Victoria Tolosa Paz: "Nos muestran como una máquina de generar 'planeros'"

Una de las funcionarias más cercanas al Presidente, la presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, contó por qué cree que la expropiación de Vicentin "es una medida excepcional en un tiempo excepcional". Además: ¿el Gobierno atiende mucho a los más pobres y poco a la clase media en medio de la cuaretena?

G. Conte y S. Montiveros

La presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, es amiga personal del presidente Alberto Fernández. Junto a su esposo, Enrique "Pepe" Albistur, son quienes le prestaron un departamento en Puerto Madero. "Todavía lo ocupa, tiene cosas suyas", contó al ser consultada sobre si "lo devolvió en condiciones", en una chanza en medio de una charla áspera que giró en torno al hambre, la estatización de Vicentin y lo que la sociedad está sufriendo en medio de la cuarentena.

"Vagos, planeros"

La entrevistada, en barrios vulnerables bonaerenses, este martes.

La funcionaria que el jueves tendrá un diálogo virtual con los militantes de Agenda Mendoza, el albertismo local que conduce Guillermo Elizalde, se quejó de quienes sostienen "permanentemente en las primeras planas y en las radios" que solo se está ayudando a sectores que siempre reciben ayuda, los más carenciados, y que la clase media sufre doblemente la cuarentena, atentos a que no están acostumbrados a pedir auxilio. "Esto es un relato que refleja las voces que señalan permanentemente con mucho desprecio del Estado argentino que somos la máquina de generar planeros, vagos, de crear una Argentina que no trabaja, es diametralmente opuesto a otro relato: el del ocultamiento durante cuatro años de timba financiera, fuga de capitales, de cientos de miles de cuentas bancarias que han hecho millones y millones de pesos y han destruido la matriz productiva industrial".

Tolosa Paz señaló que "somos conscientes de que tenemos que asistir a estas familias que no pueden esperar, que no podemos permitir que se mueran de hambre en un país que produce alimentos, lo que es una garantía mínima que el Estado tiene que dar, mientras sigue promoviendo e incentivando la inversión privada, el trabajo y el desarrollo".

"Esos comentarios -subrayó- lo hacen con saña, cuando nunca los escuché decir cómo mecanismos estatales sirvieron para fugar cientos de miles de millones de pesos de la Argentina en los últimos cuatro años. No se hablaba de la timba financiera ni del negocio de los bancos en la especulación. Sin embargo, están preocupados -dijo- porque estamos destinando algún porcentaje del PBI a aquellas personas que no queremos que se mueran de hambre, ni mucho menos en este tiempo de crisis".

En diálogo con el programa "La Picada" por Aurora 91.3, sostuvo que "es tiempo de contar las dos verdades: a los que le garantizaron todo al capital financiero y los que garantizamos a los sectores más vulnerables el alimento, despertar el consumo, garantizar una vida". Subrayó que "un niño que no está bien alimentado en los primeros años de su infancia, lejos va a poder tener la calidad educativa que pregonamos".

- ¿Hasta cuándo el Estado podrá seguir financiando estos planes de ayuda?

- Lo que cambió el 10 de diciembre es la manera estratégica de entender cuál es el rol del Estado, que es ser articulador y regulador de la economía, por lo menos en estos tiempos de pandemia en que los PBI se están cayendo en el mundo y no seremos la excepción. No queremos que esos costos los paguen los sectores que ya han venido pagando a costa de su esfuerzo y de su perjuicio de los últimos cuatro años. Acá hay una clase media trabajadora que pagó con sangre, sudor y lágrimas aumentos tarifarios a niveles exorbitantes, clase media que ha perdido su capacidad de ingresos, que ya no aguantaba más. Nos hicimos cargo del gobierno el 10 de diciembre y la situación es muy compleja. Es una salida con presencia del Estado. Cuánto resiste el Estado no es algo que nos preocupe preguntarnos a nosotros, sino qué decisiones de este Presidente son fundamentales para que el Estado regule y articule para seguir desarrollando el país.

Los sobreprecios en pandemia y la cartelización

Tolosa junto al ministro Daniel Arroyo.

Tolosa Paz recordó el caso de los sobreprecios que pagó el ministerio de Desarrollo Social por alimentos, en plena "emergencia alimentaria" y en situación de cuarentena por la pandemia de covid-19, "fue muy buena la separación de los funcionarios como medida precautoria, no porque hayan actuado de mala fe o con algún tipo de situación delictiva"

Sostuvo que en Desarrollo Social, "desde hace muchos años viene pasando que hay una imposibilidad de comprar de manera eficiente y con pagos que tengan que ver con nuestra realidad". Denunció que los proveedores "estaban cartelizados y tenían un Estado que pagaba muy tarde. Esto no pasó sólo durante la gestión de Daniel Arroyo, sino que viene siendo una constante del Ministerio -indicó Tolosa- desde la gestión saliente de Carolina Stanley".

"Alberto Fernández tomó una decisión muy buena al ponerle tope a los precios", definió, aunque admitió que "todavía estamos en una situación muy compleja y nos cuesta comprar a esos precios".

Por qué expropiar Vicentin

Tolosa Paz también mantiene vínculo con Cristina Kirchner.

Para Tolosa Paz, la determinación de expropiar el Grupo Vicentin, representa "la decisión del Presidente de que haya accesibilidad de los alimentos al pueblo, garantizarles un plato de comida a los 45 millones de argentinos. Sin eso es muy difícil que el país crezca, se desarrolle y cree puestos de trabajo". 

Agregó que "es importante que un presidente no deje en manos de una multinacional una industria como esta, después de que utilizó el dinero público para otorgarle millonarios préstamos que dejó de pagar en noviembre de 2019".

Dijo que "presentarse a un concurso de acreedores es poner en riesgo 3 mil puestos de trabajo y ahora se va a garantizar que esos puestos de trabajo continúen, que el alimento sea regulado por el Estado y estamos confiados en la capacidad del interventor, Gabriel Delgado, que va a levantar la empresa", confió.

- ¿No había un Plan B? Incluso desde el peronismo, Guillermo Moreno sugería que se haga un salvataje de la empresa como se hizo con General Motors. Por ejemplo, entregarle a través de la Anses un crédito que Vicentin pudiese pagar en el tiempo y que sus dueños pudieran mantener el control. ¿No cree que se anuló demasiado rápido esa posibilidad?

- Yo creo que hay una gran diferencia. En todo caso, la empresa fue beneficiaria durante cuatro años de créditos millonarios que hoy están siendo investigados. A General Motors la afectó una crisis mundial y tuvo que pedir recursos al Estado para poder sostenerse, en un contexto internacional totalmente diferente. Vicentin tuvo rentabilidades sectoriales durante cuatro años, tomó créditos millonarios que en noviembre dejó de pagar. La situación es diamentralmente opuesta y por eso, esta medida excepcional en un tiempo excepcional. Es un camino de construcción de algo que el Estado no quiere delegar, que es garantizar la alimentación y no dejar  librado al mercado no solamente la posibilidad de perder esta empresa, sino de perder los puestos de trabajo.

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