Rafael Moyano, el peronista que no comprende la actitud de algunos "compañeros"

Días antes de asumir como senador provincial, el actual concejal de Guaymallén Rafael Moyano hizo una autocrítica de algunas actitudes antiguas y actuales del peronismo, principalmente no permitir el debate para reforma la Ley 7722. Asimismo, insistió para que todos los sectores de su partido acepten la conducción de Anabel Fernández Sagasti.

Leé un resumen de la entrevista; podés ver el diálogo completo en el video superior.

-Estamos frente al hotel Intercontinental, búnker del PJ en algún momento.

-Para nosotros no fue con buenos resultados. Será porque no eran los ámbitos naturales del peronismo. Son algunas de las contradicciones que tuvimos en determinados momentos. Muchos dirigentes planteábamos que esos lugares no representan la cultura del peronismo. Siempre los debates los hemos dado en otros ámbitos, más naturales para nosotros, como los espacios sindicales. Lo de los hoteles cinco estrellas respondía a una moda de la dirigencia, no sé por qué ni para qué. Lo que nosotros planteamos es que para los peronistas era una contradicción.

-¿Por qué parte del peronismo se niega a aceptar a Anabel Fernández Sagasti, la ganadora de las PASO, como conductora?

-Va a llevar un tiempo, pero Anabel va a demostrar que está a la altura de conducir un movimiento como el peronismo. Hay sectores que quizás no se sienten conducidos por ella, pero entiendo que en algún momento comprenderán que Anabel representa un proyecto político en Mendoza y algo más. En el peronismo siempre ocurrió que el apotegma "el que gana conduce y el que pierde acompaña" está enmarcado en que vos tenés que ser el que gobierna. Cuando llegás a la conducción del Estado, ahí podés conducir políticamente. Eso hay que revertirlo. No sólo se debe conducir desde el Estado. De todos modos, si te fijás, en los últimos ocho años de gobiernos peronistas, el peronismo que gobernó no fue el que condujo.

-¿Qué rol deben adoptar aquellos históricos del peronismo, como Patricia Fadel y Rubén Miranda, que quedaron afuera de cargos electivos?

-Hay etapas y uno tiene que acompañar desde otros lugares a veces. No es tirar dirigentes por la ventana, pero hay que ocupar roles. Ambos tienen mucha experiencia y condiciones; pueden ocupar un espacio de acompañamiento en alguna esfera del Estado. Pero a veces hay ciclos y hay que leer eso en política. Ellos podrían acompañar con toda esa experiencia a esta nueva línea dirigencial que puede lograr el objetivo de ser una opción valedera en la próxima elección.

-¿Ciurca y Félix González, dirigentes que dejaron de ocupar cargos visibles y acompañaron a Fernández Sagasti, entendieron eso?

-Es probable que hayan entendido que tenían que cumplir otro rol y lo han hecho bastante bien. Lo clave es entender desde dónde uno puede acompañar. Han aportado muchísimo.

-Le va a tocar definir el futuro de la minería, con el tratamiento de la reforma de la Ley 7722, debate que se acaba de postergar.

-Lo principal es debatir porque somos un movimiento de las mayorías. Mendoza tiene agotada su matriz productiva y a esa matriz hay que ampliarla y rápidamente Mendoza tiene que conseguir todos los recursos necesarios para crecer, para dejar de ser el patio trasero de San Luis y San Juan. En estos cuatro años no tenemos ningún índice positivo de ningún sector económico. Tenemos que lograr que en Mendoza haya trabajo y hay que hacerlo desde el Estado, garantizando todos los controles para que un sector se pueda potenciar y permitir a los mendocinos que haya trabajo. Hay veces que no comprendo (la actitud de algunos compañeros de partido). Somos un movimiento de la mayoría y tenemos un sector que puede garantizar recursos que permitan reposicionar nuevamente a Mendoza. No permitir el debate es toda una contradicción y un retroceso.

*Mirá la entrevista completa en el video superior.