#MendoExit para principiantes

A partir de las declaraciones de Cornejo, parece que pocos comprendieron la esencia de este movimiento "independentista". Un manual para comprender de qué se trata.

A la luz de las declaraciones que surgieron esta semana tras el planteo "independentista" de Alfredo Cornejo, quedó en evidencia que pocos comprendieron cuál es la esencia del "MendoExit", aquella campaña que lanzó un grupo de mendocinos en 2016, después de que Gran Bretaña aprobara en un referéndum su salida de la Unión Europea ("Brexit"). En primer lugar, ni sus fundadores ni el exgobernador buscan una "República de Mendoza", sino intentan visibilizar los factores económicos y culturales que posicionan a la provincia por encima de otras y cómo es discriminada una y otra vez por el poder central. Dicho de otra forma, el "MendoExit" no es un fin, es un medio que, en esta ocasión, resultó ser muy efectivo.

Previo a esta semana, eran muy acotadas las referencias al reclamo de Mendoza tras el freno de Nación a la represa Portezuelo del Viento; apenas un puñado de medios de comunicación, sobre todo los especializados en energía, hicieron referencia al conflicto que existía. Sin embargo, cuando observaron que en la provincia había un movimiento "independentista", se escribió y habló muchísimo más de la obra. En esta caso, el "MendoExit" fue un excelente medio para visibilizar un reclamo de Mendoza que hasta el momento había pasado desapercibido.

El "MendoExit" también generó que a nivel nacional se analicen cuáles eran las provincias más y menos viables (las que generaban más y menos recursos genuinos), permitiendo visualizar qué jurisdicciones podrían ser "socias" de Mendoza al momento de plantear un trato más justo para aquellas que son estrujadas por Nación. En esta línea, Rodolfo Suarez debería empezar a mirar a dos gobernadores peronistas que se han diferenciado del kirchnerismo: el cordobés Juan Schiaretti y el santafesino Omar Perotti. Y, por qué no, a Omar Gutiérrez, del Movimiento Popular Neuquino, donde el PBG ha crecido exponencialmente gracias al avance sobre Vaca Muerta.

Sin embargo, muchos tomaron literalmente la idea de una Mendoza independiente, sin comprender la esencia de esta campaña impulsada, entre otros, por Hugo Laricchia, cuatro años atrás. Hubo dirigentes políticos, peronistas y radicales, que catalogaron de "ridículo" el planteo y hasta un diputado provincial pidió penas de prisión para aquellos que fomentaran la secesión. Igualmente todo sumó: las referencias al #MendoExit seguían en aumento y el tema fue replicado en medios europeos, donde se hizo referencia a la calidad de los vinos mendocinos, sus pistas de esquí y otras bondades al pie de los Andes.

De todas maneras, sí es cierto que alguna vez se llegó a analizar una autonomía real: por ejemplo, durante la gestión de Roberto Iglesias, el exgobernador le encomendó a Alejandro Pérez Hualde, quien era asesor del ministro Enrique Vaquié, actualmente funcionario, que analizara la posibilidad de una Mendoza con cierta independencia del poder central, en un contexto de tensión similar al actual. Cuentan quienes integraban aquel gobierno que el exministro de la Corte (sería propuesto para el cargo por Julio Cobos) tardó minutos en derribar aquella utopía.

 Larga vida al "MendoExit", una herramienta que surgió desde la sociedad civil, a mano de cualquier gobierno de turno que tenga que dar pelea a nivel nacional.


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