San Martín y la Declaración de la Independencia

Juan Marcelo Calabria es autor de los libros "San Martín Modelo de Líder Americano" y "San Martín más allá del Bronce". Aquí, su aporte para conocer más sobre la relación entre el máximo prócer argentino y la Independencia.

Juan Marcelo Calabria

"...estoy en la Inmortal Provincia de Cuyo y aquí todo se puede, todo se hace..."


San Martín, en tiempos de gobernador de Cuyo.

Desde su llegada al Río de la Plata, el entonces Coronel San Martín se comprometió profundamente con los sucesos de la Revolución de Mayo y el devenir de la causa americana. Luego de su partida de España y durante su breve estadía en Londres a partir de mediados de 1811 y hasta los primeros meses de 1812, el futuro libertador tomara contacto con los planes de liberación de las colonias impulsados por el precursor Francisco de Miranda, en los que se encontraban enrolados los jóvenes: O ‘ Higgins, Bello, Bolívar, Guido, los hermanos Rodríguez Peña, López Méndez, Fretes, Madariaga, Mariño, Alvear, etc. Y allí también tendrá conocimiento pleno del movimiento juntista y la acción revolucionaria en América, fundamentalmente a partir de su participación en la Gran Logia de Cádiz, La Gran Reunión Americana y la Sociedad de Los Caballeros Racionales, sociedades secretas instaladas en Cádiz, Inglaterra y posteriormente en América. Luego de permanecer cuatro meses en Londres el 19 de enero de 1812, con todo arreglado y con la inestimable ayuda de su amigo y cofrade inglés Conde de Fife (James Mac Duff), junto a Carlos de Alvear, el Barón de Holmberg, Matías Zapiola, Chilavert y otros, aborda la fragata George Canning rumbo a Buenos Aires llegando el 9 de Marzo de 1812.

Al decir del historiador chileno Benjamín Vicuña Mackenna: "El General San Martín trajo en 1812 a la revolución americana los dos elementos más poderosos que desarrolló su genio y con los cuales al fin la hizo triunfar, a saber: las sociedades secretas y la estrategia. Las primeras fueron el gran resorte político del Libertador". Habiendo comenzado a delinear en su mente y su corazón el espíritu de líder y conductor de la naciente revolución, veinte años de preparación luchando en los principales escenarios europeos lo habían puesto en condición de ocupar un lugar central en la causa de la libertad.

En Buenos Aires San Martín rápidamente comenzó la formación y adiestramiento del Regimiento de Granaderos a Caballo, al mismo tiempo que comenzaba a intervenir directamente en las decisiones de la Revolución. Al tiempo que contraría matrimonio con la joven Remedios de Escalada, se erigía en el centro de las miradas de Gobierno y Sociedad, cosechando amigos y aliados, pero también enemigos y detractores. Poco tiempo después, en 1813 José será enviado en auxilio de su, ya, gran amigo y camarada Manuel Belgrano ante las derrotas sufridas por este en el ejército del norte. La profusa e interesante correspondencia entre José y Manuel ya anticipaba el gran abrazo que ambos ansiaban estrechar, como preludio de sus interesantes encuentros en aquellos primeros días de 1814. Poco tiempo estará San Martín al frente de aquel ejército, su salud y convencimiento de que "la revolución no hará camino por el norte" lo convencieron de seguir su camino. Por esos días nuevamente la correspondencia entre San Martín y Belgrano se intensificaba.

Tomás Godoy Cruz, gobernador de Mendoza: leal a San Martín, leal a Mendoza

"Mi amado amigo: He sabido con el mayor sentimiento la enfermedad de usted. Dios quiera que no haya seguido adelante y que esta le halle en entera salud. Hago memoria que usted me dijo pasaba de los 36 años y esto me consuela, porque he oído a médicos, de mucha fama, que a esa edad, ya no es temible echar sangre por la boca, a menos que no provenga de algún golpe. Sea lo que fuere, quisiera dar a usted todo alivio, pues mi gratitud es y será siempre invariable, con ella me diré eternamente su Ml Belgrano". Esta breve carta escribía el otrora General en Jefe Ejército del Norte a su gran amigo y compañero José de San Martín el 28/04/1814, mientras preparaba su viaje a Buenos Aires a resultas de que: "se me ha negado la licencia absoluta, porque tengo que responder por mi conducta en un consejo de guerra, que celebro infinito y se me permite elija lugar para vivir en la jurisdicción de Córdoba o Cuyo. Aún no me he puesto en marcha por mis males que se repiten como consecuencia de las malditas tercianas y de mis trabajos; si sin embargo de esto puedo ir, aunque sea de solado con usted, me alegraría, pues deseo batirme con esa indecente canalla que sólo por castigo del cielo pudo arrollarnos...", según sus propias palabras expuestas en otra carta, de similar tono, a su amigo José.

Por eso días San Martin solicitaba licencia, como jefe del ejército, a raíz de las dolencias comentadas por Belgrano; y el 06/05/1814 el Director Supremo se la concedía "para cuidar su salud" disponiendo se delegase el mando en el Coronel Fernández de la Cruz. Pero los males seguían y el 18/07/1814 Posadas decía a San Martín: "... Aunque usted me dice que sigue aliviado, todos los amigos me aseguran que está usted malísimamente en ese desierto; que es un poco desarreglado; que su enfermedad es grave y la cura larga y prolija. ¿Por qué, ya que no quiere usted venirse a su casa, por qué digo, no baja a esa Ciudad de Córdoba que está tan inmediata, adonde, al menos tendrá otros auxilios que en una casa de campo, y tendrá el de la sociedad que suele ser el principal por la distracción?... Finalmente San Martín decidía su viaje a Córdoba, a fin de recuperarse, para luego continuar sus servicios a la causa, al tiempo que esperaba en la ciudad mediterránea la designación de Gobernador Intendente de Cuyo mientras continuaba su correspondencia con el Director Posadas respecto al triunfo de Montevideo y otros temas de Gobierno, recibía amigos y camaradas con los que trataba asuntos relativos a la revolución.

Para esos días de 1814 la situación en América y el mundo era muy compleja, el panorama político - militar era adverso a la causa americana: las derrotas sufridas por los ejércitos patriotas en el norte, la separación definitiva del Paraguay, la pérdida del Alto Perú, las luchas internas, la caída en Chile de la "Patria Vieja" y la vuelta al trono de Fernando VII ponían a la revolución americana en su punto más delicado.

Por fin el 10/08/1814 San Martín era designado Gobernador Intendente de Cuyo, a su "instancia y solicitud" erigiéndose en la columna institucional que afianzó la convocatoria y futura acción del Congreso de Tucumán: desde Mendoza, propiciará la elección de los diputados por Cuyo siendo elegidos el joven abogado Tomás Godoy Cruz, quien sería su principal vocero, junto a Juan Agustín Maza por Mendoza, Francisco Narciso de Laprida y Fray Justo Santa María de Oro por San Juan y más tarde Juan Martín de Pueyrredón por San Luis, voceros y ejecutores del plan sanmartiniano, todos con una destacada acción siguiendo las líneas de dar dirección y forma jurídica a la revolución para poder dar sustento a los planes del Gran Capitán quien se preparaba para "la tremenda". Impaciente, desde el campamento del Plumerillo el 19/01/1816 le requería a Tomás Godoy Cruz: "... ¿Cuándo empiezan Uds. a reunirse? Por lo más sagrado les suplico hagan cuántos esfuerzos quepan en lo humano para asegurar nuestra suerte; todas las provincias están en expectación esperando las decisiones de ese congreso: él solo puede cortar las desavenencias - que según este correo - existen en las corporaciones de Buenos Aires".

Por qué el 9 de julio de 1816 puede considerarse "un día mendocino"

Desde su "Ínsula Cuyana", procuró hacer de ella la fuente de recursos que sostendría la gran causa independentista. Resulta sorprendente cómo de aquel pequeño caserío se equipo, forjó y formó el primer ejército profesional adiestrado y preparado para la lucha por la libertad de medio continente.

Así San Martín convirtió la Gobernación Intendencia de Cuyo en un Estado presente, fuerte y omnipresente en todos los aspectos de la vida de sus habitantes impulsando la salud, la educación, el reordenamiento territorial, la organización de la hacienda pública y el desarrollo económico como principales herramientas de su gestión, pues necesitaba una provincia fuerte y pujante que le diera los recursos necesarios para llevar a cabo la suprema misión de la Libertad de América. Siguiendo los preceptos y principios económicos expuestos por su amigo y aliado Manuel Belgrano, comprendió que el fomento de la agricultura, la regulación y ampliación del comercio y la promoción de la industria, constituían la fuente de recursos que necesitaba para solventar la "Gran Empresa de la Libertad de América".

Desde octubre de 1814 y hasta enero de 1817, Mendoza, San Juan y San Luis dieron todo lo que tenían y mucho más para satisfacer las demandas del gran líder americano. El mismo San Martín se asombraba de lo que los cuyanos habían logrado y de allí su frase: "...estoy en la Inmortal Provincia de Cuyo y aquí todo se puede, todo se hace...". Desde San Juan así como San Luis llegaban todo tipo de recursos para poner en pie de guerra el Ejército de Los Andes. Dos hombres fueron claves en la estrategia de colaboración ciudadana y desarrollo económico transformando a Cuyo en la fuente central de aquellos recursos que llegaban ante los permanentes requerimientos: el Dr. José Ignacio de la Rosa en San Juan y el Coronel Vicente Dupuy en San Luis-.

Pero además en Cuyo, San Martín cumplió una labor política fundamental convirtiéndose en el principal impulsor de la reunión del Congreso de Tucumán. Su pluma inquietará a la clase política de Buenos Aires y de todo el antiguo Virreinato orientando los ánimos hacia la independencia, a partir de mediados de 1815 luego de la caída del Directorio de Alvear y hasta la Declaración de la Independencia, sus ideas serán la gota de insistencia permanente en la política rioplatense.

Una vez instalados los diputados en Tucumán, San Martín comenzará su prédica, y con la misma insistencia que bregaba por el comienzo de sesiones, solicitaba datos de los congresales: el 24 de Enero en una nueva carta a Tomás Godoy Cruz escribía "... dígame usted algo sobre los diputados llegados, ábrame su opinión sobre los resultados que espera de esa reunión, pues esto me interesa más que todo, como que está ligado el bien general...".

El 12 de abril de 1816 en otra misiva, muy conocida a lo largo de la historia, expresaba: "¡Hasta cuándo esperamos declarar nuestra independencia! No le parece a usted una cosa bien ridícula, acuñar moneda, tener el pabellón y cocarda nacional, y por último hacer la guerra al soberano de quien en el día se cree dependemos. ¿Qué nos falta más que decirnos? Por otra parte, ¿qué relaciones podremos emprender cuando estamos a pupilo? Los enemigos nos tratan de insurgentes, pues nos declaramos vasallos. Esté usted seguro que nadie nos auxiliará en tal situación... Ánimo, que para los hombres de coraje se han hecho las empresas. Veamos claro, mi amigo, si esto no se hace el congreso es nulo en todas sus partes, porque reasumiendo este la soberanía, es una usurpación que se hace al que se cree verdadero, es decir, a Fernandito... Adiós, mi buen amigo, sea usted tan feliz como lo desea su José de San Martín".

Tomás Godoy Cruz, la voz sanmartiniana en el Congreso de Tucumán

Seguro y confiado desde su Mendoza, el Libertador impartía consejos, sugerencias e instrucciones a todos los puntos distantes del país, Güemes, Belgrano, Artigas, Rondeau, Balcarce, Paso, Laprida, Pueyrredón, Maza, pero especialmente Godoy Cruz serían los destinatarios de aquellas extensas cartas que a toda hora, sobre todo al atardecer cuando terminaba sus tareas de gobierno escribía, quejándose incluso a Tomás Guido por no tenerlo a su lado para poder llevar adelante asuntos de tanta importancia, en especial se refería a su guerra de zapa y red de espías que casi en soledad dirigía desde Mendoza. Mientras llegaban las respuestas, el titán de América, se preparaba para emprender la campaña que lo llevaría por Chile, Perú, Ecuador y luego de regreso. Sus jornadas se volvían eternas, y tal como podemos ver en su "cuaderno de tareas", una especie de agenda diaria de trabajo, comenzaba el día muy temprano entre las 4:30 y 5:30 hs. y terminaba su día entre las 19:30 y 20:30 hs, y aún así en distintas cartas argumentaba que el tiempo era escaso para todo lo que tenían que disponer y hacer. Un gobernante efectivo, un líder incansable y un administrador a toda prueba, que mostró durante esos años toda su capacidad y pericia para conducir la causa de América.

Era necesaria la Declaración de la Independencia para comenzar este derrotero y desde la dinámica y activa Cuyo no comprendía cómo aun el Congreso no se decidía a dar el trascendental paso de la separación definitiva de España. Así nuevamente su pluma nerviosa requería a Godoy Cruz, el 12 de Mayo de 1816: "....Al cabo mi amigo, nosotros debemos penetrarnos de este axioma: si la guerra continúa dos años más, no tenemos dinero con que hacerla... Y la ruina es segura; para evitarla, pensemos no en pequeño como hasta aquí, y si con elevación, y si así la perdemos será con honor...".

Finalmente en la sesión del 9 de Julio el Congreso de Tucumán declaraba por fin la independencia, hecho ante el que San Martín expondría su beneplácito, sin dejar de hacer una breve observación en una nueva carta a su amigo Tomás Godoy Cruz: "... Ha dado el congreso el golpe magistral con la declaración de la Independencia; solo hubiera deseado que al mismo tiempo hubiera hecho una pequeña exposición de los justos motivos que tenemos los americanos para tal proceder, esto nos conciliaría y ganaría muchos afectos en Europa..." Por esos días San Martín se hallaba en Córdoba a la espera de su reunión con el flamante Director Pueyrredón elegido por el Congreso, a instancias de la propuesta hecha por la diputación por Cuyo; desde allí escribiría: "... Al fin estaba reservado a un diputado de Cuyo ser el presidente del Congreso que declaró la independencia; yo doy a la provincia mil parabienes de tal incidencia...".

Luego el 16 de julio de 1816 le notificaba a su amigo Don Tomás: "El 9 llegamos a esta, nuestro viaje ha sido bien penoso por los fríos excesivos. Es increíble lo mortificado que estoy con la demora del Director, la primavera se aproxima y no alcanza el tiempo para lo que hay que hacer. Ha dado el Congreso el golpe magistral con la declaración de la independencia.... En el momento que el Director me despache, volaré a mi ínsula cuyana, la maldita suerte no ha querido el que yo me hallare en mi pueblo para el día de la celebración de la independencia, crea usted que hubiera echado la casa por la ventana...".

En la primer parte del año 1816, San Martín había logrado desde Cuyo la convocatoria del Congreso de Tucumán y sus diputados destacaron activamente influyendo en sus decisiones: el diputado por San Juan Francisco Narciso Laprida fue el Presidente del Congreso en el momento de la Declaración y Jura de la Independencia, Tomás Godoy Cruz se destacó como uno de los inspiradores junto al porteño y sanmartiniano diputado por Buenos Aires Juan José Paso, entre otros; todo bajo la órbita y apoyo decidido del Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, quien previamente se había incorporado como diputado por San Luis, y con la decidida intervención de Manuel Belgrano en la Sesión Secreta del 6 de Julio, determinante para aquella decisión fundamental; bajo la protección militar y apoyo político de Martín Miguel de Güemes, otra de las columnas de la emancipación.

De esta manera la delegación por Cuyo desempeñó un rol decisivo en el Congreso de Tucumán, siguiendo las indicaciones de su líder político el Gobernador Intendente de Cuyo José Francisco de San Martín; y así como el 25 de Mayo de 1810 fue sin duda fruto del pensamiento y acción decidido de Manuel Belgrano, la Declaración de Independencia lo fue del accionar sanmartiniano desde Cuyo, en conjunción de ideas junto a los líderes de aquel momento entre ellos los más destacados: Belgrano, Güemes, Pueyrredón y San Martín.2

1- Calabria, Juan Marcelo. "San Martín, Modelo de Líder Americano. Edición Digital, Mendoza, 2020. 

2- Calabria, Juan Marcelo y Colimodio Roberto A. "San Martín más allá del Bronce". Edición Impresa. Buenos Aires, 2017.

Calabria, Juan Marcelo. San Martín, y su acción como Gobernador Intendente de Cuyo: líder político y administrador en tiempos de Revolución. Mendoza, Agosto 2020.

EL AUTOR. Juan Marcelo Calabria. Docente de la Universidad Nacional de Cuyo. Miembro correspondiente por Mendoza de la Academia Nacional Sanmartiniana y Miembro Adherente del Instituto Nacional Belgraniano. Autor y coautor de los Libros: "San Martín Modelo de Líder Americano" y "San Martín más allá del Bronce". Calabria, Juan Marcelo. San Martín, y su acción como Gobernador Intendente de Cuyo: líder político y administrador en tiempos de Revolución. Mendoza, Agosto 2020.



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