Milei solucionó un problema que tenían en las calles a las autoridades chilenas
Durante meses los productos que llegaban de Mendoza copaban las veredas de los barrios comerciales más populares de la capital trasandina.
El comercio informal entre Argentina y Chile es histórico. Siempre existieron personas que llevaron productos a precios convenientes a través de la frontera jugando al borde de las reglas aduaneras o buscando la forma para evadirlas.
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Sin embargo, a partir de abril de 2023 los precios y el tipo de cambio hicieron que la Argentina fuera muy barata para los trasandinos que vinieron por miles de compras a los mayoristas. La invasión fue importante, pero no se quedó ahí, ya que se multiplicaron también las personas que vieron una oportunidad en la venta de productos argentinos al otro lado de la cordillera.
Tal era la cantidad de personas que comenzaron a llevar productos para vender en Chile, y gracias a que se corrió la voz rápido, sólo tenían que cruzar la cordillera a instalarse en las calles aledañas a los terminales de ómnibus de la capital trasandina.
Específicamente, las calles de la comuna de Estación Central, cerca del Terminal Sur y el Barrio Meiggs, se llenaron de productos mendocinos a buenos precios. A eso, se sumaron verdaderos delivery que tomaban pedidos por redes sociales y cruzaban la frontera para llevarlos a domicilio en Chile.
El problema comenzó a crecer (tal como muestra el reportaje de la televisión trasandina) y las autoridades comenzaron a tomar medidas. Esperaban los micros y los abordaban en las terminales ilegales para decomisar todos los productos.
Cuando se pensaban en más medidas, y el comercio informal crecía, ganó las elecciones Javier Milei y el panorama económico cambió y la ecuación ya no fue tan favorable.
Desde fines de noviembre que dejaron de venir los chilenos y cruzando hacia el vecino país volvieron a estar los grupos habituales de personas que llevan años buscando productos convenientes para llevar y traer.
Sin quererlo, Milei solucionó el problema de los ambulantes argentinos en las calles chilenas a las autoridades. La devaluación y la desregulación llevaron los precios a valores que no marcan una diferencia importante.
Sigue habiendo algunos productos a buen precio, pero no es el negocio que era hace dos meses.
