Noviembre, y el grito desgarrador del #NiUnaMenos

"Necesitamos de manera urgente como sociedad empezar a cuestionarnos y reflexionar sobre estas situaciones. Empezar a 'deconstruirnos', término que está de moda, pero que llevarlo a la práctica cuesta más, mucho más que lo que uno y una imagina, pero es un camino de ida".

Mayra García

Es increíble ver que pasan los días, los meses, los años y las mujeres se encuentran luchando de distintas maneras contra este sistema que viene oprimiendo y violentando desde hace siglos y, que además, es un patrón cultural con el que día a día se trabaja incansablemente para que sea revertido. Como cada año, aquí en la Provincia de Mendoza, las mujeres y disidencias salimos los 25 de Noviembre a las calles a mostrar el valor, las fuerzas, el empoderamiento que hemos logrado día a día, pero, por sobre todas las cosas un grito de justicia, un grito que ya no somos sujeto de abuso por parte del patriarcado.

Lamentablemente y a pesar de que desde los feminismos venimos dando una fuerte batalla para sacar a las mujeres de su lugar de subalternidad en la que nos coloca el machismo, es muy común escuchar hoy en día: "Ay no te aguantas un chiste" "Sos re mala onda" "Es un piropo nada más" "Ya pareces una Feminazi" y cuantas frases más que las mujeres pueden enunciar en su día a día, como si tal cosa fuera un derecho conferido vaya a saber por quién.

Y es aquí donde se hará hincapié y expresar algunos conceptos que tienen nombre e implicancias donde mujeres y disidencias somos víctimas y es aquel tan minimizado "ACOSO CALLEJERO" y aquel silenciado "ACOSO VIRTUAL".

Por primera vez en Mendoza, un Ni Una Menos federal

Fruto de luchas colectivas de los feminismos se logró que en la ley 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres se defina al acoso callejero como una forma más de violencia ejercida hacia mujeres y disidencias, donde dice: "aquella violencia ejercida por una o más personas, en lugares públicos o de acceso público (...) a través de conductas o expresiones verbales o no verbales, con connotación sexual, que afecten o dañen su dignidad, integridad, libertad, libre circulación o permanencia, o generen un ambiente hostil u ofensivo" lo cual, a partir de 2009, significó un gran avance en materia de reconocimiento de derechos.

Desde el Observatorio de Ni Una Menos de la Organización Mumalá se hizo una recolección de datos y se obtuvo que el 70% de las mujeres recibió comentarios sobre su apariencia, al 37% de ellas, un hombre le mostró sus partes íntimas y 3 de cada 10 las tocaron con intención sexual en la vía pública, en consonancia con lo expuesto, 9 de cada 10 mujeres sufrió 2 o más situaciones de acoso en el transporte público, datos alarmantes y que no dejan de ser una gran preocupación para los colectivos feministas. Además es menester decir que también se considera acoso callejero; la difusión de fotografías y grabaciones hechas sin consentimiento, la persecución o arrinconamiento, la masturbación en público, mostrar partes íntimas del cuerpo, contacto físico indebido y sin tu consentimiento.

Desde dicha Organización también se indago acerca del acoso virtual y aquí se arrojan datos más escalofriantes aún, el 75% de las mujeres entrevistadas de entre 15 y 19 años, afirma que adultos desconocidos trataron de contactarse a través de redes sociales; el 62% recibió fotos o videos de contenido sexual de otras personas sin pedirlo, el 58 % recibió comentarios sexuales no deseados, no consentidos a través de Internet, el 38% recibió mensajes anónimos de amenazas u hostigamientos. Estos son algunos de los porcentajes muy alarmantes que forman parte del informe.

No será abundante agregar que a los datos expresados, en relación al acoso virtual, que al 30% les robaron sus claves de redes sociales; el 22% fue víctima de la publicación de rumores sobre su persona en redes sociales; el 21 % fue víctima de copia y re-envío de conversaciones privadas; y, el 20 % fue amenazada públicamente a través de redes sociales.

25 de noviembre

Es muy fuerte leer estos números que para algunos hoy en día, sólo son eso, números, y, para un 93 % de las mujeres lamentablemente son situaciones diarias en donde se ve violentada su integridad, su libertad, y su libre expresión.


La decisión de incorporar a nuestra Ley de Protección el acoso callejero y virtual como formas de las múltiples violencias de la que somos víctimas es un avance ya que era una de los faltantes más serios de la ley, teniendo en cuenta que el 93 por ciento de las mujeres ha sufrido algún tipo de acoso callejero en su vida. A pesar de los esfuerzos que se vienen haciendo históricamente aún falta mucho.

Es por todo lo expuesto anteriormente que necesitamos de manera urgente como sociedad empezar a cuestionarnos y reflexionar sobre estas situaciones. Empezar a "deconstruirnos", término que está de moda, pero que llevarlo a la práctica cuesta más, mucho más que lo que uno y una imagina, pero es un camino de ida.

Para combatir el machismo y la opresión es importante hablar de nuevas masculinidades, al respecto, Leonardo García magíster en Género y Desarrollo por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), describe que la nueva masculinidad no se refiere a la emergencia de nuevos hombres sino a la incorporación constante de la pregunta y acción frente a los usos abusivos del poder. Como tal, no se define un contenido específico sobre lo que deben ser y hacer los hombres; por el contrario, al asumir la nueva masculinidad como un proceso de humanización, se invita a los varones a reconocer y a hacerse cargo del machismo tradicional que han heredado y a explorar toda su potencialidad humana hacia el logro de la equidad entre mujeres y hombres.

Es justo adoptar enfoques transformadores de la masculinidad como eje articulador para la prevención de la violencia hacia las mujeres y de los sistemas sociales y culturales que producen la desigualdad.

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Es por eso que tiene que quedar en claro que, necesitamos caminar por las calles sin miedo, seguras y libres, lo que no hace falta es que nos grites en la calle delante de tus amigos para ser un ganador, no hace falta que nos insultes porque vestimos como queremos, no hace falta volcar tus inseguridades en agresiones en las redes sociales, no hace falta demostrar tu "masculinidad", esa que te enseñaron desde pequeño para desvalorizar a la mujer, no hace falta tu acoso disfrazado de piropo, no hace falta que creas que valemos por el valor que nos dan los hombres. No, no hace falta, porque nosotras NOS VALEMOS SOLAS.

LA AUTORA. Mayra García. Técnica en Administración Pública. Comisión Directiva de la Fundación Coincidir. 

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