Cómo recibió la economía y cómo la entregó cada presidente desde 1983

Un análisis a partir de la evolución del PBI argentino desde 1983. Los datos sobre cómo los presidentes recibieron la economía y cómo la dejaron al finalizar su mandato.

Este año se cumplirán 40 años de democracia. Sin duda, la consolidación de este sistema político representa uno de los logros más importantes de la historia argentina, habiendo dejado atrás medio siglo de una inestabilidad que incluyó la llegada al poder de gobiernos dictatoriales.

En el último trimestre del 2022 el PBI creció el 6%

Sin embargo, este avance no ha sido acompañado en las últimas cuatro décadas por un mejor nivel de vida: no hay menos pobres, sino todo lo contrario. Y la evolución de la economía con la llegada de la democracia no ha sido la mejor, ni mucho menos.

Para sostener esto último, hay un dato contundente: si se analiza la evolución del Producto Bruto Interno (PBI) a nivel mundial desde 1983 a 2022, Argentina ocupa el lugar 114, de un ránking de 144 naciones, siendo Chile la mejor nación de América del Sur, en el lugar 33.

Si bien casi por inercia el PBI de cada país sube año tras año, hubo periodos extensos en Argentina en los que la economía cayó. Pasó durante la presidencia de Raúl Alfonsín: entre 1983 y 1989, el Producto Bruto Interno de Argentina descendió, algo que no se repetiría en ninguna otra gestión.

Tomando como punto de partida el inicio del gobierno de Alfonsín y aplicando el 100 como número base, hacia 1989 el PBI había descendido a 98,4. En el mismo periodo, Chile pasó de 100 a 140,3; Brasil de 100 a 126,%; entre otros países de la región que crecieron económicamente entre 1983 y 1989, como Uruguay, Paraguay, Colombia, etc.

El precio de la guerra: el impacto de la invasión en PBI y la inflación

A partir de 1990, la tendencia comenzó a revertirse y de aquellos 98,4 que recibió la gestión de Carlos Menem, el PBI comenzaría a subir año tras año hasta llegar a un número de referencia de 148,1 en 1999, año en que finalizó la gestión del cuarto presidente peronista que tuvo el país.

En los cuatro años de Néstor Kirchner como presidente, la economía argentina daría uno de los mayores saltos de las últimas cuatro décadas, con un PBI que pasaría del simbólico 136,4 (año 2003) a un 190.5 (año 2007), y desde ahí -si bien siguió creciendo- la curva de ascenso fue menos pronunciada, hasta llegar a 221 en 2015.

Para desagregar las presidencias de Cristina Kirchner, hay que decir que la primera (2007-2011) mostró un ascenso del PBI que pasó de los simbólicos 190,5 (año 2007) a 217,8 (año 2011), mientras que la segunda gestión terminó con 221,1 (año 2015), evidenciando una economía estancada en esta última etapa.

La presidencia de Mauricio Macri (sin contar lo que pasó entre De la Rúa y Duhalde) sería la segunda en la que el PBI argentino cayó. Asumió con un simbólico 221 de Producto Bruto Interno y se fue de la Casa Rosada en 2019 con un PBI de 212.

Y más allá de haber alcanzado cifras de pobreza históricas durante la pandemia y de una inflación interanual del 100%, durante la presidencia de Alberto Fernández la economía repuntó. De los 212 de 2019 se pasó a 219,7; es decir, el PBI logró recuperar la pérdida de la pandemia (y más) y, de acuerdo con las proyecciones del FMI para este año, 2023 cerrará también con saldo positivo.

El presente informe es una muestra "fría" de la evolución del PBI, estableciendo como base el número 100 que se fue actualizando año tras año de acuerdo con el porcentaje de aumento o caída de la actividad. Quedará en cada lector ponderar o relativizarlo a partir de los contextos regional y mundial de cada presidencia.

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