"Aguanté en todas las crisis de los últimos 40 años, pero en esta tuve que cerrar"

En San Rafael, cada vez más locales gastronómicos cierran sus puertas. El caso de Roberto Mario Fernández, dueño de un restaurante con más de 35 años de historia y que esta semana tomó la decisión de bajar las persianas para siempre. Un local emblemático, el Jockey Club, permanece cerrado y su destino es incierto.

"Tengo el negocio hace 40 años. Aguanté en todas las crisis, pero en esta tuve que cerrar. Para mantenerlo abierto tenía que entregar parte de mi cuerpo. No lo puedo creer, pero tuve que cerrar". Esta es una parte del relato de Roberto Mario Fernández, quien décadas atrás abrió Pipo's restaurante y este lunes tomó la decisión de cerrar.

El local, ubicado en calle San Martín frente a la vieja estación del ferrocarril, es uno de los restaurantes que semana a semana van cerrando sus persianas en distintos departamentos de Mendoza. De hecho, en San Rafael también cerró este lunes una conocida parrilla, "Los Puentes". "Un honor compartir este sueño que duró 25 años", fue el mensaje de despedida en redes sociales.

"Los Puentes", otro restaurante de San Rafael que cerró sus puertas.

Ante esta situación que se va generalizando, Fernández subrayó que "lo único que hacés es endeudarte, porque te llega la boleta del gas igual, la luz también, te mandan avisos de moratoria con apremio de abogados... Tuve que cerrar, no queda otra, y dejar de trabajar en un rubro en el que empecé como mozo hace 53 años, en el Jockey Club".

Justamente, ese tradicional local situado sobre calle Belgrano, un emblema de la gastronomía de San Rafael, es otro de los restaurantes que ante la crisis podría cerrar definitivamente. Por ahora, pese a contar con la habilitación del Gobierno provincial para reabrir sus puertas, el Jockey Club permanece cerrado. 

Destino incierto para el Jockey Club de San Rafael.

"Es un cierre temporario por la cuarentena", dijo uno de los responsables del lugar ante la consulta de Memo, y agregó: "Esperamos en un futuro próximo volver abrir sus puertas. Es lo único que puedo agregar".

Si bien en la mayoría de los casos se asume que la falta de turistas es lo que determina la suerte de la gastronomía, éste no es el caso de una cantidad de restaurantes que, como en el caso de Pipo's, atendía a una clientela que se trasladaba desde el Gran Mendoza y que durante la cuarentena dejó de circular.

"El 90 por ciento de nuestros clientes eran visitadores médicos, gente que venía de Mendoza de la Dirección General de Escuelas, de AFIP, viajantes... todos clientes míos que desde marzo no vinieron más", explicó Fernández, quien respondió quizás uno de los últimos llamados en el teléfono de su restaurante.

"Ahora no sé que voy a hacer, pero no puedo seguir así porque me estoy comiendo lo poco que tengo, pagando 50 mil pesos de alquiler, 40 mil pesos de gas, 30 mil pesos de luz, Sadaic, teléfono, internet... No podía seguir abriendo porque ni siquiera estaba trabajando al 50 por ciento. ¡Ojalá tuviese el 50 por ciento del local con gente!", continuó.

Hasta el momento no hay cifras oficiales sobre la cantidad de restaurantes que han cerrado en Mendoza desde el inicio de la cuarentena, el 20 de marzo. Sin embargo, se puede comprobar fácilmente que la crisis ha afectado a locales de todos los perfiles: desde un pequeño bodegón frente a una vieja locomotora, hasta aquellos con platos dolarizados.

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