Milei: todo lo firme y duro que sea posible, todo lo flexible que sea necesario

Mientras el presidente mantiene un discurso duro y asegura seguir firme con los ajustes, en las mesas de negociación van apareciendo distensiones aprovechando la paciencia social. Escribe Rodolfo Cavagnaro.

Rodolfo Cavagnaro

Cuando Javier Milei asumió la presidencia sabía que el pueblo esperaba de él una actitud firme, conforme a los postulados que traía, para achicar el gasto, el eliminar el déficit y pulverizar los privilegios. En esta postura no podía mostrarse dubitativo ni timorato. Incluso, no estaba mal sobreactuar esta posición porque, de esta manera, iba ganando tiempo hasta que algunas variables comenzaran a ordenarse.

Mientras el Gobierno de Milei intenta potenciar sus buenas noticias, van apareciendo otras noticias que no son tan buenas, en tanto algunas interpretaciones comienzan a llamar la atención acerca de los riesgos que acechan al gobierno. Los buenos resultados fiscales de enero ya no se repetirían en febrero ni en marzo. Se pudo sostener el superávit primario, pero no se alcanzó para el superávit financiero en febrero y la situación podría repetirse en marzo. Los datos de enero se alcanzaron postergando pagos, que están generando serios problemas en la economía.

Los primeros problemas surgieron en la relación con los gobernadores. Los mandatarios provinciales están reclamando algunos fondos que la Nación habitualmente mandaba en forma de subsidios, cosa que el presidente decidió cortar, pidiéndole a los gobernadores que hagan su propio ajuste, algo a los que éstos se niegan rotundamente a encarar. El problema se agrava porque, debido a la recesión, se ha caído la recaudación de impuestos coparticipables.

El jueves el presidente, sin previo anuncio, firmó un Decreto de Necesidad y Urgencia por el cual envió a todas las provincias algunos fondos correspondientes a fondos con destino a educación, pero los gobernadores no están satisfechos y están dispuestos "a todo" con tal que le devuelvan los subsidios al transporte. Es que los subsidios se han mantenido en la zona del AMBA y entonces plantean que hay un trato desigual. De hecho, los aumentos de boletos en la región metropolitana han sido mínimos. Pero hay señales de que podría haber algunas distensiones.

La situación de los gobernadores y el gobierno central es de la sábana corta. Al gobierno nacional le está costando cerrar las cuentas y ahora, casi seguro, deberá afrontar aumentos mayores a los que había previsto en jubilación es, sobre todo después de la advertencia del FMI y el problema es el que el tiempo se acorta y el gobierno, con los vaivenes en el Congreso, perdió 90 días en peleas inútiles.

Además, el gobierno debe comenzar a afrontar algunos pagos que no puede postergar mientras la rebaja de los gastos no es tan veloz como esperaban, como es el caso de los Fondos fiduciarios y otros bolsones de ineficiencia y derroche. Pero ahora el ministro Luis Caputo debe afrontar pagos a Cammesa (el administrador mayorista de energía eléctrica) porque se corre el riesgo de cortar el suministro de luz en todo el país. De la misma forma deben comenzar urgentes tareas de reparación y mantenimiento de trenes para no repetir escenas como la tragedia de Once.

Llegamos a terreno con baches

El gobierno viene haciendo mucho ruido con el superávit fiscal, mientras se puede ver como el dólar blue sigue cayendo en su valor, lo mismo que los dólares financieros, porque tanto el MEP como el CCL también sigue el mismo ritmo. Esto porque los exportadores han seguido liquidando a un ritmo, incluso mayor, al previsto por el propio gobierno. Pero también se desprenden de dólares quienes compraron muchos para cubrirse, especialmente empresas, esperando una inminente dolarización que es cada vez más lejana.

De la misma forma, los inversores particulares que se habían cubierto comprando dólares, ante la falta de expectativas de mayores devaluaciones y por la necesidad de afrontar gastos ya sea de sueldos, cuotas, gastos en general, en mercado sin créditos, prefieren vender parte de estas tenencias. Esto ha llevado a una disminución de la brecha con la caída de la cotización del dólar blue, que cerró el viernes a $995.

Los operadores creen que esto es muy positivo, pero abren el paraguas por un interrogante: ¿el Gobierno se verá obligado a devaluar nuevamente el dólar oficial ante el avance la inflación? El avance de la inflación le quita oxígeno al dólar oficial y hace perder competitividad a las exportaciones, mientras estimula a los importadores, a pesar de que ahora no les entregan divisas. Esta situación habría sido otras de las causas por las que el dólar blue habría bajado, ya que casi no hay demanda. Si bien Caputo lo ha negado, nadie sabe cómo hará para llegar hasta que los exportadores comiencen a liquidar las exportaciones del campo.

El punto que hoy genera expectativas, además, es cuál será el momento para la liberación del tipo de cambio y el levantamiento del cepo, dado que está bajando el dólar. Pero todo indica que se irán tomando decisiones como para que recién en mayo o junio se pueda hacer, pero para esto deben tener cuidado con la caída de la recaudación porque puede afectar las cuentas públicas y generar rebrotes inflacionarios.

Realidades que duelen

La Argentina de hoy presenta un cuadro lamentable que, si bien es atribuible a las consecuencias de todo lo que dejó el gobierno de Fernández-Massa, hoy duele y mucha gente está pasando por una situación muy dura producto del sinceramiento que se está produciendo en muchos precios, sobre todo en servicios públicos. La realidad hoy, que fue anticipada por Milei, es que estamos en una recesión con inflación. Esta aguda recesión genera caídas récord en las ventas minoristas y en la producción industrial. También un aumento de la pobreza y la indigencia, así como el desempleo.

Javier Milei goza de un nivel de tolerancia inédito para cualquier otro gobernante. Probablemente, el hecho de haber anunciado el ajuste puede haber sido el elemento que hace que mucha gente esté dispuesta a bancarlo. El consultor Guillermo Oliveto define este proceso como "recesión con ilusión" y parece ser una descripción adecuada para explicar las características de este momento social. Frente a esto, parece que habrá algunas excepciones que distiendan un poco las situaciones, mientras se avanza en el programa.

La gente lo está pasando mal, los salarios no alcanzan, muchos han tenido que dejar una medicina prepaga o bajar de planes, otros debieron sacar sus hijos de la escuela privada y pasaron a la pública. Otros se vieron abrumados por el aumento de los alquileres o la suma de los precios de los colectivos o trenes. Pero a pesar de esto, la gente tiene muy fresco el final horrible del gobierno anterior, sumado a las penurias vividas en la pandemia. Por estas cosas, el crédito social de Milei todavía está vigente, pero necesitan señales para seguir creyendo y no perder la ilusión.

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