El 28% de los mendocinos que tiene trabajo, busca otro ingreso para llegar a fin de mes
Aunque el número de personas desempleadas en Mendoza se redujo en comparación con el primer trimestre del año pasado, aún el nivel salarial y los fuertes aumentos -especialmente de los alimentos- no permiten que una persona pueda vivir y mantener a su familia sólo con un ingreso.
La cantidad de personas desempleadas en Mendoza alcanzó en el primer trimestre del 2023 las 29.000 personas, contra 429.000 que están ocupadas. Se trata de un fuerte descenso respecto al 2022, con 5.000 personas menos desocupadas. Sin embargo, una de las cuentas pendientes de Mendoza es el nivel salarial, con un promedio que -a la vista de los datos- no permite que una persona pueda mantener a una familia.
El desempleo en el Gran Mendoza llegó al 5,6% en el primer trimestre
Esa afirmación se sustenta en el nivel de personas que están ocupadas y que buscan un segundo empleo, lo que significa que necesitan más recursos para -como se dice popularmente- "llegar a fin de mes".
Actualmente el 28% de las personas que tienen empleo están en busca de un segundo trabajo, de acuerdo a lo que indica el informe de Mercado de Trabajo del Indec. Es decir, hay 120.000 personas en el Gran Mendoza que necesitan un ingreso extra y lo están buscando.
Aunque se trata de una cifra menor a la del 2022 en la misma fecha, cuando había 137.000 personas en esa situación, sigue siendo un porcentaje muy alto porque significa que por lo menos uno de cada cuatro asalariados necesita más dinero.
Actualmente la canasta básica, límite para caer en la pobreza para las mediciones oficiales, están en $206.000 para una familia tipo de 4 personas en Mendoza. En un año, aumentó $111.000 y esa suba se siente especialmente en una provincia que tiene ese tema pendiente.
Aunque el nivel de desempleo está por debajo del promedio nacional, desde todos los sectores se reconoce que en Mendoza hay gran cantidad de empleos mal pagos, especialmente en la actividad agrícola, la cual absorve gran cantidad de la mano de obra.
Si consideramos la situación de los que buscan un segundo empleo, y sumamos a los que están subocupados y desocupados, nos encontramos con que el 45% de las personas económicamente activas del Gran Mendoza tienen algún tipo de problema relacionado con el empleo, ya sea porque les falta, porque tienen poco o no les alcanza sólo con uno.
Hablamos de 235.000 personas que se dividen en los 120.000 que buscan un segundo, los 29.000 desempleados y 86.000 que están trabajando menos de 35 horas y quieren trabajar más tiempo.
Con este panorama, más allá de la mejora en el porcentaje, al adentrarse en los números es posible ver los problemas profundos que tiene Mendoza.
La comparación
Hace algunas semanas en Memo destacamos, a partir del boom de compras, que una de las grandes diferencias que hay entre la economía de un asalariado chileno y uno argentino, es que un trabajador trasandino con un sueldo promedio, puede mantener una familia tipo de cuatro personas porque está por encima de la canasta básica.
De este lado de la cordillera, un trabajador con un salario promedio no llega a cubrir la canasta y necesita que haya más personas trabajando en casa o tener un segundo ingreso.
Con datos de abril indicamos que los asalariados en el país tienen un ingreso promedio de $100.000 (US$255). El promedio de los ingresos de la población ocupada en Chile, según el Instituto Nacional de Estadísticas, es de $681.000 (US$828).
Este último número muestra claramente la diferencia que hay en cuanto a las remuneraciones, una cuestión clave para entender por qué para los chilenos pueden venir y gastar más de $100.000 en los supermercados. Esa cifra equivale a un 30% del total de un salario promedio en el vecino país.
