Daniel Encinas, de las Ciencias Económicas al teatro

Una entrevista de Alejandra Cicchitti con un actor mendocino que descubrió antes de recibirse de contador, su verdadera y apasionante vocación.

Alejandra Cicchitti

Daniel Encinas comenzó la actividad teatral en 1996, en el elenco que se estableció en la Facultad de Ciencias Económicas de la UNCUYO, donde cursaba el último año. 

Ha trabajado en "El Taller" junto a Ernesto Suárez y fundó uno de los más reconocidos grupos de improvisación en Mendoza "Humor de miércoles". 

Actualmente, se dedica a la docencia, continúa actuando y es asistente de facilitadores del programa "Germinar", que desembarcó recientemente en nuestra provincia.

- ¿Cuándo decidiste que el teatro era tu vocación?

- Estaba estudiando en Ciencias Económicas y cerca de recibirme de contador, encontré un cartel gigante del centro de estudiantes que invitaba a un taller de teatro. Jamás había hecho algo ligado a lo artístico y en una familia como la mía de profesiones clásicas, el deporte y la vida de clubes eran las actividades que nos acompañaban. Yo era muy tímido y me costó bastante tomar la decisión de participar, pero un día de 1996, a mis 26 años, comencé con una experiencia que cambió mi vida para siempre: un taller de teatro y nada más y nada menos que con el gran Ernesto "Flaco" Suárez como maestro. Fueron tan intensas para mí esa vivencia y la personalidad magnética de Ernesto, que ya no pude seguir estudiando para contador y casi sin darme cuenta, el teatro se transformó en mi oficio.

- ¿Qué obras has realizado desde entonces?

Fue un cambio radical en mi vida. Dejé la estructura de vida que llevaba y al poco tiempo llegó mi primer hijo, Matías. Siempre tuve el apoyo de mi familia y el acompañamiento de los chicos de teatro "El Taller", con los cuales llevamos adelante muchas obras para grandes y chicos, dirigidas por Suárez. Por nombrar solo algunas: "Arlequín, servidor de dos patrones", "El Conventillo del difunto", "El Caballero, la doncella y sus valientes primos, "La Cenicienta", "Los Mosqueteros", "Don Quijote o todo lo que imaginamos es cierto" y muchas obras más. Hubo algunos viajes y luego llegó el teatro de la improvisación, que fue muy importante para la impronta en mi oficio. Además, fueron 15 años con "Humor de miércoles".

Con los compañeros del proyecto de Teatro Cervantes en Mendoza.

- ¿Colegas que hayan impulsado tu carrera?

- Durante mucho tiempo fui taquillero. Cobraba las entradas en las obras de Suárez y Quiroga en el mítico bar "Los Angelitos". Observar tantas funciones de esos grandes y de otros, fue un aprendizaje de la relación actor-espectador. Mientras los miraba en esas obras que ya sabía de memoria, fantaseaba con la idea de hacer mi propio espectáculo. A veces escribía ideas en alguna servilleta o en libretas. Hasta que durante una vendimia clown (un evento que se realiza todavía en la época de Vendimia), un compañero actor, Francisco Molina, me invitó a realizar un pequeño número de cinco minutos.

- ¿Cómo nació tu unipersonal "De profesión, contador"?

- Exactamente en esa oportunidad que se me brindó, fue cuando apareció el contador, un querido personaje que me acompaña desde hace 8 años. Logré volcar esas ideas que me acompañaban y pude unir mi vida pasada con todo lo que era mi presente. La Pedagogía Waldorf, otro hito en mi biografía, apareció en mi vida buscando una educación diferente para mi hija Indira. Debo admitir que esa pedagogía me brindó otra imagen del ser humano, una más integral. Con todo eso armé al contador y con una idea inicial como disparador: ¿Cómo sería un profesor como los que tuve en la facultad, en un taller de teatro? Y me imaginé un ser con un abordaje unilateral en el hemisferio izquierdo del cerebro, "caminando por el espacio", haciendo mimo, recuperando el contacto con su cuerpo, sus emociones y el aspecto lúdico de la vida.

- ¿Qué devoluciones has recibido con esta obra?

- "De profesión, contador" ha logrado que mucha gente se sintiera identificada con una historia simple desde el humor, que deja abierta la puerta para el desarrollo de las capacidades humanas latentes. Es una propuesta para animarse a realizar cambios, para salir de esos lugares "seguros" pero carentes de vitalidad. De otra manera, el individuo vegeta en una tibia mediocridad, sin hacer uso de su capacidad creadora. Estando quizás con un excesivo confort y "entretenido", uno evita atravesar las crisis que lo podrían llevar a otro lugar.

Si bien llevo bastantes años con este personaje, tengo "en papeles", muchas ideas para seguir adelante, continuando la biografía de este contador, que seguirá contando. ¡Ya tendrán noticias de lo que se viene con él!

- ¿Por qué es importante brindar un taller de teatro para adultos?

- El teatro de por sí nos invita a poner en juego nuestras capacidades anímicas: el pensar, el sentir, la voluntad. Para "afinar el instrumento", frase que se utiliza muy a menudo en el mundo teatral, es fundamental conocerlo. En teatro lo hacemos desde la vivencia y la práctica, "poniendo el cuerpo". Mediante juegos y ejercicios nos adentramos en el lenguaje teatral, en esa ficción que tiene mucho de verdad. Justamente en esta época, en donde la mentira, la manipulación y los acontecimientos distópicos forman parte del diario vivir, el teatro, como hecho vivo, de encuentro humano real, tiene hoy una misión muy importante. Al menos, así lo tomo yo y sobre todo desde estos últimos años.

- ¿Cuál es esa misión desde tu mirada?

- Recuperar nuestro poder. Desde el conocimiento de la constitución del ser humano, de este microcosmos, en interrelación al macrocosmos, avanzamos paulatinamente integrando aspectos dormidos o relegados por el paradigma imperante. Elegimos recuperar esa conexión desde nuestra constitución: lo que habita en el macrocosmos, habita en el microcosmos y viceversa. El concepto del fractal para relacionar lo chico y lo grande, lo micro y lo macro. Estamos bombardeados por una ingeniería que nos dice que somos una plaga que debe extinguirse. Cuando escucho esto, veo el triunfo de una batalla de la ingeniería social controladora. Pero estamos aquí para recuperar nuestro poder y el secreto está en nosotros mismos, en nuestra propia constitución. En entender el juego desde este ser que somos y el entusiasmo de jugar de la mejor manera posible.

Es por eso que el humor juega un papel fundamental: para mirarnos desde arriba, aprendiendo a distinguir lo esencial de lo secundario; trayendo "humedad" para ayudar a disolver complejos y comportamientos solidificados; modificando nuestro clima anímico y siendo capaces de crear mejores atmósferas para la vida individual y social.

- ¿Proyectos actuales y futuros?

- Estoy realizando un taller de teatro en el Selectro, junto a Daniela Otaegui y Gabriela Lavarello y ya estamos pensando en la segunda edición. En el espacio "Tierra Fértil" de Daniela García, a quien conocí cuando pasaron por aquí Marcos Kappes y Carlos Chazarreta, hemos realizado dos ediciones de un proyecto de "Teatro Colaborativo": nos asociamos para realizar la función de mi unipersonal y generamos un espacio de conversación. Pronto se vendrá una tercera edición. También allí se dará prontamente el taller para adultos, los lunes, de 19,30 a 21,00 horas.

En el espacio Tierra fértil junto a Daniela García.

Otra de las actividades importantes de este año es el programa "Germinar", que por fin llegó a Mendoza. Se trata de una formación en base a la antroposofía, que se ocupa del aspecto social. Este año comenzó el primer grupo en la provincia y pronto estaremos dando las charlas informativas para el año que viene.

Otro proyecto teatral muy importante para la provincia y que me tiene felizmente ocupado, es la obra "Los establos de su majestad". Con un elenco maravilloso, del cual formo parte, dirigidos por Víctor Arrojo, estaremos realizando funciones en los meses de setiembre y octubre en el teatro Independencia. Todo esto porque Mendoza fue seleccionada entre 106 proyectos teatrales, en el marco del proyecto "Teatro Nacional Cervantes Produce en el país".

Finalmente, a modo de primicia para ustedes, les anuncio que pronto surgirá un espacio de investigación y laboratorio del teatro de Michael Chéjov. Será guiado desde España por Marta Garbayo, también conocida por su nombre de cuentacuentos, Jovina. Con ella tendremos encuentros virtuales y presenciales con un grupo local. Ya saldrá la comunicación y la invitación para participar.

Sinceramente me sorprendo y agradezco, la cantidad de proyectos y encuentros que se están concretando este año. Sobre todo, en esta época que nos toca transitar y lejos de caer en el pesimismo por los acontecimientos que nos rodean, ha despertado en mí el anhelo de entender este presente y valorar el hecho de estar encarnados aquí y ahora. La intención es entender el juego y que juntos podamos estar a la altura de los desafíos, para dar nuestra mejor respuesta.


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