Qatar 2022, la sede elegida para callar a los detractores de siempre

A una semana del inicio de la Copa del Mundo, el planeta se tiñe de cultura árabe y bienvenido sea.

Un 2 de diciembre de 2010, hace exactamente 4364 días, la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA), elegía a Qatar como sede de la vigésima segunda Copa del Mundo que se disputaría 12 años después. Aquella determinación anunciada por Joseph Blatter llamó poderosamente la atención y desde ese momento no frenaron los rumores y también confirmaciones de que aquella sede había llegado al mundo árabe por primera vez pero en medio de escándalo y corrupción.

La forma más conveniente de pagar fuera del país y evitar el dólar Qatar

El FIFA Gate fue un claro reflejo de que aquella candidatura y posterior confirmación estaba repleta de sobornos, maniobras que nunca hubieran salido a la luz si efectivamente Estados Unidos se hacía con la organización de alguna de las Copas del Mundo que buscaba, esta que está a la vuelta de la esquina o la pasada Rusia 2018. Debieron pasar unos años más para la confirmación de que el país que albergó el Mundial '94 tenga su próximo campeonato; este será en forma conjunta entre Estados Unidos Unidos, México y Canadá en 2026.

Tampoco podemos estar completamente seguros de que todas las candidaturas anteriores no hayan estado teñidas de corrupción, empezando por la de 1934 en Italia con Benito Mussolini a la cabeza. Sin embargo, esta, por todos los condimentos que conlleva, sobre todo la falta de tradición futbolera, hizo pensar, y para muchos, que este Mundial no debía llevarse a cabo en Qatar. Los detractores de siempre. 

No obstante, existen un sin número de motivos por los cuales pensar en un Mundial en Qatar se vuelve sumamente positivo y necesario.

En primer lugar, no todos los campeonatos mundiales de fútbol se han desarrollado en países completamente futboleros y acá podríamos nombrar Sudáfrica 2010 y, sobre todo en aquel momento, Estados Unidos '94. Era el Mundial número 15 de la historia en un país donde las pasiones pasaban por el beisbol, el básquet o el fútbol americano. Los estadios de otros deportes debieron adaptarse a la cita y la presencia de Diego Armando Maradona le terminó regalando una importancia mayor para quienes se empezaban a empapar de esta cultura que suma adeptos año tras año.

A la hora de repasar sedes históricas, cómo dejar de lado nuestro Mundial, aquel que en 1978 se disputó en plena dictadura militar y con el deporte más lindo de todos envuelto en muerte, tortura y desaparecidos.

Otro aspecto a favor de Qatar podría ser, salvando las distancias en cuanto a su puesta en escena pero que sirve como antecedente, la organización del Mundial juvenil 1995, aquel que, de la mano de Néstor Pékerman, la Selección argentina ganaría para sumar su segunda estrella a aquella conseguida en 1979 en Japón y que tuvo a Diego como máximo exponente.

El Mundial de Fútbol es el evento mas convocante del planeta y en el que casi 200 países luchan para meterse en la ronda final, en sede fija, entre las 32 selecciones más importantes (desde 2026 serán 48 equipos).

El Mundial engloba y entrelaza culturas. Por qué no pensar en un Mundial bañado por una cultura única, sin pergaminos, pero amante del deporte.

El Mundial es pasión, competencia, pero también solidaridad. Un evento único e irrepetible en el que todos los habitantes del mundo deben tener la chance de vivirlo. Sin ir más lejos, miles de ciudadanos de India y Bangladesh (selecciones que no participan en Qatar), ya están en tierras qataríes por el solo hecho de vivir una experiencia asombrosa, más allá de no poder alentar a la selección de su país.

El actual presidente de la FIFA aseguró que Qatar 2022 será el "mejor Mundial de la historia" y por qué no pensar que así será. A una semana del evento máximo, bienvenido sea Qatar a la religión que más fieles convoca.

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