Cinco científicos revelan en Nature los secretos del terroir de los Malbec mendocinos

Se eligieron vinos de las cosechas de 2016, 2017 y 2018 para el estudio del terruño de Malbec, y los investigadores descubrieron que podían identificar características reveladoras de diferentes sitios de viñedos.

Un  estudio sobre el Malbec realizado en el Valle de Uco y la Primera Zona arroja numerosos resultados novedosos en torno a la composición del terruño o terroir. Fue publicado por la prestigiosa revista científica Nature y "prueba irrefutablemente la existencia del terruño y su persistencia a lo largo de las cosechas". Así lo determinaron cuatro investigadores mendocinos y uno estadounidense a instancias del Instituto Catena, que dirigió la investigación.

Los científicos analizaron la composición química de 201 vinos Malbec de 23 parcelas de viñedos diferentes en Mendoza.

Se eligieron vinos de las cosechas de 2016, 2017 y 2018 para el estudio del terruño de Malbec, y los investigadores descubrieron que podían identificar características reveladoras de diferentes sitios de viñedos.

Laura Catena, en la investigación de la tierra en una parcela.

"Pudimos predecir con un 100% de certeza la cosecha de cada vino de nuestro estudio a través del análisis químico", dijo Laura Catena, integrante de la familia de vitivinicultores y fundadora del Instituto Catena del Vino en 1995.

"Mendoza es uno de los pocos lugares en el mundo con terruños de vino sorprendentemente diferentes a distancias cortas", dijo Catena sobre el estudio a la revista Decanter, quien también es enóloga de cuarta generación en Bodega Catena Zapata.

"Por primera vez, este estudio muestra que el efecto terruño se puede describir químicamente de una cosecha a otra en regiones más grandes, así como en parcelas (parcelas) más pequeñas",

De las 23 parcelas de viñedo involucradas, 11 pudieron identificarse con un 100% de precisión analizando los vinos.

Las otras 12 parcelas fueron identificadas el 83% de las veces.

Todos los vinos se elaboraron en condiciones estandarizadas, y entre las 23 parcelas de viñedos estaban representadas 12 indicaciones geográficas de Mendoza, todas ellas de menos de una hectárea.

"Nuestro estudio da crédito a lo que los monjes cistercienses de Borgoña llamaban cru", simplemente definido por el especialista en vinos Hugh Johnson como "una sección homogénea del viñedo cuyos vinos año tras año demostraron tener una identidad de calidad y sabor",' añadió el Dr. Catena.

"Hoy, por primera vez en la literatura científica, el 'cru' francés recibe un nombre español, 'parcela', porque los vinos estudiados en el Instituto Catena del Vino eran de Mendoza, Argentina".

Roy Urvieta, Gregory Jones, Fernando Buscema, Ariel Fontana y Rubén Bottini (director del Instituto de Veterinaria, Ambiente y Salud de la Universidad Maza) buscaron saber qué es lo que hace único a un vino.

Comprobaron que con el análisis químico de la bebida se puede probar científicamente la singularidad de un vino de acuerdo con su lugar de origen, el terroir del que tanto se habla en el mundo del vino.

Con ello se demuestra que de ninguna forma todos los Malbec son iguales y que los vinos mendocinos gozan de esa misma característica que se atribuye a otros, que son de los más caros y exclusivos del planeta.

Uno de las intenciones del equipo de trabajo -informó la Universidad Maza- es que este modelo de investigación pueda ser utilizado en todo el mundo para ayudar a producir vinos únicos. Por ese motivo compartieron el conocimiento adquirido en una publicación que permite el acceso gratuito al mismo. Se puede leer en forma completa haciendo clic aquí.

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