¿Mujeres cardenales? ¿Se cumplirá la profecía de Boff?

Un diálogo en 2015 con el "teólogo de la liberación" brasileño Leonardo Boff da cuenta de sus esperanzas (¡exagerada? ¿politizada al máximo?) en torno al papado de Jorge Bergoglio, Francisco. Traemos un fragmento de aquel diálogo al presente, a la luz de las decisiones de abrir algunas áreas de la la iglesia católica a las mujeres.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

En 2015, mientras Jorge Mario Bergoglio recorría el contorno externo argentino como papa Francisco, de gira por Paraguay, hablamos en el programa "Tormenta de Ideas" por Radio MDZ junto a Santiago Montiveros, Mariano Bustos y Franco Pereira con el reconocido teólogo y filósofo brasileño, Leonardo Boff, quien en esa oportunidad enalteció al pontífice por haber sido capaz de movilizar los indiscutidos preceptos de la Curia Romana. Desde allí, vaticinó: "No me admiraría que nombre a mujeres cardenales".

No ha resultado fácil. Pero las mujeres de la iglesia católica podrán, desde esta semana, acceder a los ministerios del "lectorado" y el "acolitado". Así lo decretó este lunes el papa Francisco y se trata de la primera vez en las historia de la institución cristiana en la que esos espacios no serán exclusivamente desempeñados por hombres.

Se sabe -lo dijo Boff en aquella entrevista para Argentina en la radio de Mendoza- que "nadie quería ser Papa" y por lo tanto, la llegada para evitar la salida de fieles que se había vuelto una sangría, muchas medidas de aggiornamento, más que de vanguardia, se harían necesarias.

Francisco oficializó la participación de las mujeres en la iglesia católica

Boff consideró que Bergoglio inaugurará la era de los Papas del Tercer Mundo porque fue la propia Curia Vaticana quien comenzó a sentir vergüenza a partir de la multiplicidad de casos de pedofilia que salieron a la luz. Como ejemplo de ello, dijo: "Antes de que llegara Francisco a la Santa Sede, nadie quería ser Papa"."Francisco logró despaganizar a la Iglesia", sostuvo.

-¿Ve una evolución de las viejas dicotomías capitalismo-marxismo o marxismo-cristianismo?

-Creo que sí. Porque antes los Papas habían mantenido una cierta neutralidad con este sistema. Él, por el contrario, lo ataca directamente nombrándolo como un sistema sin misericordia, cínico que no respeta a nadie y que vive destruyendo pueblos e inclusive dice ‘vive amenazando de muerte a la madre tierra'. Entonces creo que este es un avance muy claro. Puedo imaginarme que esto va a irritar mucho al sistema imperial de los EEUU o de nuestras naciones que están comprometidas con esa globalización de la explotación y exclusión. Pero él es muy claro, no tiene segundas intenciones como los demás papás. Creo que es consecuencia del caldo cultura eclesial que se ha creado en América Latina, de trabajar por los pueblos y llamar las cosas por su nombre.

-¿Usted esperaba una posición de este tipo de parte de Bergoglio?, sobre todo considerando que cuando fue cardenal no tenía posiciones tan profundas...

-Él no tenía en términos de palabras, pero sí en términos de vida y de ejemplo de no vivir en el palacio, de andar en bus, de frecuentar las villas miserias. Viviendo un estilo de pobreza como una especie de opción personal de él. Ahora él lo traduce también eso en palabras.

-Usted fue perseguido y apartado del dictado de la cátedra por Benedicto XVI... ¿se hubiera imaginado al papa Juan Pablo II recibiendo un crucifijo como el de Luis Espinal que le entregó Evo a Francisco?

-Creo que este Papa establece una ruptura a los romanos, a los demás papas no les gusta la palabra y quieren la continuidad. Aquí hay una ruptura de conducta, de comportamiento y discurso. Algo que él mismo deja entrever cuando en broma dice ‘así es más difícil que me envenenen'; todo eso, yo lo esperaba de un Papa que viniera de América Latina. Yo recuerdo que antes de que llegara Bergoglio al Vaticano, anticipé que la Iglesia estaba en ruinas y necesitaba de una persona como Francisco de Asís y fue así que gracias a Dios llegó Francisco que intentó restablecer la moralidad mínima de la Iglesia.

-¿Qué va a pasar cuando Francisco ya no esté a cargo de la Santa Sede?

-Creo que él va a inaugurar una nueva generación de Papas que vendrán del Tercer Mundo porque en Europa vive solamente el 24 por ciento de los católicos y es una Iglesia agónica que está en crisis como la cultura europea. En cambio, en el Tercer Mundo se hace un ensayo de encarnación de las culturas indígenas, aquí nace lo nuevo y como la Iglesia hoy por hoy es una Iglesia del Tercer Mundo es natural que haya un Papa del Tercer Mundo.

-¿Cree, igualmente, que la Iglesia europea conserva su poder monopólico?

-Creo que eso va a cambiar porque muchos cardenales y autoridades europeas se sienten con vergüenza. Nadie quería ser Papa con esa tradición reciente de criminales, pedófilos y es una cosa vergonzosa y entonces tenían que llamar a alguien de afuera que no viene contaminado. Este Papa despaganizó la Iglesia; vive más como obispo de Roma que como Papa universal. No habla de los pobres sino que va y los abraza. Creo que es algo que tiene que continuar para honor a la Iglesia y como una fuerza política que puede congregar. Lo anterior era un camino al abismo y sin retorno.

-¿Qué significado tiene que, en esta gira latinoamericana, haya viajado primero a Brasil, Ecuador, Bolivia y Paraguay y luego piense en dirigirse a EEUU y Cuba?

-Eso está en la línea de su opción; él ha optado por los pobres por lo que eligió Brasil, Ecuador, Paraguay y Bolivia. En Paraguay dijo una cosa fantástica ‘las mujeres paraguayas son las grandes héroes, las personas más importantes del continente porque después de esa desgraciada guerra que hicimos al Paraguay sobraron 8 mujeres por hombre'; nunca, por lo menos en Brasil, habríamos reconocido algo así.

Las mujeres y la Iglesia

-Los cambios iniciados ¿podrían tener que ver con la incorporación de roles más protagónicos para la mujer?

-El Papa dijo que las mujeres son importantes porque son más de la mitad de la Iglesia y son las madres y hermanas de la otra mitad y eso no es poca cosa y no es justo mantenerlas aparte y ellas tienen que ayudar a encontrar los mejores caminos para las escuelas. Como el cardenal no exige la ordenación episcopal sacerdotal, es más bien un título para determinada función, yo no me admiraría que va a nombrar algunas mujeres cardenales para, juntos, pensar la totalidad de la Iglesia porque se mira a la Iglesia como ojo, el ojo masculino, machista, patriarcal; una mujer tiene otra sensibilidad.


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