Próvolo: la defensa de las monjas acusó a la fiscalía de infantilizar a las víctimas

Los defensores de las monjas Kosaka Kumiko y de Asunción Martínez remarcaron el tratamiento de los fiscales a las víctimas y sostuvieron que intentaron recolectar pruebas durante el juicio.

La absolución a las nueve acusadas por abusos y omisiones del Instituto Próvolo no pasó desapercibida. La fiscalía y la querella anunciaron que apelarán la sentencia, mientras que la defensa apuntó contra la parte acusatoria por no tener pruebas contundentes y hasta infantilizar a las víctimas que, en la actualidad, son mayores de edad.

Próvolo: el Tribunal pidió que investiguen a los fiscales por déficit de objetividad y perspectiva de género

Los defensores Carlos Varela Álvarez y Enoc Ortiz, representaron a las monjas Kosaka Kumiko y de Asunción Martínez. La primera llegó a debate con mayor cantidad de acusaciones y hasta fue objeto de burla de los jueces que comenzaron el juicio y luego fueron apartados tras la divulgación de los vergonzosos mensajes que compartían en contra de la mujer.

Varela Álvarez y Ortiz tras analizar la sentencia indicaron que se probó que hubo contaminación en los relatos, y que se desacreditó cada uno de los mitos que se habían creado en torno a las causa Próvolo y la demonización de Kosaka. 

Asimismo, acusaron a los fiscales  Alejandro Iturbide y Gustavo Stroppiana de realizar un alegato que infantilizó a las víctimas, un aspecto también puesto en consideración por el Tribunal quien solicitó que el procurador analice si actuaron con falta de perspectiva de género y objetividad.

"Los hechos endilgados a las monjas no existieron y no cometieron ningún delito. La sentencia está en lenguaje claro y se tuvieron en cuenta todos los aspectos vinculados con la protección de las personas con discapacidad y vulnerabilidad", agregaron los defensores.

Luego apuntaron al fiscal sobre quien indicaron que "persiguió penalmente durante el juicio a docentes, mediante allanamientos y secuestros de teléfonos solo para amedrentar testigos. La acusación no produjo ni ofreció pruebas de calidad sino profusas y confusas, ajenas a los hechos".

"Quienes han sembrado desconcierto a través de los elementos que trajeron a debate, han sido quienes justamente tienen la obligación de respaldar sus teorías que conduzcan a la certeza. La prueba imprecisa  solo siembra duda y conduce a la absolución", insisten,.

Respecto a los testigos indicaron que fueron los acusadores quienes infantilizaron a los denunciantes, y la forma de formular los alegatos luce fáctica y conceptualmente equivocada, pretendiendo devaluar el relato de las personas con discapacidad auditiva infantilizándolo o empobreciéndolo"

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