Por qué los cinturones de seguridad traseros deben abrocharse aun sin pasajeros

Se viene un fin de semana largo y, con ello, aumenta la circulación de vehículos en rutas provinciales y nacionales. Uno de los consejos: abrochar los cinturones de seguridad traseros, incluso sin pasajeros sentados allí.

En la previa del fin de semana largo, desde los sectores públicos y privados comenzaron a difundir recomendaciones que apuntan a la seguridad vial, habida cuenta de la altísima circulación de vehículos que hay en rutas provinciales y nacionales debido al turismo interno.

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En este marco, sorprendió que algunos informes enfatizaran que los cinturones de seguridad del asiento trasero deben estar abrochados incluso si no hay ningún pasajero sentado allí. Afirman que eso podría ser clave para preservar vidas ante un choque.

En este sentido, la colocación de los cinturones de seguridad traseros incluso sin que haya pasajeros, es una barrera adicional que apunta a la seguridad: en caso de un choque, eso dificultará que las valijas que van en el baúl rompan el asiento trasero y salgan disparadas hacia adelante.

En otras palabras, si los cinturones de seguridad traseros están abrochados, los mismos servirán como barrera para evitar que el equipaje, ante un choque fuerte, ingrese al habitáculo y pueda herir al conductor o un eventual pasajero que viaje en la butaca derecha.

Por otra parte, es necesario que las pertenencias adentro del habitáculo estén bien ubicadas para evitar que salgan proyectados en caso de un accidente: la inercia genera que las cosas sueltas se desplacen hacia adelante a la misma velocidad a que venía el vehículo.

Entonces, esos objetos pueden impactar contra los ocupantes a una fuerza de hasta 40 veces su peso.

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