Siete caminos para abordar los riesgos de corrupción en una época de cambio climático

El informe preparado por Verena Fritz, especialista sénior en gobernanza, Práctica Global de Gobernanza, Banco Mundial y Jim Anderson, especialista principal en gobernanza, Banco Mundial.

La movilización del financiamiento relacionado con el clima sigue siendo muy lenta, pero va en aumento (i). A medida que se destinan fondos para las inversiones, inevitablemente surgirán riesgos de búsqueda de ventajas económicas e (intentos) de cometer actos de corrupción. Ello no debería sorprendernos ni escandalizarnos. Sin embargo, para proteger la integridad, la credibilidad, la eficiencia y, lo que es más importante, la eficacia de las iniciativas de financiamiento climático, se deben identificar y abordar de manera proactiva los riesgos mencionados.

La corrupción puede socavar los esfuerzos en materia de adaptación cuando los fondos destinados a construir infraestructura de pequeña escala para la protección contra tormentas e inundaciones o para almacenar agua se desperdician o se encauzan mal. En las obras de construcción en lugares remotos pueden existir riesgos elevados debido a la escasa supervisión. La corrupción también puede afectar a los grandes proyectos nacionales de adaptación o mitigación al reducir la calidad de lo que se construye. Además, puede afectar el clima para la inversión retrasando u obstaculizando las inversiones en energías renovables y otros elementos de las transiciones energética y del transporte. En los esfuerzos de conservación o restauración de los bosques existe el riesgo de que se paguen sobornos para violar las medidas de protección y facilitar la tala ilegal. El daño provocado por la corrupción puede superar con creces la cantidad de fondos que se asignan indebidamente. Si la infraestructura para proteger una zona de una ciudad contra el aumento del nivel del mar tiene una calidad inferior debido a la corrupción y las fallas, los costos se pueden traducir en pérdidas de vidas y bienes. Si las inversiones en las transiciones energética y del transporte se desaceleran a raíz de la corrupción, los costos son similares, pero van más allá de lo financiero. La incertidumbre sobre la certificación adecuada de las compensaciones de las emisiones de carbono ofrecidas por los mercados privados voluntarios que surgieron a principios de 2023 -un indicador de una atención insuficiente a los conflictos de intereses- llevó a una disminución de las inversiones en estos mercados en los meses siguientes.

En el último Foro Mundial de la Lucha contra la Corrupción en favor del Desarrollo se llevó a cabo un debate sobre la transición verde y la lucha contra la corrupción (i), durante el cual se sugirieron diversas vías para enfrentar estos desafíos. Hubo acuerdo en que la escala de financiamiento prevista -aunque no alcance los niveles esperados o necesarios- exige que se preste mayor atención a los riesgos de corrupción, y en que los numerosos canales especiales de financiamiento que se han establecido requieren transparencia y consideración para saber cómo los organismos de ejecución, incluida la sociedad civil, utilizan los fondos.

Se propusieron siete enfoques:

  1. Considerar los riesgos y tomar medidas para mitigarlos, y seguir aprendiendo y adaptando lo que funciona. Esta máxima se puede poner en práctica en todos los tipos de canales y modalidades de financiamiento.
  2. Crear y promover normas de transparencia. Esto se puede aplicar a los resultados previstos y logrados, así como a la transparencia de los flujos de financiamiento.
  3. Hacer que la rendición de cuentas sea integral y no se centre solo en los aspectos financieros. El desempeño, y la equidad, de las inversiones realizadas son incluso más importantes que la contabilidad de los dólares gastados.
  4. Gestionar los riesgos de corrupción sin representar un obstáculo excesivo para hacer las cosas. Las inversiones en mitigación y adaptación al cambio climático son muy urgentes. Debería ser una prioridad aplicar enfoques para mitigar el riesgo de corrupción que no frenen excesivamente las inversiones.
  5. Utilizar la tecnología para mantener la eficacia de los esfuerzos de rendición de cuentas. Esto no significa tener fe ciega en la tecnología, ya que la evaluación y el análisis humanos, así como las verificaciones físicas, son importantes. Pero la tecnología puede ser un activo clave también para hacer un seguimiento del financiamiento y los resultados sin demoras y costos indebidos.
  6. Involucrar a las partes interesadas locales teniendo en cuenta los contextos. Los representantes de la sociedad civil y el sector privado pueden desempeñar funciones importantes, aunque varían según el contexto. En ocasiones, las personas influyentes a nivel local (i) están en mejores condiciones de dar seguimiento a las inversiones en adaptación al cambio climático para saber si se ejecutan de manera apropiada. Hacer que las comunidades locales participen en la gestión forestal es cada vez más crítico para lograr el éxito sostenible, pero esto parece ser más eficaz cuando ellas tienen un papel más importante en la toma de decisiones (i).
  7. Seguir conversando con los inversionistas, tanto internacionales como locales. La mitigación del cambio climático dependerá considerablemente de las inversiones del sector privado, y dialogar con los inversionistas es la mejor manera de saber qué falta para posibilitar una mayor y más rápida ampliación de las inversiones, así como los potenciales riesgos de corrupción que afectan la viabilidad de las inversiones.

Abordar la intersección entre el cambio climático y la corrupción es demasiado importante como para analizarlo únicamente en silos de especialistas restringidos, o relegarlo a un segundo plano. Es un objetivo que se debe incorporar en todos los ciclos de financiamiento e inversión.

LOS AUTORES. Verena Fritz. Especialista sénior en gobernanza, Práctica Global de Gobernanza, Banco Mundial. Jim Anderson. Especialista principal en gobernanza, Banco Mundial.

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