La "rosca" detrás de la designación de dos jueces federales para Mendoza

El kirchnerismo quiere que las vacantes sean ocupadas por una abogada de derechos humanos y un fiscal del entorno de Omar Palermo. Sin embargo, no contaría con el aval necesario en el Consejo de la Magistratura.

Este jueves será un día clave para la designación de dos jueces federales de Mendoza, que deberán ocupar las vacantes que hay en la Cámara Federal de Apelaciones. Concretamente, se realizará la audiencia pública sobre los potenciales candidatos y, posteriormente, la totalidad de los integrantes del Consejo de la Magistratura deberá avalar con dos tercios de los votos las ternas propuestas.

Tal como contó Memo semanas atrás, hay dos ternas que surgieron con dictamen de mayoría integradas, entre otros, por los dos candidatos que impulsa el kirchnerismo para integrar la Cámara Federal: la abogada de derechos humanos Viviana Beigel y el fiscal de Esquel Federico Baquioni, nacido en San Rafael y cercano al juez de la Suprema Corte Omar Palermo.

Federico Baquioni, sanrafaelino, actualmente fiscal en Esquel (Chubut).

Sin embargo, como las ternas que impulsa el kirchnerismo deben tener la aprobación de una mayoría especial de todos los miembros del Consejo de la Magistratura (dos tercios), difícilmente se llegue a un acuerdo este jueves. "Lo más probable es que recién haya novedades después de las elecciones de noviembre", anticipan desde Juntos por el Cambio en referencia a la designación de los dos jueces.

Desde el espacio opositor, ya plantearon sus reparos contra las ternas que propuso el kirchnerismo en la Comisión de Selección de Magistrados. De hecho, propusieron una terna por la minoría, en donde dejan afuera a Beigel y Baquioni. Entre otras críticas contra estos postulantes, consideran que no pueden ser propuestos por el Poder Ejecutivo habida cuenta del orden de mérito.

En el orden de mérito inicial que contempla antecedentes y exámenes, Beigel quedó en la posición 11, mientras que Baquioni se ubicó en el lugar número 13. Sin embargo, al considerarse otros ítems, fueron subiendo en el ránking, especialmente por la gran calificación que les otorgaron en las entrevistas personales a la abogada y al fiscal de Esquel. Asimismo, fueron impugnados candidatos que habían obtenido una mejor calificación.

Viviana Beigel, querellante en los juicios por delitos de lesa humanidad de Mendoza.

Este es el caso de Santiago Bahamondes, que entre otros antecedentes laborales trabajó para la Defensoría Oficial del Poder Judicial Federal de Mendoza. Este abogado había quedado primero en orden de mérito, pero fue impugnado y tachado por un tecnicismo: confirmó un trámite vía mail, cuando también debería haberlo hecho a través de una plataforma digital.

Finalmente, el dictamen de mayoría en la Comisión de Selección de Magistrados presentó las siguientes ternas: para la Sala A de la Cámara Federal, Sergio Rocamora, Ana Paula Zavattieri y Federico Baquioni; y para la Sala B quedaron José Sebastián Elías, Emanuel Saldi y Viviana Beigel.

A favor de Beigel y Baquioni, más allá de haber quedado inicialmente 11 y 13 en el orden de mérito (antecedentes y exámenes), ambos rindieron el examen con un puntaje superior a 80, cuando se aprueba con 50.

Por su parte, en Juntos por el Cambio impulsaban tres nombres (o al menos aceptarían que ocupen una de las dos vacantes): Sebastián Elías, quien trabaja en la Corte Suprema de la Nación junto a Carlos Rosenkrantz; Ana Paula Zavattieri, secretaria de Cámara en el Poder Judicial de Mendoza; y Mauricio Martínez Rivas Ruzo, quien trabaja en la Suprema Corte.

En este contexto, desde la oposición cuestionan que el kirchnerismo quiera imponer a candidatos propios en las dos vacantes de la Cámara Federal de Mendoza y que no haya existido una negociación para que haya "uno y uno": Beigel o Baquioni por un lado, y un candidato propuesto por Juntos por el Cambio.

Cuando finalmente sean avaladas por 9 integrantes del Consejo de la Magistratura, el presidente Alberto Fernández deberá elegir un nombre por cada terna, que deberán ser aprobados en el Senado.

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