Si no hay minería (ni la habrá), ¿qué contamina al río Tunuyán?

Hace un año un informe científico detectó la presencia de contaminantes en la cuenca, mediante la utilización de gusanos. La investigación fue publicada por una revista especializada a escala mundial.

Nadie quiere que los ríos sean contaminados: Al menos, eso sabemos con mucha vehemencia ahora que se busca que la minería otorgue un alivio a la falta de empleo genuino en Mendoza, ¿Por qué nadie antes hizo algo para que no contaminaran el río Tunuyán? La cuenca del importante cauce del Valle de Uco, epicentro del activismo antiminero, ya está contaminado y no hay ni habrá minería allí. ¿Quiénes lo hicieron entonces? Nadie se lo ha preguntado ni reclamado al respecto hasta ahora, pero sí se conocen los resultados de la investigación que lo reveló, que fue realizada por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (FAUBA) el año pasado. Para ello usaron como estrella a un pequeño gusano capaz de responder a niveles muy bajos de contaminantes. "Esta nueva metodología podría convertirse en una herramienta esencial para el manejo de los recursos hídricos del país", evaluaron entonces.

"Evaluamos la metodología en dos regiones productivas del país donde el recurso hídrico es esencial. La primera fue la cuenca del río Tunuyán, en Mendoza, cuyas aguas se usan para producir vinos que luego consumimos los seres humanos. La segunda fue la cuenca del arroyo Pergamino, en la Región Pampeana, donde se cultiva soja y se aplican agroquímicos desde hace muchos años. En ambos casos, por medio del gusano detectamos que las aguas estaban contaminadas con sustancias tóxicas", señaló en su momento Araceli Clavijo, docente de la cátedra de Bioquímica de la FAUBA.

En el caso del río Tunuyán, Clavijo aclaró que existen grupos de investigación que monitorean el agua constantemente y que los parámetros físicoquímicos y bacteriológicos son aceptables. Sin embargo, los estudios toxicológicos que ella realizó con este novedoso bioindicador pusieron en evidencia que, en realidad, el agua sí tenía algún nivel de contaminación.

Con el río Tunuyán se riegan diferentes producciones agrícolas. En su cauce, y gracias al gusano, se hallaron sustancias tóxicas para los seres vivos.

"Gracias al gusano pudimos establecer que calidad y toxicidad no van de la mano: en las aguas que supuestamente eran de buena calidad, C. elegans indicó toxicidad. Concretamente, en un 40% de los casos, la respuesta del gusano no tuvo que ver con los parámetros que se miden en los análisis de rutina. Claramente, se debió a sustancias tóxicas -como nitratos, fosfatos y combos de agroquímicos- que, de otra manera, nunca hubieran sido detectadas.

Estos resultados están publicados en la revista Science of the Total Environment, sostuvo Clavijo.

En la publicación publicaron los gráficos de la investigación:

El sitio internacional científico sintetizó el estudio de la siguiente manera:

- El bioensayo de C. elegans se realizó para evaluar la calidad del agua en la cuenca del río Tunuyán.

- El bioensayo de C. elegans debe complementar el cálculo del índice de calidad del agua.

- El análisis fisicoquímico explica el 62% de la variabilidad del crecimiento de C. elegans .

- La calidad del agua de la cuenca alta de Tunuyán es significativamente mejor que la de la cuenca baja.

En idioma de publicación:

- C. elegans bioassay was performed to assess water quality in Tunuyán River Basin.

- C. elegans bioassay should complement Water Quality Index calculation.

- Physicochemical analysis explain 62% of C. elegans growth variability.

- Tunuyán Upper Basin water quality is significantly better than lower basin.

En el resumen ejecutivo indicaron:

La determinación del estado de la calidad del agua en los ríos es fundamental para establecer una política de gestión sostenible del agua. Por esta razón, en las últimas décadas se ha recomendado realizar evaluaciones integradas del agua que incluyen cantidades de agua y pruebas fisicoquímicas, ecológicas y toxicológicas. Sin embargo, a veces los recursos son limitados y no es posible realizar determinaciones químicas de contaminantes a gran escala o realizar numerosas pruebas ecotoxicológicas. Para superar este problema, utilizamos y medimos el crecimiento, como parámetro de respuesta, del nematodo del suelo Caenorhabditis elegans para evaluar la calidad del agua en los ríos. El C. elegans es un organismo ubicuo que se ha convertido en un organismo modelo importante eninvestigación en toxicología acuática y del suelo . La cuenca del río Tunuyán (Provincia de Mendoza, Argentina) ha sido seleccionada como un sistema tradicional representativo de monitoreo del agua para probar la aplicabilidad del bioensayo toxicológico C. elegans para generar una evaluación integrada de la calidad del agua. Conjuntamente con losensayos tóxicos de C. elegans , se determinaron los parámetros fisicoquímicos y bacteriológicos para cada sitio de monitoreo. Los bioensayos de C. elegans ayudan a identificar diferentes calidades de agua en la cuenca del río. Análisis estadístico multivariante (PCA y modelos de regresión lineal) nos ha permitido confirmar que los estudios tradicionales de calidad del agua no predicen posibles efectos tóxicos en los organismos vivos. Por el contrario, los análisis fisicoquímicos y bacteriológicos explican < 62% de la variabilidad de la respuesta al crecimiento de C. elegans , mostrando que los bioensayos ecotoxicológicos son importantes para obtener un escenario realista de amenazas a la calidad del agua. Nuestros resultados confirman que el bioensayo de C. elegans es una herramienta sensata y adecuada para evaluar la toxicidad y debe implementarse en el monitoreo rutinario de la calidad del agua.

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