Álvaro Uribe: "Colombia sufre una gran violencia del narcoterrorismo"

Entrevista a fondo con el expresidente de Colombia Álvaro Uribe. Qué es lo que realmente pasa en Colombia, desde su punto de vista. El referente latinoamericano del anticastrismo, ve una avanzada de Cuba y Venezuela en su país.

G. Conte y S. Montiveros

Amado y odiado, el expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, no pasa desapercibido. Su nombre está en la punta de la lengua de todos en su país y jamás dejó de ser una figura central. Fue presidente entre 2002 y 2010, y las consecuencias de su paso por el poder todavía hoy son objeto de tensión, entre quienes lo defienden y aquellos que lo acusan.

Pero además Uribe es un referente de una corriente de pensamiento anticastrista en toda Iberoamérica. Es convocado habitualmente para discutir el avance de las ideas de Cuba en el continente americano y por supuesto, se le señala desde la izquierda, debido a ello, no solo desde su país.

En medio de la crisis que vive Colombia, los manifestantes le endilgan ser "el poder detrás del poder". 

Uribe le contestó a Fernández y culpó a Venezuela por los disturbios en Colombia

Uribe dialogó solo con dos medios de la Argentina y uno fue el programa "Tormenta de Ideas", que se emite por Radio Nihuil los días sábados a las 8.30. Allí cargó culpas contra el expresidente Juan Manuel Santos por abrirles las puertas a las FARC desde los diálogos de paz en La Habana, criticó al actual mandatario Iván Duque, a quien dijo apreciar, por haberse "equivocado" con la reforma tributaria que fue la chispa que encendió la llama del actual estallido.

Además, refutó los dichos del presidente Alberto Fernández, contrastó la actitud democrática de los militares de su país frente a otros que encabezaron golpes de Estado en el pasado en el continente, y acusó a Cuba de estar detrás de los actos "violentos y vandálicos", aunque se proclamó defensor de las protestas, cuestiones ambas que diferenció. "Quieren un tercer país después de Cuba y Venezuela", denunció.

Pero fue un término el que definió la charla con Uribe, ya que representa una novedad: dio cuenta de que los actos más violentos de su país son una experiencia de "guerrilla urbana", lo cual implicaría un potencial traslado de la guerra que por más de 60 años vivió ese país en la selva hacia las ciudades.

El diálogo completo con Álvaro Uribe:

-¿Se vive en Colombia un estallido espontáneo o se trata de un movimiento con pasos organizado con otros fines que tienen que ver mas con la política?

-Una explosión de estas no es espontánea, este es un movimiento premeditado. Cuando el presidente Duque se posiciona en el 2018 se lo anunciaron. En el 2019 hubo actos vandálicos, hicieron protestas cuando el país estaba mejorando muchísimo. El presidente Duque encontró un país lleno de "coca", 209 mil hectáreas, con una economía arruinada. Introdujo algunas reformas y la economía comenzó a mejorar y Colombia tuvo un desempeño destacado en el 2019 e iban muy bien hasta febrero del '20 que vino la pandemia. Este país había bajado la pobreza al 27%, la gran declinación se vio en las administraciones que yo presidí. Desde 2013 con las reformas que introdujo el gobierno de Santos esa reducción de estancó y ahora está en el 42% por la pandemia.

Lo que se encontraron fue un argumento, una reforma tributaria infortunada que presentó nuestro gobierno y muchos dijimos no presente esa reforma. Que se necesita reforma tributaria por supuesto. Para poder atender esta pobreza el gobierno ha hecho mucho esfuerzo, pero la dimensión de la pobreza es tan grande que necesitamos unos impuestos que los paguen las personas más pudientes del país para atender a los sectores más necesitados.

Lo que presentó el Gobierno tenía una serie de equivocaciones y eso lo aprovecharon, pero esta violencia es una violencia absolutamente premeditada. Colombia respeta la protesta social y no hay objeciones, el problema es todo este terrorismo que tiene incendiado el país.

-¿Considera que estos grupos que están protestando en las calles pueden tener apoyo externo, de Nicolás Maduro como mencionan algunos, o es una fenómeno estrictamente colombiano?

-Yo separo la protesta de la acción vandálica. Yo creo que inclusive mucha gente del partido nuestro ha estado en la protesta, porque ha crecido mucho la pobreza por culpa de esta pandemia. Por eso decimos no a la tributaria que el presidente ya retiró, pero sí otra muy simple que le cobre a los más adinerados para atender el problema de los sectores más pobres del país.

Eso de la protesta lo entendemos y lo respetamos, pero el vandalismo no espontáneo. Ahí están los más de cuatro mil disidentes de las FARC, ahí está el ELN que Santos lo dejó crecer bastante, ahí hay muchos grupos de narcotráfico y es que se supone que todavía tiene el país 156 mil hectáreas de coca, herencia del proceso de Santos con las FARC. Y también está lo de Venezuela, donde Diosdado Cabello se regodea y muestra su felicidad diciendo que le mandaron la guerra a Colombia. Además Colombia recibió un millón 600 mil venezolanos echados de allá por la pobreza. O sea que esto también tiene una vinculación internacional y tiene unas etapas muy parecidas a las que ha vivido Chile.

-¿Se ejerce en Colombia una singular violencia institucional como la que llamó a cesar de inmediato el presidente argentino Fernández?

-El presidente Fernández está mal informado, para decirlo con todo respeto. Este es un país que tiene unas fuerzas armadas democráticas que nunca han estado al servicio de dictaduras. Quienes han fallado en nuestras fuerzas armadas han sido juzgados severamente y condenador severamente. Acá han atacado a más de 700 policías. Lo que han hecho aquí es de terrorismo, de truhanes, de vándalos. El fiscal dice que están analizando tres casos en los cuales pudo haber participado la policía. Si hay excesos de la fuerza pública, eso se denuncia y se condena, pero lo que acá ha habido es una acción terrorista premeditada muy grande. Esto no se le puede entregar al terrorismo. Esto no puede ser ni la tercera Cuba ni la segunda Venezuela, y eso es lo que quieren.

Esta semana han hecho bloqueos y están botando la leche, no la dejan sacar y ni siquiera dejan regalársela a los vecindarios. Lo que dicen los promotores es que ellos van a someter a Colombia al hambre para que renuncia el presidente Duque o para convertirlo en un títere y llevarlo así hasta elecciones.

La bandera de Colombia, invertida como respaldo a las protestas

Cualquier caso de exceso policial se denuncia y la fiscalía de Colombia lo señala, lo acusa y se sanciona severamente. Hay tres casos, acá no hay violencia institucional, acá lo que hay es una gran violencia del narcoterrorismo. Lo habíamos dicho cuando propusimos que el país votara "no" frente al plebiscito Santos. Esa impunidad total hacia las FARC lo que hace es animar más violencia.

-¿Para usted el acuerdo de La Habana con las FARC generó en parte este clima violento que está viviendo Colombia por estos días?

-No hay duda. En el año 2013 llevaba tres años Santos. Había seguido nuestras políticas. Yo no veía al país convertido en una maravilla, pero estaba mejorando y tenía el récord bajo de drogas con 42 mil hectáreas. Santos se aburrió con eso, le disgustó el éxito y entonces anunciaron desde La Habana anunciaron que el narcotráfico sería delito político sin cárcel, sin extradición.

En ese momento comenzaron a reventar y a crecer, y le entregaron al presidente Duque 209 mil hectáreas, llevaron el acuerdo a la Constitución, llevaron a tipos responsables de delitos atroces al Congreso. Eso llevó a que otros grupos violentos aumentaran su violencia, si a las FARC todo eso y no les dieron un día de cárcel, sintieron las condiciones para crecer. El acuerdo de las FARC con Maduro llevó a que crecieran esos disidentes, entonces los líderes del acuerdo se volvieron a Venezuela alzados en armas. Esto con Cuba y Venezuela de por medio ha sido una tragedia.

-Revista Semana, de su país, habla de que este estallido es parte de lo que denomina una "guerrilla urbana", ¿coincide con eso?

-Hay mucho de eso. En la protesta hay mucha gente espontánea que ya se cansó de la tragedia social de la pandemia y que no estaba de acuerdo con la reforma tributaria, personas que hay que apoyar. Pero todo lo que es movimiento violento premeditado y organizado que aprovechó el argumento de la reforma podría hablar uno de guerrilla urbana, rural y yo diría terrorismo. Algunos dicen que viene financiación de Venezuela. Yo no sé cuánta plata viene de Venezuela porque ellos tienen mucha plata del narcotráfico, pero finalmente trabaja en coordinación con los narcotraficantes de Colombia que se han convertido en un soporte financiero, fiscal y militar de Nicolás Maduro.

-Se está diciendo que no están las condiciones para albergar la Copa América. ¿Para usted, Colombia está en condiciones de ser anfitrión del torneo que empieza el próximo mes?

-Yo no lo sé, yo no tendría los elementos de juicio para darles un concepto a ustedes. El año pasado si propusimos que con el país encerrado con la pandemia, nosotros si propusimos que sí por lo menos se propusieran los partidos por televisión.

-Cuando usted fue presidente consiguió un fuerte respaldo de la gente, porque se consiguió con su política que los colombianos pudieran circular sin miedo a morir. ¿Cambió la sociedad desde aquel entonces?¿Qué pasó?

-Nosotros no solamente trabajamos el concepto de seguridad, el país avanzó mucho en inversión, en política social y hubo una enorme reducción de la pobreza. Eso fue lo que le quedó a Santos, las políticas de nuestro gobierno, y en lugar de mejorarlas el las fue cambiando y se puso del lado de Cuba y de Venezuela en nombre de la paz. Es que utilizan ese término tan cautivante para cualquier desastre. Afectaron mucho la economía, el presidente Duque la venía recuperando después de todo lo que la afectó Santos que disparó corrupción y gasto públicos innecesario y estancó al reducción de la pobreza. Duque venía mejorando eso, pero vino este problema de la pandemia.

Lo que yo creo es que el gobierno de Santos, que se eligió con nuestras políticas, ayudó a instalar una narrativa contra mis políticas y entonces maltratan mucho mi honra  y sienten que en alguna forma yo he sido un obstáculo para que instalen aquí una tercera Cuba y una segunda Venezuela. Entonces han maltratado mi honra con procesos injustos sobre mí, dificultades personales y ahí sigo dando la batalla. El país no puede permitir que el año entrante se le entregue esto a esta gente. Hay dos opciones, pro Venezuela abierta o pro Venezuela sinuoso. Entonces el presidente Duque antes de que termine esto tiene que reestablecer el orden público, tiene que darle claridad a la comunidad internacional y tiene que hacer una gran política social que viene pidiendo el partido.

-¿Ha hablado con el presidente Duque en medio de esta situación?

-Yo hablaba poco con él por ese cuento de que Uribe es el que manda, cuando eso es mentira. Cada vez que yo proponía algo, el Gobierno como para que dijeran que es independiente me desautorizaba, entonces yo he sido muy prudente. Yo he dicho desde el mes de agosto, estando yo preso y con covid, hagan una reforma tributaria prudente para poder atender a los sectores más pobres. Consulten ahora que todavía estamos lejos de elecciones. Y entonces me ha desautorizado en todo. Entonces en estas circunstancias he hablado con él y con toda solidaridad. Yo le tengo mucho afecto y ese afecto no es negociable, pero con todo ese afecto le he dicho esta situación tan difícil que estamos viendo y le hemos sugerido alternativas. En el partido hemos mantenido un diálogo muy intenso con el presidente Duque. En los últimos 10 o 12 días así ha sido.

-¿Usted ve una salida a este conflicto? En Chile el conflicto terminó en una reforma constitucional. ¿Cuál puede ser la salida en Colombia?

-En pesos colombianos, lo que el Comité Nacional de Paro quiere vale tres veces y medio lo que el Gobierno quería recoger con la reforma tributaria. Si la reforma tributaria quería recoger tres millones, ellos le piden al Gobierno gastarse 35 millones. Reforma constitucional ahora no se ha hablado, pero tienen un pliego muy exigente y en el fondo lo que ellos quieren es que renuncie el presidente Duque o llevarlo como un títere a elecciones, pero es lo que él no va a poder permitir. Yo creo que hay que intervenir en las ciudades y en las carreteras, con todo el rigor, sin disparar y con todo respeto a los Derechos Humanos.

Con toda franqueza, hay unos que entienden mal cuando uno dice que intervenga el Ejército para levantar los bloqueos, uno anota sin disparar y con el más estricto protocolo de observancia de los Derechos Humanos. Pero es que aquí también crearon una narrativa, aquí el gobierno Santos no la creó, porque no tenía capacidad para eso, pero se hizo eco de una narrativa internacional de estos grupos de extrema izquierda para desacreditar a las fuerzas armadas, de anular la acción institucional y desafortunadamente el gobierno de Duque no ha corregido eso. Lo que nosotros promovemos es la autoridad en el ejercicio de la Constitución, con toda la observancia de los Derechos Humanos, lo necesita Colombia. Esa narrativa lo que ha hecho es poner a las fuerzas armadas en condiciones de inferioridad frente al terrorismo. Lo que he visto es una mucha gente armándose para su autodefensa y eso no es bueno. Aquí necesitamos las fuerzas institucionales actuando con observancia rigurosa de los Derechos Humanos.

El audio de la entrevista con Álvaro Uribe:

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