La impotencia de las grandes potencias

Un homenaje del lector de Memo Santos Isgró, a quienes "han dado su vida y los que la arriesgan para salvar otras".

Santos Isgro

Hasta el día de hoy se barajan varias hipótesis sobre cuándo y de dónde llegó el hombre al planeta Tierra.

Lo cierto es que vino para quedarse y no le resultó fácil. Tuvo que recurrir a las cavernas para no ser presa de las bestias y al garrote para procurarse alimento, conseguir compañera y poder dialogar con los vecinos.

Con el paso del tiempo no fue necesario el palo para conseguir pareja y se formaron familias y luego grupos.

Para sobrevivir y mantener diálogo entre vecinos, se cambió el garrote por cuchillo, hacha, flecha y cualquier objeto contundente, hasta llegar a los barcos de guerra, la Santa Inquisición que contaba con poderosos ejércitos para civilizar y evangelizar, le siguió la ametralladora a manija, los cañones, hasta que hicieron su aparición los aviones y otras armas más sofisticadas.

El negocio más rentable era inventar y fabricar nuevos elementos que sirvieran para matar y destruir.

Con estos elementos se desarrolló la primera Guerra Mundial.

A comienzos de la segunda Guerra Mundial, las grandes potencias firmaron un documento en blanco a muchos científicos para que trabajaran full time en busca de un arma de destrucción masiva que superara todo lo conocido.

A fines de 1941 Alemania estaba "barriendo" a los Aliados que necesitaban con urgencia el apoyo de los EEUU que ignoró un aviso secreto recibido el 27 de noviembre con alerta de un ataque sorpresa que se produciría el día 7 de diciembre por parte de Japón.

Aunque el ataque "sorpresa" le costó muy caro en vidas y elementos, le sirvió a EEUU para declararle la guerra a Japón y Alemania.

A mediados de 1942 Roosevlt recibió una nota personal de Albert Einstein en la cual le sugería fabricar una bomba en base a energía nuclear.

Ese mismo año Einstein armó un equipo entre los que se destacaba el italiano Enrico Fermi.

y comenzaron a trabajar contra reloj para armar el arma tan ansiada por todos los Países beligerantes.

En 1944 se probó con éxito en El Álamo la bomba atómica.

En 1945 en Hiroshima y Nagasaki, no sería una prueba.

¿Cuándo se termina el mundo? Se barajan muchas fechas, algunas ya vencidas. Todo depende de cada Credo, cálculos Astrales, la Biblia y muchos videntes.

Separemos el mundo de los seres humanos que lo habitan.

De esta forma podemos determinar que el planeta con todo ser viviente va a desaparecer en el momento que un Presidente trasnochado inicie la Tercera Guerra Mundial que provocará el segundo big bang del planeta.

En cuanto a la humanidad, ya hubiera sido exterminada por enfermedades, epidemias y pandemias hace siglos, de no haber sido por científicos, médicos y colaboradores, que al igual que el equipo de Einstein han trabajado full time, con la diferencia que lo han hecho para salvar vidas y construir.

Al día de hoy nada ha cambiado. Mucho personal sanitario ha entregado su vida y otros la arriesgan todos los días para salvar otras.

Este es el momento propicio para que los matones de las grandes potencias recapaciten y acepten que todo su poderío bélico no sirve para combatir un virus que se "fugó" de algún laboratorio y tiene amenazada a toda la humanidad.

Todos estamos pendientes de una o más vacunas efectivas. Hasta que eso ocurra, cuidémonos y cuidemos nuestro entorno sin necesidad de que nadie lo imponga. Seamos cada uno nuestro propio jefe.

A través de este medio pido un silencioso homenaje por todos los que han dado su vida y los que la arriesgan para salvar otras.



Santos Isgro DNI 6.898.411.-

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