Tête à tête con Fernando Ballesteros

El genial maestro Fernando Ballesteros, en un diálogo franco con Alejandra Cicchitti. Imperdible momento para compartir en nuestros sábados de Arte.

Alejandra Cicchitti

Este talentoso y querido licenciado en Canto, pianista y compositor cordobés, Fernando Ballesteros, conoció Mendoza a los 24 años y enamorado de las arboledas, adoptó nuestra tierra para siempre. Se especializó en Nueva York con Delia Rigal del Metropolitan Opera House en 1.996, gracias a un programa de promoción cultural del consulado general de Argentina y según sus propias palabras, sus ansias por seguir aprendiendo nunca cesarán.

Juez imperial en Madame Butterfly.


"Toda mi vida estudié, sigo estudiando, eso es alimentarse de cosas nuevas".

Habiendo egresado de la Universidad Nacional de Córdoba y con un puesto estable en el Coro Polifónico de Córdoba, decidió seguir sus estudios y su vida en Mendoza. Ingresó entonces a la Escuela de Música y se dio cuenta de que gracias a los aprendizajes anteriores, poseía un bagaje de conocimientos mucho más adelantado de los que aquí se ofrecían. Habiendo cursado por ejemplo "Didáctica de la Música", ya tenía experiencia en Dirección coral, lo que lo ayudó rápidamente. Durante la entrevista, el profesor Ballesteros destacó el papel importantísimo que tuvieron la suerte y Dios en su vida y el haber estado en el lugar y tiempo oportunos.

Fue así que un día, mientras tocaba el piano y cantaba en el aula 12 según él recuerda, fue sorprendido por el Maestro Felipe Vallesi, quien al escucharlo lo invitó a formar parte del Coro Universitario. Agradecido con la propuesta, le explicó que recién estaba instalándose y que necesitaba con cierta premura un trabajo remunerado. Lo puso en contacto ese mismo día con el Maestro Carlos Barraquero, director del Coro de Cámara de la Universidad y luego de ganar el concurso correspondiente, el 15 de agosto de 1.976, fue un nuevo integrante de ese hermosísimo grupo coral, del que nunca más se separaría.
Su amor y su gran dedicación a la docencia junto a la consabida cuota de suerte que lo acompañaba, lo llevaron a dar clases en los Colegios Sagrado Corazón y San Luis Gonzaga durante muchos años, donde formó e hizo apreciar distintos tipos de música a varias generaciones.

En un acto patrio en el DAD.


"A mí siempre me apasionó la música como espectáculo, como medio de comunicación pero tengo algo en mi ADN que es mi alma docente. La docencia es una forma de transferirla, de mostrarla".

Fue parte del cuerpo docente del Instituto Terciario San Pedro Nolasco y tuvo la oportunidad de rearmar el coro de jóvenes de la Fundación de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (FUCIM) junto al Maestro Marcelo Coltro, quien luego de un corto tiempo compartido, lo dejó a cargo de éste.

En la Biblioteca de la FUCIM en 1978

"Siempre sentí que en cada trabajo, por más pequeño o pasajero que fuera, debía entregar lo mejor de mí y así lo hice".

Afirmó que ha habido épocas de oro en todo el país a nivel coral a partir de los años 60, con una educación musical y una renovación musical importante. Mendoza tiene una valiosa tradición impulsada desde hace muchos años gracias a pioneros como el Maestro Felipe Vallesi, Eduardo Grau, Nilda Palucchini, Pedro Valentín Costa, Alfredo Dono y Víctor Volpe entre otros.

Al preguntarle cuál es según él la situación actual de los coros, explicó que ha habido una evolución y una independencia al respecto. El ejemplo que dio fue que en general, los que tienen hoy 50 años y más, antes además de ir a la escuela, o estudiaban Inglés, o hacían algún deporte o, formaban parte en un coro. Un coro era sin querer una buena posibilidad de conocer gente, "muchos matrimonios se conocieron de esa forma" recordó y era además una acción social con gran riqueza humana. Y reconoció sabiamente que los tiempos han cambiado y que además de la doble escolaridad, ahora hay miles de cursos para hacer y que las redes sociales permiten contactar a muchísima gente.

Concierto en "Los Caminos del Vino" en 2017.



"Hoy la vida coral es muy difícil. No van quedando espacios de tiempo libre en el día para dedicarse y la urgencia económica también influye. En Buenos Aires actualmente, los ensayos se realizan un solo día a la semana y que cada integrante se lleva grabado en su teléfono lo que debe aprender y ensayar bajo su propia responsabilidad para la reunión siguiente".
Volviendo a su historia en la UNCuyo, el profesor Ballesteros contó que en el año 1.998 le ofrecieron dirigir el Coro de Cámara por un breve período de 3 meses, ya que la situación presupuestaria era complicada. "La única obligación que me pusieron fue dar un concierto". Y continuó entusiasmado su relato: "Hablé con los músicos y les dije: Señores aquí no se habla más, aquí se canta y durante ese año ofrecimos 48 conciertos. Empecé contratado por 3 meses y ya llevo 23 años", sonríe contento.

Dirigiendo el Coro de Cámara de la Universidad Nacional de Cuyo.


Fue su mérito como director el pensar cómo solventar los gastos que eran necesarios y en poco tiempo el Coro de Cámara se convirtió en un nuevo organismo. Le planteó a sus 20 cantantes que ellos no eran meros empleados universitarios, sino que eran la Universidad, que el Coro era la imagen de la Institución. Todos así lo entendieron y lo siguieron y le confió a Memo que él mismo también ha sido constantemente evaluado para asegurar la calidad y continuidad del grupo.

A propósito de sus proyectos futuros, admitió que si bien él está ya jubilado, sigue siendo el Director del Coro mientras busca quien vaya a sucederlo." Alguien que sea diferente a mí, todas las direcciones necesitan una cocina dada por lo que un director sabe administrar y por una institución que le da la oportunidad de hacer. Nunca hay que poner el nombre por delante. Por eso la gente no debe decir ese es el coro de fulano, porque el coro está formado por todos sus integrantes". El concurso está abierto al extranjero inclusive e implicará presentar una programación anual y la preparación íntegra de un concierto entre otros requisitos.

Una interesante diferencia que remarcó sobre la elección de carreras fue que hoy las profesiones consideradas desde siempre como más duras o más largas: Ingeniería, Medicina, Abogacía no tienen el atractivo de antes y que la Música aparece como una alternativa para los jóvenes. Sin embargo aclaró que debe distinguirse entre el estudio de la Música que proponen las Universidades y la búsqueda y satisfacción de hacer música que tienen actualmente tantos chicos. La Universidad ofrece una formación académica de excelencia, completa, enriquecedora, pero muchos solo quieren aprender a tocar un instrumento determinado, como la batería por ejemplo y no buscan un título. Y gracias a Dios en Mendoza las bandas, los músicos y los cantantes están muy presentes.

De todas formas aclaró que si bien la carrera de Música es larga, porque desarrolla conocimientos y principalmente la habilidad y dominio de instrumentos y canto solista, hoy se puede iniciar a la par del ciclo básico de la Secundaria en 4 tramos de preparación, para luego a nivel universitario desarrollar 5 años de Licenciatura con opción al Profesorado. Esto es lo que condiciona a que no haya egresados menores de 23 años aproximadamente, edad en la que en centros de formación de Europa y Estados Unidos se los considera viejos.

Una interesante invitación para aquellos que quieran dedicarse y convertirse como él en un excelente y comprometido profesional que hace disfrutar al público del arte musical.

El Coro de Cámara durante una presentación en la Peatonal el año pasado, conmemorando los 80 años de la UNCuyo

Cantando solista "La misa criolla".

Con su gran amiga Sara Rosales y su esposa Sandra Serer.




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