Qué hacemos con los minerales que hay en Mendoza, claves contra el cambio climático

Esta semana, el FMI advirtió que la producción actual de minerales necesarios para contrarrestar el cambio climático no alcanza. ¿Una oportunidad para desarrollar la minería metalífera en Mendoza o un problema? Opinan referentes mendocinos.

La transición hacia energías limpias, necesaria para contrarrestar el cambio climático, requiere de un insumo cuya oferta actual no alcanzaría a cubrir la eventual demanda: minerales, incluidos los metales. Así lo destacó esta semana el FMI, en un informe titulado "La demanda de metales de la transición energética puede superar la oferta mundial actual".

Entre otros minerales, para obtener energía verde se utilizan enormes cantidades de cobre: paneles solares, turbinas eólicas, etc. Y como la oferta no estaría alcanzando a satisfacer la demanda, surge una pregunta vinculada Mendoza: ¿es ésta una oportunidad para finalmente iniciar un proceso de desarrollo de minería metalífera?

Basta con recordar los hechos recientes para comprender que esa pregunta podría devenir en abstracto para muchos, incluso empresarios y dirigentes políticos que sostienen que en Mendoza jamás debería extraerse los minerales de la cordillera compartida con Chile, con distintos argumentos: desde el impacto ambiental hasta la dominación económica de grandes potencias.

En concreto, a partir del informe del FMI (podés leerlo haciendo click aquí) Memo consultó a dirigentes políticos, empresarios y otros referentes sociales lo siguiente: ¿Mendoza tiene la posibilidad de extraer sus reservas de metales o es una alternativa que nunca podrá ejecutarse a partir de la resistencia de sectores sociales?

Raúl Rodríguez, gerente de la Cámara Mendocina de Empresarios Mineros

El informe está bien planteado y es así. La transición energética requerirá de más minería. Es una paradoja en Mendoza porque al mismo tiempo hay una oposición a la minería metalífera y una ponderación de las energías limpias o renovables; no se conoce que para lograr esto es necesario aquello. Mendoza debería sumarse ya que tiene un enorme potencial sobre todo en cobre, por lo que no debería resistir ante ya no solo un buen negocio, sino a una alternativa transicional que demandaría el mundo incluido el colectivo ambientalista. Por lo tanto, sí lo veo posible. Tal vez no en el corto plazo, pero si en el mediano.

Emilio Guiñazú, presidente del Consorcio Potasio Río Colorado

La transición energética demandará muchos más metales (cobre, aluminio, niquel, etc.). Mendoza sí podría sumarse a esto, tiene todos estos metales y en buena cantidad. Hay regiones en la provincia en donde aún con las limitaciones de la 7722 (absolutamente irracionales) se podrían desarrollar proyectos interesantes. Obviamente que con una legislación razonable Mendoza podría aprovechar más esta oportunidad, pero tenemos que trabajar con lo que tenemos.

Marita Ahumada, geóloga e integrante del Consejo Asesor del Woman Minning Argentina

Mendoza tendría una alta posibilidad de sumarse a la producción minera metalífera responsable y contribuir a mediano plazo a la demanda internacional de minerales estratégicos para la transición energética, y para los sectores de electromovilidad y defensa y espacio.

Nuestra provincia comparte geológicamente con Chile un segmento de la Cordillera de Los Andes donde se halla una faja de pórfidos de cobre de edad Miocena a Pliocena (entre 23 y 2,5 Millones de años). En ella se localiza la mayor mina de cobre subterránea del mundo (El Teniente), grandes yacimientos de cobre como Los Bronces-Andina y otras minas y proyectos de importancia como Río Blanco y Escalones.

Entre los proyectos de cobre más avanzados de Argentina se halla San Jorge, en estado de prefactibilidad, que podría aportar 40 kt de cobre por año (capacidad instalada proyectada en kilo toneladas) de acuerdo a los datos aportados por el Ministerio de Producción y Trabajo en 2019. Cabe recordar que la construcción de un generador eólico de 3 MW no solo requiere de 4,7 toneladas (t) de cobre, sino que también se necesitan otros materiales que aporta la minería como 1,2 t de hormigón, 335 t de acero, 3 t de aluminio, 2 t de elementos de tierras raras, según datos del Banco Mundial (MIRÁ LA NOTA COMPLETA DE AHUMADA EN ESTE LINK).

Emanuel Fugazzotto, presidente del Partido Verde

Como dice el informe, la República Democrática del Congo que tiene el 70% de uno de los minerales más demandados reservas, es uno de los países más pobres. Los que se enriquecen son las multinacionales que explotan los yacimientos y un grupo minúsculo de políticos corruptos que someten a la pobreza al 80% de población de ese país, donde hay mayor cantidad de refugiados que están saliendo del país.

Es un claro ejemplo de lo que representa la megaminería. Abrirle las puertas en Mendoza es dejar librada la suerte a organismos de control que no funcionan, organismos del Estado que demostraron no tener la capacidad de poder generar garantías a la comunidad, falta de inversión que hay en materia de sistema hídrico, y dejar que hagan con el agua lo que quieran.

En Mendoza no hay lugar para la megaminería porque las condiciones no están dadas para que suceda, tiene que ver con las prácticas de estas empresas que no logran conseguir financiamiento verde porque tienen un impacto ambiental elevado.

Tenemos que planificar la reutilización de minerales, aprovechar al máximo las reservas que ya están produciendo. En Mendoza no hay lugar para la minería metalífera porque no hay condiciones, no hay condiciones en los países en desarrollo, el ejemplo del Congo es claro, en otros lugares cercanos pasa lo mismo.

Marcelino Iglesias, intendente de Guaymallén

Desde hace varios años vengo siguiendo el tema y la conclusión es clara: no hay manera de bajar las emisiones de gases de efecto invernadero sin cambiar la forma de generar energía. Y las nuevas formas de energía -solar, eólica, etc.- necesitan minerales. Por otra parte, la industria minera, que poco cuidado ha tenido históricamente con el ambiente, desde hace algunos años ha mejorado su performance y apuesta a métodos más sustentables. Tenemos una gran oportunidad, pero me temo que la confluencia de las metas de bajar los gases de efecto invernadero no se va a dar con la demanda de minerales a nivel mundial. Mucho menos en Mendoza donde seguimos con asignaturas pendientes "venerando" una mala ley como es la 7722.

Tadeo García Zalazar, intendente de Godoy Cruz

Cualquier escenario futuro de lucha contra el cambio climático requiere metales y minerales. Pero Mendoza creo que no tiene posibilidades en el corto plazo de ampliar la producción metalífera.

Gustavo Majstruk, diputado provincial

En la nota no hay muchos datos en relación a la cantidad de materiales que pueden hacer falta. El tema es que extraer en países del tercer mundo, con pocas restricciones, es más barato que el reciclado. Me parece que allí habría que hacer foco. Los países deberían invertir en el reciclado porque el beneficio es doble: limpiar la chatarra vieja y no hacer uso de las reservas.

Juan Manuel Ojeda, intendente de Malargüe

Malargüe tiene cobre, tiene un proyecto grande de cobre, incluso con grandes posibilidades de ser aprobado con la 7722 vigente. Existe cantidad importante de manganeso, lo que no hay son registros de litio. Claramente se podría desarrollar la minería metalífera, incluso con la 7722. Ya tenemos un proyecto de hierro aprobado que está a la espera de mejoras macroeconómicas. Mendoza, a través del territorio malargüino, se puede sumar perfectamente.

Mauricio Badaloni, secretario general de la UIM

Es muy bueno el artículo del FMI. Coincido con que es una nueva oportunidad para explicar la importancia de los metales que tenemos y la electro movilidad que impone el mundo moderno. Creo que hay que ir por ese camino y todas las instituciones políticas, empresarias, sindicales, educativas, universitarias, deben aunar criterios e intentar mejorar el concepto de la minería aplicada a la mejora del medio ambiente. Es una nueva oportunidad.

Diego Stortini, presidente de la Cámara de Comercio de Tunuyán

Mendoza hoy no tiene recursos hídricos bien administrados que permitan pensar que la minería es una opción, por el momento. La prioridad de Mendoza es cómo resolver la restricción, y requiere de decisiones políticas de las cuales no hemos tenido el coraje de tomarlas. Creo que primero lo primero: debemos resolver el tema del agua porque si no lo resolvemos en el mediano plazo, no solo que no tendremos minería, si no que no tendremos nada.

Entonces, en el corto plazo, próximos 2/5 años, Mendoza debería tener un programa estratégico que reformule la distribución y suministro de agua, y controle el consumo en todas sus variantes, especialmente el agrícola 

Sobre la minería en Mendoza, creo que los debates deben darse siempre, y si Mendoza en el mediano o largo plazo suma la explotación minera, es porque la sociedad acepta el impacto ambiental que se genera, y los mendocinos aceptan cambiar un poco de minería a cambio de las "ventajas económicas" que podría traer , 

Yo creo que los mendocinos están exigiendo otra cosa. No veo a mi sociedad pidiendo un salvavidas como la minería, los mendocinos no creen que sea necesario . Yo creo que la política, y un sector del empresariado, se quedó pegado con este tema. Perdemos tiempo. Mendoza, mientras discute minería sí o minería no, está sin agenda de desarrollo económico, pareciera que todo es minería si o minería no

Lamentablemente, un grupo de empresarios y políticos se quedó pegado al "salvavidas" de la minería. Y otro grupo se quedó pegado al discurso de el "agua no se toca".

Guillermo Mosso, diputado

Mendoza tiene el cobre que el mundo está demandando para poder utilizar energías renovables. Un automóvil eléctrico utiliza 4 a 6 veces más cobre que un vehículo convencional impulsado por combustible fósil, mientras qué un autobús eléctrico requiere 16 veces más. Los aerogeneradores eólicos, los paneles solares y las líneas de distribución energéticas también son grandes demandantes de cobre. 

La transición hacia energías renovables es un hecho inevitable y Mendoza está llamada a tener un rol protagonista en ese proceso y no limitarse a comprar cobre con valor agregado en vehículos, molinos de viento y paneles fotovoltaicos, cuando tenemos tanto mineral en nuestra cordillera. Neuquén nos lleva más de 12 años de ventaja con la explotación petrolera en Vaca Muerta y ya perdimos dos décadas con San Juan en materia desarrollo minero; ni hablar del impacto negativo que sufrimos con la promoción Industrial en San Luis y en las otras provincias de Cuyo. 

Este es un tren que esta vez no podemos dejar pasar. El aprovechamiento inteligente y responsable con el ambiente de los minerales e hidrocarburos que tenemos en nuestra geografía, debe ser la llave financiera y económica que nos permita generar más actividad, más empleo e ir hacia una matriz energética más limpia.

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