Tras la polémica, reanudan la construcción del muro perimetral en la UNCUYO

Después de casi cuatro meses de paralización y fuertes cuestionamientos, la Universidad Nacional de Cuyo volvió a poner en marcha las obras del muro que bordea parte del campus. El proyecto sufrió ajustes estéticos y ambientales tras obtener las autorizaciones municipales.

Luego de cuatro meses y tras haber estado en el centro del debate público, la Universidad Nacional de Cuyo reactivó las obras del muro perimetral que rodea una parte de su predio en el Parque General San Martín. Con un avance de obra que promedia el 80%, se estima que el muro estaría listo durante agosto.

La iniciativa había sido frenada a fines de enero por carecer de la habilitación municipal correspondiente, lo que llevó a que el intendente de la Ciudad de Mendoza, Ulpiano Suarez, denunciara públicamente la construcción como "clandestina".

La reanudación fue posible tras la aprobación de los permisos por parte de las autoridades municipales y provinciales. La empresa PREAR Pretensados Argentinos S.A., a cargo del empresario Alejandro Cartellone, retomó las tareas en el lugar con el objetivo de finalizar la obra lo antes posible.

Durante el tiempo de interrupción, el predio acumuló escombros y residuos, y el proyecto -que ya estaba ejecutado en un 80%- fue sometido a revisiones. A partir de las críticas recibidas, la UNCUYO introdujo modificaciones que contemplan aspectos ambientales y urbanísticos. Entre los cambios se incluye la incorporación de tramos con mayor visibilidad, la integración de cercos verdes y la reducción del impacto visual de la estructura de hormigón.

El muro fue concebido como una respuesta a la creciente inseguridad en la zona. Según señalaron desde el Rectorado, la decisión se tomó tras evaluar reportes de robos, arrebatos violentos y situaciones de amenaza tanto al personal como a estudiantes y docentes. Los hechos se concentraban especialmente en las cercanías de las facultades de Educación, Derecho y Artes, así como en el área del comedor universitario y los galpones lindantes con la avenida Champagnat.

En varias oportunidades, las instalaciones fueron blanco de robos y actos vandálicos. Además, en la parada de colectivos próxima a ese sector del campus, se denunciaron asaltos a mano armada, lo que terminó por acelerar la decisión de cerrar el perímetro.

La obra, que implicó una inversión cercana a los 680 millones de pesos, busca reforzar la seguridad y evitar hechos más graves. Desde la UNCUYO insisten en que se trata de una medida prioritaria y esperan que los trabajos concluyan hacia mediados de este año. 


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