Lo íntimo y cotidiano de Cecilia Carreras

Cecilia Carreras inauguró su nueva exposición el pasado 6 de febrero en La Casona. Memo conversó con ella en una distendida charla. "Mi pintura tiene que ver con lo que me rodea", destacó. Imágenes de su obra y de la presentación.

Alejandra Cicchitti

El título "Intimo y cotidiano" surgió después de haber realizado casi todos los trabajos. Fue elegido en consenso con Cecilia Romera, la curadora de la Muestra. Al contemplarlos afloró una suerte de unidad, "un hilo conductor que tenía que ver con lo íntimo: mis cosas y con lo cotidiano: lo que vivo a diario".

La mayoría de los objetos que pueblan los cuadros son suyos y muy queridos: la tetera china con la que toma el té todos los días, los pinceles que su hermana le trajo de un barrio chino de San Pablo, su perro Simón. Hay además 2 sillas que aparecen retratadas a su manera: una antigua que fue regalo de su madre y otra de estilo de los años 70 que también atesora.

"Tetera con limones".

Estos son los objetos cotidianos de Cecilia plasmados en la obra.

"Simón entre las plantas".

Su formación académica comenzó en Buenos Aires. Desde los 14 años de vida supo que quería dedicarse a las Bellas Artes. El maestro de pintura que tuvo durante toda la escuela primaria descubrió en ella este talento innato, que desarrolla desde entonces. Fue él quien convenció a su madre para que hiciera una escuela Secundaria en Barrancas con formación artística, aunque muy alejada de su hogar. Confiesa haber sido muy feliz cursando 7 años en esa institución, en la que recibió el título de Maestra Nacional de Dibujo y Pintura. Luego completó su formación en Pintura durante 3 años más en la Escuela Pueyrredón.

Mientras vivía en Buenos Aires, fue discípula del gran Maestro ítaloargentino Santiago Cogorno y al llegar a nuestra Provincia, donde ha transcurrido la mitad de su vida, tomó algunos cursos con la genial Eliana Molinelli. Luego siguió sola su prolífera carrera y con grandes satisfacciones en el camino.

Fue invitada especialmente a Basilea, en Suiza para llevar sus obras y ha expuesto en Galerías de Santiago de Chile. Dice complacida y humildemente: "Mis obras circulan también por Argentina, Brasil, Francia, Méjico, China, Brasil, Estados Unidos e Inglaterra".

"La naturaleza es para mí algo primigenio, algo que no debemos perder y necesito llegar a ella".

La naturaleza es parte de su infancia. Le contó a Memo que vivió los primeros años de su niñez en Formosa y reflexionando en voz alta dedujo que quizás la exuberancia del paisaje que enmarcó esas vivencias de pequeña, aflora espontáneamente en sus creaciones. Las plantas que pinta, no necesariamente en estos cuadros presentados, muestran una naturaleza selvática, potente, con mucho color, que remite al Litoral, al norte de nuestro país.

En las obras de Cecilia coexisten varias y diversas características. Parafraseando el texto curatorial de Romera: "No hay tregua en el trabajo de Cecilia, una trabajadora incansable y prolífica a quien el color se rinde a sus pies". En la paleta de "Intimo y cotidiano" hay coralinos, rosados, algunos azules que sobresalen, pero que están llevados siempre a la gama de los cálidos. En verdad parece que la calidez de los colores se adueña de los ambientes en los que la artista vive a diario y nos muestra generosa.

"Flores y limones".

Otra particularidad que mencionó durante la entrevista fue que al momento de pintar o armar una composición, para ella el tamaño "real" de las cosas no es importante, son otros sus parámetros, como en "Mesa con rabanitos". Y además los objetos no aparecen en su totalidad, están recortados, no enteros. Ella desea y anhela que la mirada del espectador los complete y que siempre haya algo insinuándose, algo de misterio.

"Mesa con rabanitos" (aquí está retratada su silla de los años '70).

"Higos en la mesa".

Este halo de misterio aparece también con las puertas de: "Patio interior 1" y "Patio interior 2". Están presentes pero no sabemos qué sucede delante o detrás de ellas, si están abiertas o cerradas.

Contó que son jardines de amigas y vecinas de Chacras y que pintó estos espacios con mesitas, sillas y plantas, porque esos ambientes al aire libre le sugirieron una historia y algo que quizás todos podemos haber vivido antes...

"Patio interior".

Su compromiso con la pintura en estos últimos 7 años ha sido intenso. "Soy muy trabajadora. Pinto todos los días con un promedio de 7 u 8 horas y creo que es la manera de crecer". Es por eso que da clases a sus alumnos solamente una vez por semana en su atelier en Chacras de Coria. Este lugar es a su vez un Espacio cultural, donde se ofrecen cursos de Historia del Arte, de Filosofía, Literatura y Pintura. Hay talleres de cine y otros para incursionar en la obra de grandes dramaturgos, que se llevarán a cargo durante todo el año.

La gente que la conoce afirma que además de ser una gran pintora es una bellísima persona y eso se deja entrever quizás en los gestos, en la espontaneidad y en el color de sus obras.

 Una gran concurrencia disfrutó de la inauguración y Memo estuvo allí (mirá las fotos en la galería superior).

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