El impuesto a la riqueza que quiere aplicar Biden para pagar gastos sociales
La medida que impulsa el presidente de EEUU abarcaría a los "billonarios". Sin embargo, hay resistencia incluso en el Partido Demócrata. El proyecto ingresaría en el Congreso esta semana.
Un impuesto a la riqueza, o un tributo que sólo abarcaría a los "billonarios" estadounidenses, sería el medio que encontraría el presidente Joe Biden para pagar los planes de gasto social. Sin embargo, esta medida encuentra resistencia incluso en el Partido Demócrata, como el senador Kyrsten Sinema de Arizona, que bloquea los esfuerzos para aumentar las tasas impositivas corporativas e individuales.
Los multimillonarios podrían pagar impuestos sobre las ganancias de capital no realizadas sobre sus activos líquidos, dijeron este fin de semana funcionarios demócratas. La medida abarcaría a personas con U$S 1.000 millones (en EEUU esa cifra representa un billón de dólares, por lo que se la conoce como impuesto a los billonarios), según publicó este lunes The New York Times.
En base a esta fórmula, el impuesto abarcaría a 700 contribuyentes, o al 0,0002 por ciento más rico, pero los demócratas esperan que genere al menos U$S 200.000 millones en ingresos durante una década. Cubriría no solo acciones, sino también otros activos como bienes raíces (las personas pueden reclamar deducciones por pérdidas anuales en el valor de sus activos).
Un punto de vista clave de la propuesta es que toma medidas drásticas contra los activos que normalmente no están gravados y contra los cuales los multimillonarios suelen pedir prestado para gastar enormes sumas de dinero a un costo relativo bajo.
El senador Ron Wyden, jefe del Comité de Finanzas del Senado, quien se espera que presente la propuesta esta semana, ha estado trabajando en varias versiones del plan durante dos años. Y la senadora Elizabeth Warren impulsó una versión más radical de un impuesto a las ganancias de capital.
"El aumento de la tasa no hará que Jeff Bezos pague ni un centavo más", dijo Warren a NBC ayer. "Lo que necesitamos es un impuesto que se centre en la riqueza de los estadounidenses más ricos", acotó.
Pero enfrenta muchos desafíos. Los republicanos, que durante mucho tiempo se han opuesto a gravar las ganancias no realizadas, argumentan que crearía enormes burocracias y sería difícil de implementar. Tampoco está claro si todos los demócratas están de acuerdo con tal medida y, con una mayoría mínima en el Congreso, se necesitarían todos los votos demócratas.
