El sueño de la vivienda propia

La dirigente estudiantil Melisa Farías, secretaria general de la Federación Universitaria de Cuyo, ofrece en esta carta las razones de su voto el próximo domingo.

Melisa Farías

El próximo domingo volvemos a votar. Y, hay que admitirlo, los mendocinos estamos pasando un momento de mucha desesperanza, el gobierno local se ha encargado de hacernos creer que merecemos poco. Que nos tenemos que acostumbrar a lo que hay. Y que no hay perspectivas de mejorar. Nuestros esfuerzos cotidianos no son tenidos en cuenta y parecen no conducir hacia ningún lugar. 

El trabajo al que podemos acceder es de mala calidad, y nuestros estudios, nuestros deseos, no parecen ser prioridad para nadie. En la campaña electoral nos encontramos frente a un desfile de estrategias de campañas que son difíciles de digerir en medio de la vorágine diaria. Incluso para los que somos más jóvenes, el exceso de información en las redes hace difícil prestar atención a cada plataforma electoral. 

Sin embargo, debo reconocer que hay una propuesta que logró llamar mi atención: "La revolución de la vivienda". 

Escuchar hablar a Omar Parisi sobre la posibilidad de tener mi propia casa, me hizo conectar con cosas que pensé no existían. Nadie de mi generación sueña con su casa propia. 

Para quienes somos jóvenes la posibilidad de una casa propia nunca existió, es que ya no soñamos ni con un lotecito. En el mejor de los casos nuestras expectativas están puestas en pegar con un dueño directo e intentar llegar a algún acuerdo que sea posible de pagar. Esa fue mi suerte, poder salir de la casa de mis padres e irme alquilar dejando la mitad de mi sueldo ahí. 

Hoy mis hermanos más chicos no cuentan ni con ese destino. Son infinitas las veces que he escuchado decir "ah, ahora los jóvenes no quieren una casa" "prefieren gastarse la plata en otras cosas", "son más nómades", será cierto que algunos jóvenes no quieren comprarse una casa, pero lo que es realmente cierto es que hoy casi ningún joven en Mendoza puede tener su propia casa. 

Voy a votar a Omar Parisi y a Lucas Ilardo este 11 de junio, porque me dan confianza y gracias a ellos empecé a pensar que merezco tener mi casa propia y que sería un buen proyecto para estos años que vienen. Los voy a votar el 11, y me encantaría volver a hacerlo en septiembre, porque estoy harta de los candidatos que se disfrazan de oposición mientras se sientan en la misma mesa chica. 

Estoy harta de ese show, nos ha hecho mucho daño a los mendocinos. Prefiero a los que nos permiten soñar con lo que soñaron mis abuelos, y volver a recuperar el entusiasmo de vivir en esta hermosa provincia.

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