La pequeña ciudad italiana en la que el rugby tiene acento argentino

A través del general manager Ulises Gamboa, el Rugby Viadana se ha convertido en una "filial" argentina dentro del Campeonato Italiano de Rugby, con Germán Fernández como head coach.

Viadana es un pintoresco "paese" de la Lombardía, que hoy tiene menos habitantes que en 1936, con menos de 20 mil almas y que el año pasado logró salir en la prensa internacional porque el coronavirus se ensañó con ellos. Distinta en sus hábitos al sur italiano, allí la pasión no pasa por el fútbol sino por el rugby. Y hay un factor particular: los jugadores del club que concita la atención masiva son en su mayoría argentinos, lo que lleva a que muchas otras cosas vinculadas con la Argentina sucedan en la vida de los viadaneses.

"La relación de los viadaneses con los argentinos es de bastante cariño, saben que somos apasionados y nos respetamos mucho", contó Ulises Gamboa, exjugador del Rugby Viadana 1970 y que actualmente marca el rumbo del equipo, aunque desde otra posición no menos importante: es el general manager del club, al que el año pasado llegó el reconocido head coach Germán Fernández y en donde militan cinco argentinos en el plantel, entre ellos Lautaro Casado, una de las figuras del equipo.

Ulises Gamboa.

En una ciudad donde el fútbol está ausente, el rugby es su fortaleza. De hecho, el Viadana milita en el Top 12, la máxima categoría del rugby italiano, y en la última década ganó dos Copa Italia. "Haciendo una comparación con el rugby argentino, Viadana sería como el Seleccionado de Buenos Aires", dijo Gamboa, quien como general manager le tocó "administrar" la crisis de los últimos dos años, en la región en la que el coronavirus fue devastador ni bien comenzó la pandemia.

-¿Cómo llegás a Viadana Rugby?

Ulises Gamboa: -Después de jugar en 2010 en Aironi Rugby, primera franquicia italiana, me fui a Edimburgo. Luego volví a Italia y ganamos el ascenso con un club, y fue entonces cuando me llaman de Viadana. Allí llegué como entrenador de forwards. En ese momento, en 2014, Viadana dejó de ser franquicia federal y pasó a ser un equipo del Top 12, lo que es complicado porque dejás de tener contribuciones federales para ser franquicia y no teníamos prácticamente recursos. En ese momento, faltaban pilares y terminé jugando. Naturalmente quedó un vínculo muy fuerte, porque yo no pedí nada para jugar. Después ganamos dos Copa Italia y llegamos a los play off.

-¿Qué pasó entonces?

-Yo soy bastante directo y se rompió la relación con el entrenador y me fui a Saracens (un club de rugby de Rumania). Mientras tanto, Viadana tuvo dos años más complicados. Casi descienden y el nuevo presidente me convocó para que vuelva. Me llevó para manejar la parte deportiva, como general manager.

Germán Fernández, head coach de Viadana.

-¿Quiénes son los argentinos del Viadana?

-Está Germán (Fernández) como head coach y entre los jugadores tenemos a Lautaro Casado, Adolfo Caila, José Ignacio Ceballos, Iñaki Mateu, Juan Alejandro Wagenpfeil y Ramiro Finco.

Meses atrás, Ramiro Finco tuvo que ser hospitalizado de urgencia durante el partido que el equipo estaba disputando en Roma ante Lazio, correspondiente a la última fecha del Top 10, al sufrir un accidente cerebral en cancha. "Es muy importante para el club. Estuvo en la etapa en la que ganamos la Copa Italia y después volvió conmigo al Viadana. Además de ser jugador, ayuda desde la parte administrativa. Actualmente está en proceso de recuperación en un hospital de Roma", contó Gamboa.

-¿Qué equipo argentino sería el Viadana?

-Viadana sería el Seleccionado de Buenos Aires. No llegaríamos a ser una de las franquicias de la superliga sudamericana.

-¿Van a seguir todos en Viadana?

- Lo primero que hicimos con Germán (Fernández) fue respetar a los jugadores que se bancaron una transición tan dura por la pandemia y por un sponsor que se fue apenas 3 meses después de firmar un contrato.

Lautaro Casado.

En Viadana, como en todo el norte de Italia, la pasta y las cazuelas son las estrellas de la gastronomía y aportan a los rugbiers los hidratos de carbono y las proteínas que necesitan. Pero no debe ser difícil ubicar a los argentinos un fin de semana: solo seguir el hilo aromoso del humo un domingo al mediodía. Allí, habrá y asado. Y a su alrededor, argentinos

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