El dólar quiere recuperar espacio

Después de perder más de 20 puntos en 2021, la divisa se ve incentivada con el aumento del precio internacional.

Rodolfo Cavagnaro

Esta semana el valor de la moneda norteamericana en el mercado "blue" tuvo un crecimiento de 10 pesos, ya que arrancó a 209 y terminó el viernes a 219 (en Mendoza se vendía a $221) en momentos en los que los operadores saben que el Banco Central casi no tiene reservas y que los únicos disponibles son los que los particulares quieran volcar al mercado.

Uno de los motivos que aceleraron la desconfianza de los operadores, fue la carta de Cristina Fernández en la que intentó sacarse todo tipo de responsabilidades. Para ello recurrió a una parábola lingüística porque siguió forzando las culpas sobre Mauricio Macri y advirtiendo al FMI que cualquier ajuste que le obliguen a hacer a este Gobierno no sería cumplible.

Cristina está convencida que llegar al default sería una gran victoria épica, tal cual hicieron con los "Holdauts" a pesar de varias condenas del ex juez Griessa. El problema de la vicepresidenta es que, aunque se hiciera un gran acuerdo, el ajuste es inevitable y el gobierno debería pagar el costo político, algo que quiere evitar a toda costa.

Con estas declaraciones, el mercado asumió que el acuerdo con el FMI está cada vez más lejano y por lo tanto no hay chances de acuerdo ni de una revisión del sistema de gastos del Estado. Por supuesto, ni pensar en bajar impuestos sino saber que hay que esperar mayor emisión monetaria y, por lo tanto, mayor nivel de inflación.

En los últimos días el problema se generó porque la UIF (Unidad de Información Financiera) introdujo una serie de requisitos que deben cumplir los compradores de dólares en los mercados bursátiles, lo que alejó a muchos inversores que pasaron a presionar sobre el mercado de billetes.

La falta de acuerdo con el FMI traerá aparejados una serie de problemas y es probable que acelere la devaluación del dólar blue.

Cómo recuperar el atraso

Un primer concepto que debe quedar claro es que el dólar es un bien más de la economía y que sus valores se fijan libremente en el mercado, más allá de los precios caprichosos que fijan las autoridades.

Durante 2021, el precio del dólar en su versión blue aumentó de punta a punta un 28%, mientras que la inflación fue del 51%. Con esto, el valor de la moneda norteamericana perdió más de 20 puntos y los inversores que apostaron al dólar, claramente, perdieron frente a otras inversiones.

Sabido es que para los argentinos el dólar es la moneda de resguardo y en cuanto aumenta la incertidumbre, rápidamente se vuelcan a comprar dólares, sin importar los valores. Es que no creen en los pesos argentinos. Quizás por esto es por lo que el dólar blue aumentó en el gobierno de Alberto Fernández un 214%. Esto es lo que el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz calificó como "el milagro argentino".

No obstante, y por tratarse de una mercancía muy atada a la confianza, los inversores no tienen mucho en cuenta sus precios, sino que quieren tener la sensación de seguridad que el peso no les da.

Nadie sabe hasta cuánto puede seguir el valor del blue porque, además, hay dos factores que se suman. Por una parte, la cantidad de pesos que emitió el Banco Central en diciembre y están disponibles, pero ahora el mercado no los quiere.

Por otra parte, la Reserva Federal de EE.UU. y los bancos europeos están anunciando subas de tasas en los próximos meses y esto trae aparejado la suba del valor del dólar en el mundo y la devaluación del resto de las monedas. Con ese panorama no tiene sentido que el Banco Central intente frenar con magras reservas un proceso que está fuera de su control.

Mientras los mensajes de la política sigan siendo confusos y Economía siga inundando de pesos el mercado, la suba del dólar no se parará y alimentará el crecimiento de la inflación. Si esto no implica costos políticos, el gobierno está mirando para otro lado.