El dólar sigue bajando y pierde contra la inflación

Aparecen cambios de expectativas que justifican estos comportamientos de los operadores financieros, que de a poco se traslada a los empresarios. La columna de Rodolfo Cavagnaro.

Rodolfo Cavagnaro

El dólar blue cerró el 29 de febrero a $1030, lo que representó una retracción de $165, equivalente a un 13,8%. De esta manera, con una inflación esperada para febrero de un 15%, la caída en la misma proporción del dólar nos está mostrando un panorama muy especial. Lo que estamos viendo es que el valor de la divisa no avanza, como podría esperarse y tiende a retroceder. Mientras tanto, el gobierno mantiene el precio del dólar oficial ajustado un 2% mensual. Con esto, la brecha entre ambas cotizaciones es cada vez menor.


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Las razones básicas de este panorama es que están faltando pesos. En primer término, por los movimientos que hace el Tesoro, junto con el Banco Central, para sacar pesos del mercado mientras va licuando los que quedan. Por esta razón los bancos, con la poca plata que les queda, se largaron a ofrecer tarjetas y créditos personales, aunque las tasas siguen siendo muy altas. La otra razón es que, ante la falta de pesos y el crédito caro, las personas comienzan a vender tenencias en dólares. Todo esto lleva a que bajen los precios de las cotizaciones paralelas.

Hay que recordar que antes que asumiera Milei, por el miedo a la dolarización, hubo una demanda extraordinaria de dólares, que no había, y eso llevó a que el precio del billete subiera de manera exponencial. Las expectativas no se cumplieron, la dolarización es cada vez menos posible y la falta de pesos llevan a que los operadores vayan vendiendo dólares para hacerse de pesos, que no abundan, y esto genera resultados como el de febrero, con una caída de casi el 14%.

Por otra parte, en febrero hubo una inusual e inesperada afluencia de dólares de exportadores, lo que hizo que el BCRA terminara comprando más de us$2.500 millones y esto empujó a la baja al CCL (los exportadores liquidan un 20% en este mercado) y al MEP y, por supuesto, esto empujó a la baja al blue, que cerró el mes en $1030. En el mercado esperan que a partir de abril comiencen a ingresar los dólares de la cosecha gruesa, aunque los precios han caído un 30% respecto de lo esperado.

El interrogante para muchos es saber si el Banco Central volverá a devaluar el dólar oficial, dado que la pauta del 2% mensual es mucho menor que los índices inflacionarios. El Gobierno asegura que no lo hará, algunos especialistas recomiendan hacerlo, pero hay un aspecto a considerar. El Gobierno, ni bien asumió, produjo una fuerte devaluación del dólar oficial, de $350 a $850, mientras liberó otros precios con el objeto de recuperar los precios relativos. Si se vuelve a devaluar el oficial será un nuevo impulso para aumenten todos los precios y se vuelvan a desnivelar los precios relativos, que aún están buscando sus niveles de equilibrio

Nuevas decisiones para afirmar el superávit fiscal

En marzo se esperan varios aumentos. Comenzamos con las naftas, que el viernes ya aumentaron un 4,6% por el incremento del impuesto a los combustibles. También se anticipan incrementos de colegios privados y medicina prepaga. En cuanto a los servicios públicos, salvo los que tengan que ver con colectivos y taxis, tanto la luz como el gas comenzarán a aumentar a partir de mayo, aunque con índices muy altos, según surgió de la audiencia pública del jueves.

El ministro Caputo se ha puesto muy estricto en el seguimiento de los fondos que se gira a diversos organismos. Se ha puesto el ojo en los Fondos Fiduciarios, de los cuales, algunos podrían eliminarse por decreto y otros requieren de una ley del Congreso. Por otra parte, la eliminación de partidas giradas a las provincias, más allá de los conflictos con los gobernadores, pero que se habían anunciado. No obstante, el gobierno sigue necesitando de normas estructuradles, que estaban contenidos en el decreto de necesidad y urgencia y también en la Ley Bases. En el tema de los planes sociales, ya se han dado de baja más de 150.000 planes que tenían personas que eran empleados públicos y otros que viajaron al exterior en avión e, incluso, en cruceros.

Por el tema del decreto, parece que el Senado tiene el objetivo de tratarlo la próxima semana aprovechando la mayoría que podría conseguir el kirchnerismo, con la idea de rechazarlo. Sería la primera vez que ocurre algo así, sobre todo que durante el gobierno kirchnerista los decretos no solo no se rechazaron, sino que ni siquiera fueron tratados. Lo mismo ocurre en la Cámara de Diputados, donde gran cantidad de diputados provinciales responden a gobernadores muy enojados por los insultos del presidente.  

Por ahora, el gobierno intentará enviar los capítulos de la ley que, en el momento de su tratamiento, tenían la conformidad de los legisladores para avanzar en ambas cámaras, dejando un poco de lado los puntos que podrían ser más conflictivos. Por otra parte, en la Cámara de Diputados la oposición más cercana al gobierno está trabajando en un proyecto de "ley espejo", que reproduce textualmente la redacción original del decreto.

Este proyecto fue elaborado por el diputado radical Martín Tetaz y se asienta, básicamente, en llevar aquellos temas que tenían el consenso de la mayoría. En este caso aparece la normativa laboral, que fue parada por la justicia porque no había sido sancionada por ley. Otro tema importante es sancionar el tema de los alquileres, porque si se deroga, se podrían generar miles de problemas en los nuevos contratos que se celebraron desde el mes de enero.

Otro tanto ocurre con la desregulación de las obras sociales, pero en esta iniciativa, que salió de los legisladores Miguel Pichetto, Nicolás Massot y Emilio Monzó, creen que sería un grave error rechazarlo, más allá de que algunas partes del texto no les guste, porque sería darle un triunfo al kirchnerismo que salió a oponerse a todo, sin importar las consecuencias porque es la manera de hacer valer su cuota de poder para poner condiciones o, incluso, presionar al presidente para que renuncie.

En este tema deberán convencer a los legisladores radicales más reacios, que se aglutinan en torno al exministro kirchnerista Martín Lusteau, que se muestran muy afines a los bloques del kirchnerismo duro. En este caso se enfrentan a dos problemas. Por un lado, no quieren hacerle el juego al kirchnerismo, que perdió las últimas elecciones, y tiene muchas ganas de gobernar como sea. Pero, por otra parte, creen que los mismos libertarios se opondrían a esta iniciativa para que no les quiten la iniciativa.

Por supuesto, la idea es limitada y no están dispuestos a apostar la totalidad de las propuestas contenidas en el DNU, pero consideran que salvar la legislación laboral ayudaría mucho para poner en marcha la economía, acompañando a la macroeconomía. Indudablemente, no nos esperan tiempos pacíficos, sino más turbulentos, por la misma personalidad del presidente, pero, aunque Milei lo niegue, sin algunas de las normas básicas, como las reformas laboral e impositiva, no se podrá poner en marcha un plan de estabilización y crecimiento. No obstante, hay señales de un cambio de expectativas que ya se comienzan a manifestar tanto en el área financiera como en el ámbito comercial.

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