Causa Vialidad: Insólito uso de una perito de tesis de alumnos universitarios

El fiscal Luciani dijo que las conclusiones de Alperovich fueron la combinación de su inexperiencia y desaciertos, sus ausencias y la utilización de bibliografía de dudosa rigurosidad académica, "lo que selló su labor pericial con serias inconsistencias".

En medio del juicio de Vialidad, el fiscal Diego Luciani afirmó que Cristina Kirchner, siendo presidenta, dispuso la creación de un canal de pagos ilegal, preferencial y secreto, para abonar de manera anticipada las obras que realizaban las empresa de Lázaro Báez y denunció que la perito de la vicepresidenta basó sus conclusiones acerca de la inexistencia de sobreprecios en las obras públicas analizadas en trabajos de alumnos universitarios de Perú, Colombia y Guatemala.

Luciani analizó los peritajes realizados por los expertos de las defensas y de la fiscalía. Se detuvo en el análisis que realizó la perito de parte de Cristina Kirchner, Alejandra Alperovich, y lo criticó con dureza.

Dijo que la especialista no tenía experiencia en cálculos de presupuesto de la obra pública y que entre la bibliografía en la que basó las conclusiones de su trabajo sobre la inexistencia de sobreprecios se cuentan tesis universitarias de alumnos de universidades de Perú, Guatemala o Medellín, que no se sabe siquiera si fueron aprobadas o si podrían tener el rigor académico necesario como antecedente de un peritaje judicial tan complejo como este. Mostró las caratulas de esos trabajos.

Indicó además que la especialista faltó a 16 de las 30 reuniones de peritos que se efectuaron para analizar las conclusiones que se expusieron en el tribunal y que Alperovich justificó esas insistencias en que se había ido de vacaciones o había tenía cita con el médico.

Dijo que las conclusiones de Alperovich fueron la combinación de su inexperiencia y desaciertos, sus ausencias y la utilización de bibliografía de dudosa rigurosidad académica, "lo que selló su labor pericial con serias inconsistencias". Habló de su grado de desorientación y de falta de credibilidad en sus conclusiones.

Párrafo aparte le merecieron para el fiscal Luciani la actuación de los abogados de la Unidad de Información Financiera (UIF), que pidieron la absolución de la vicepresidenta y del resto de los acusados. Nuevamente los dejó al descubierto. Dijo que rara vez la fiscalía tiene que contestarle a una parte acusadora como debería ser la UIF (que depende del Poder Ejecutivo) y que en general su trabajo es responde a las defensas.

Pero indicó que en este caso era necesario contestarle al abogado Leandro Ventura de la UIF. Dijo que se sumó a último momento, que no lo vio en la instrucción ni en los tres años que lleva el juicio y descalificó sus conclusiones, Sostuvo que Ventura había dicho que para entender las conclusiones del perito de la fiscalía había acudido a consultas con profesionales de la materia.

"La información sobre la que se basó el doctor Ventura para solicitar la absolución fue la consulta con algún profesional y esto nos lleva a preguntarnos quién asesoró al doctor Ventura, que título tenían estos profesionales para emitir opiniones y juicios sobre un peritaje que llevó 10 meses, y qué constancias dejaron de su intervención. "¿Con que profundidad conocían los 100 cuerpos de la causa y las toneladas de documentos relevantes. ¿Quién les dio acceso a esa prueba? ¿Qué vieron? ¿De cuánto tiempo dispusieron? Todo eso lo desconocemos", dijo la fiscalía.

"La UIF no contempló cómo la administración pública benefició de manera impropia a Lázaro Báez, avasallando los principios de igualdad con pagos anticipados, creados a la medida de Lázaro Baéz", concluyó.

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