Nadia Ghulam y el horror de Afganistán en carne propia: "Habíamos avanzado y no gracias a las tropas de EEUU"

"Después de caída de esa bomba se instaló el régimen de los talibanes no permitieron a las mujeres trabajar o estudiar. Yo no sabía qué hacer. Con la esperanza en el mañana, me vestí de hombre un día y ese día duró 10 años, vivía como un hombre en mi país y trabajaba para poder ayudar a mi familia y seguir mi vida adelante".

G. Conte y S. Montiveros

Inquieta, con el dolor encarnado, Nadia Ghulam nos atendió después de muchos rechazos y, cuando lo hizo, nos hizo sentir invasores de su tiempo y probablemente, también de su dolor. La emblemática mujer afgana que adoptó la identidad de su hermano muerto durante diez años, luego de que cuando niña su familia fuera víctima de un ataque que la dejó malherida y desfigurada, estaba esperando que la llamara su familia desde Afganistán y "cuando atiendo el teléfono, solo se trata de periodistas que quieren saber qué pienso en este momento", nos dijo (y condicionó, y culpó, y marcó).

Por eso la charla fue breve. Porque su tiempo es más costoso que el de muchos otros. Pero su palabra tiene valor para que el mundo sepa qué es lo que pasa en la nación que pudo abandonar para refugiarse, no sin meandrosos trámites, en España, situación que hoy le permite fluidamente comunicarse en español.

Su tragedia dejó heridas propias que sanas las ajenas, ya que su resiliencia abre camino a quienes se hunden o resignan ante situaciones similares.

Hoy, reclama al mundo que se levante contra todas las violencias. También, contra las "salvadoras", como la de Estados Unidos que, si bien alguna vez los liberó del yugo fanático, retardatario y letal de los talibanes, lo hizo solo llevando y dejando armas y no centros educativos o sanitarios, por ejemplo, para que Afganistán se consolidara como un país con otro capital humano distinto al dispuesto a la guerra, según nos dijo en esta charla.

Vale la pena escuchar y multiplicar el mensaje de Nadie Ghulam, quien ante la primera pregunta corrigió un grave error: dar por acostumbradas a las personas al dolor de ser víctimas de la violencia. En el programa "Tormenta de Ideas" del sábado por Radio Nihuil, intentamos hacerlo y aquí está su mensaje:

- En primer lugar, nos impactó lo que está sucediendo en Afganistán. Me imagino que usted no tanto, porque viene de todo una historia acostumbrado a la violencia.

- ¡No! ¡Qué dices! Con la violencia nunca te acostumbras. Somos seres humanos y por mucho que hemos vivido este trauma, me hace sufrirlo el doble que vos. Todo esto yo lo he vivido en mi propia piel y ahora pues estoy sufriendo mucho, me está afectando el doble. 

- ¿Qué implica la llegada de los talibanes al poder?

- Los talibanes son unos grupos muy radicales que están en contra del desarrollo de conocimientos y sobre todo los avances que pueden hacer los seres hermanos y trabajo de mujer. Pero aparte de eso, lo que a mí me preocupa actualmente sobre mi país, es que "los señores de la guerra" han acordado con ellos. Están mostrando que son una democracia y todo eso. Para los afganos es una cosa muy falsa. Estos "señores de la guerra" que han dejado caer una bomba en mi casa, son los que han hecho una guerra civil que ha dejado muchos huérfanos y ahora se han convertido en talibanes.

- ¿Es decir que permanecen viejas disputas dentro de Afganistán y no solamente con la intervención de Estados Unidos? 

- Claro. Estamos reviviendo todos los dolores, todas los dificultades que hemos vivido, todos los traumas. Ahora estamos volviendo a vivirlos.

- Usted cree que se había podido avanzar en el nivel educativo y formativo, en libertades para las mujeres en su país de origen antes de que volvieron los talibanes al poder.

- Muchísimo. Estábamos avanzando bastante. No es gracias a las tropas internacionales o Estados Unidos. Nosotros habíamos avanzado gracias a la cooperación internacional, sobre todo de las ONG y también con programas de ayuda humanitaria. Eso es lo que ha hecho muchas cambios en la vida de la población afgana, pero no no los militares, ni las armas. Yo siempre digo que ahora estamos en el peor momento de mi país. Yo estoy pidiendo a la comunidad internacional que, por favor, no se cometan más errores como mandar tropas, porque no son la solución para mi país. Necesitamos personas preparadas, con formación, que puedan hacer un cambio a la vida de sociedad civil. 

Audio completo "Tormenta de ideas" 22 de agosto de 2021: Afganistán


- Cuéntenos un poco cómo fue su historia personal. ¿Cómo vivió en primera persona la historia reciente de Afganistán?

- Yo personalmente sufrí en mi propia piel la guerra civil. A los ocho años cayó una bomba en mi casa y eso fue el fin de vida de una niña feliz. Entré en coma y después ya entrando el régimen de los talibanes. Durante dos años que estuve en el hospital y fue muy difícil. No solamente la parte de la herida sin medicamentos ni médicos, porque claro, en un guerra quién se iba a quedar. Mi madre es analfabeta y hacía de enfermera, cuidando de mí y de los otros niños y niñas. Yo estaba perdiendo mucha mucha sangre y mi madre tomó algodones, los quemaba y los metía en mis heridas para que no salga sangre, y así curó las heridas de mi cuerpo. Hemos sufrido mucho, pero con la gente civil, el doble, porque caían bombas en los hospitales. Cualquier ser humano en mi país cuando le preguntas su deseo, es paz y nada más. No tiene otro. Después de caída de esa bomba se instaló el régimen de los talibanes no permitieron a las mujeres trabajar o estudiar. Yo no sabía qué hacer. Con la esperanza en el mañana, me vestí de hombre un día y ese día duró 10 años, vivía como un hombre en mi país y trabajaba para poder ayudar a mi familia y seguir mi vida adelante.

- ¿Cómo es el contacto hoy en día con la familia que quedó en Afganistán?¿Tienen charlas a diario?¿Qué le han comentado después de lo que sucedió el fin de semana pasado?

- Estoy con mucha angustia. Cada segundo estoy con el teléfono y cada vez que me llaman, resulta que se trata de algún periodista para hacer una nota, mientras pienso que es de Ministerio de Asuntos Exteriores o mi familia. Cuando me dicen que me llaman para una entrevista toda la ilusión se va. Estoy desesperadamente esperando un llamado de mi familia y me está costando atender otras cosas. 

- ¿Pudo volver en algún momento a Afganistán?

- Sí, yo intentaba ir una vez al año. Después de 3 años que estuve sin papeles, porque cuando llegué no me aceptaron como refugiada, porque en cada país el tema es complicado, no es fácil. Después de 3 años, al tener papeles, fui a mi país, a visitar a mi familia como mujer, pero intentaba ir una vez al año. He fundado una asociación que es Puentes por la Paz que ayudaba a niñas y niños para que puedan estudiar. En este momento tengo 35 niñas y mujeres que están en mi programa y desde España yo los ayudaba. Pero desde el 2018 que no podido ir porque publiqué en España tres libros y uno lo tradujeron al francés, fui a París y allí me entrevistaron muchos medios y escribieron títulos sensacionalistas. Uno era "La chica que engañó y desafió a los talibanes durante 10 años". Lo leyeron millones de personas y entre ellas, los talibanes. Por ese título los talibanes y fueron a mi casa, atacaron mi casa y después de esto no pude ir más en mi país. Ahora no sé hasta cuándo no podré ir.

- Con lo que ha sucedido ahora al mundo dice tener, y esto lo digo entre comillas, un problema el desplazamiento porque la gente quiere irse nuevamente de Afganistán. Turquía inclusive, está construyendo un muro para evitar que ingresen. ¿Cuál es su mensaje a las sociedades del mundo para este momento?

- El muro que está trabajando Turquía no es nuevo, hace tiempo que están haciéndolo y los refugiados afganos no son de ahora. Muchos están en Grecia esperando. Estados Unidos vende películas en el mundo diciendo "ahora que estamos en Afganistán, Afganistán está en paz". Decían que no había refugiados afganos, pero había muchos porque seguía la presencia de talibanes en pueblos y provincias. Ahora este muro está trabajando se estaba construyendo de antes y ahora también han hecho otros campos muy grandes de refugiados en Grecia. A mí me duele mucho porque muchos países necesitan gente joven y invertir en su país en su tierra para que las personas vivan con paz y tranquilidad, pero se hacen estos campos de refugiados que destruyen la vida de las personas totalmente.

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