Antón, Antón,Antón Pirulero,Cada cual, cada cualQue atienda su juego,Y el que no lo atienda,Una prenda tendrá".

Hace unos días, a raíz de las declaraciones de Elisa Carrió contra Mauricio Macri, que se sumó a las de Gerardo Morales contra el mismo objetivo, se generó una crisis en el grupo de whatsapp de los diputados nacionales de (No tan) Juntos por el Cambio que llegó a extremos. Aunque nadie se salió del grupo -porque son políticos avezados todos y saben que "el que se calienta, pierde"- los cruces, advertencias y por qué no, amenazas, hicieron sonrojar a más de uno, a pesar de que se trata de seres experimentados en el intercambio de este tipo de situaciones.

¿Puede Juntos por el Cambio alinearse detrás de uno o más referentes, de tal modo de exhibirse como alternativa real? No parece ser el momento adecuado, ya que la exaltación de palomas, halcones, bulldogs y toda la fauna opositora por conquistar la presidencia está en un punto de ebullición.

Ayer, ante las consultas sobre los por qué de las diferentes posiciones en el Congreso ante el Presupuesto de Sergio Massa (quien también se juega su futuro político y muchos opositores parecen estar jugando en su equipo) algunos sostuvieron que "esto se va a ordenar el año que viene", pero otros -radicales y macristas, centralmente- no ven un horizonte de homogeneidad. Dentro de este último grupo, algunos prefieren la peronización de JxC al hablar de "recoger votos con los dos brazos", pero los otros dicen que "las diferencias son irreconciliables y algunos terminarán yéndose".

No es posible sacar una conclusión única y cerrada con solo un hecho puntual. Pero el comportamiento disperso en la sesión de Diputados sí permite ver de cuerpo entero la dificultad del principal colectivo opositor en ponerse de acuerdo detrás de una idea, lo que es un mal indicio en torno a la posibilidad de que haya un proyecto común.

La lección en la que la política argentina sigue siendo reprobada es la de saber hacer algo más que ganar una elección. A esta altura, que ganen unos u otros no garantiza nada: lo que importa es qué pretenden, cómo, cuándo y con quiénes una vez que ganen.

Y si no, "una prenda tendrán".

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