Terminada la campaña, la política habla de fantasmas (literal y no metafóricamente)

Se habló mucho de "fantasmas de la política". Pero ahora los políticos hablan de fantasmas. Superstición en un mundo en donde la realidad estalla a cada paso.

Todas las noches, de madrugada, un sistema de seguridad activa una cámara de videovigilancia en las instalaciones del recinto del Concejo Deliberante de Guaymallén cada vez que hay movimiento. Deja el registro de lo que se mueva en el lugar, un zona prácticamente sin circulación de aire. una especie de cúpula con una entrada por el sur y otra por el norte, pero ambas, sin salida directa a la calle.

Pues bien: el tema en discusión es qué es lo que pasa todas las noches después de la 1 de la mañana y antes de las 4, cuando las cámaras se encienden y solo puede verse a una misma puerta abriéndose. Unas veces más, otras menos, pero sin dejar ver imagen de ser vivo alguno circulando por la zona.

El tema ya está en el orden del día más allá de los ocurrentes o suspicaces que utilizan el término "fantasma" cuando critican a dirigentes políticos más bien ausentes de sus tareas. Con la finalización de la campaña, hay toda una acción de búsqueda para determinar qué es lo que sucede y, aunque muy probablemente se trate de una corriente de aire, no faltan los supersticiosos que sin indagar más, aceptan de cuajo que se trata de una situación paranormal y formulan hasta apuesta en torno a qué espíritu es el que podría estar circulando a esas altas horas por el lugar, en donde no hay personal alguno habilitado para estar presente.

El otro caso se cuenta en Luján de Cuyo y circula desde que se trasladó la sede comunal al predio que antes ocupaba el instituto Antonio Provolo, en donde sus religiosos y algunos laicos y otros profesionales y empleados están siendo juzgados, acusados por abusos a niños.

La historia que cuenta en estos días los municipales es que una mujer que trabaja en el Concejo Deliberante llevó a su hijo a la salida de la escuelaa y lo puso a dibujar. Luego, fueron a su casa. Cuando revisó lo dibujado vio que había lanzado rayones de modo tal de configurar una imagen equiparable a la de un niño con rasgos feos y enojado. La madre -dice el cuento que dan por cierto- le preguntó al pequeño chico de jardín de infantes por qué lo había dibujado tan feo. Y el niño habría respondido: "Es el chico que trajiste del trabajo, que es malo y está en el baño". Por supuesto, no había tal.

De allí que estos relatos estén copando una agenda ya fuera del cronograma electoral y con las ansiedades puestas en los recambios de funcionarios y legisladores, de modo tal que la presión puede ser superior a la de otros momentos o al contrario, el relax permite el intercambio de historias como éstas.

De la primera hay videos y los veremos abajo. La otra es muy fuerte y, debido a las implicancias que tiene el caso que se investiga en ese lugar, resulta truculenta y probablemente motorizada por los imaginarios que generan las historias que circulan, sean o no verdad, como reguero de pólvora.

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