Largo adiós, sin olvido, para Emma, la matriarca Zuccardi y reina de la oliva

Murió Emma Cartellone de Zuccardi y la despedida se alargará en el tiempo, en un repaso de su aporte a la industria, las artes y al trabajo.

Falleció Emma Zuccardi, personalidad central en una familia que dedicó su vino al vino y a la oliva. Hasta ahora, presidía la Cofradía de la Virgen del Olivo. La despiden sus familiares, pero también mucha gente a su alrededor: obreros, cultores de la vid y el vino, del aceite de oliva y también los artistas, a quienes cobijó con afecto y dedicación.

Escribió Catherine Contreras en El Comercio de Perú sobre ella y el vino que le rinde honor: A Emma Zuccardi la conocimos a través de un vino. "Una mujer elegante, de personalidad luminosa, encantadora, espontánea y sofisticad al mismo tiempo", decía la reseña que acompañaba la presentación de este varietal de uva bonarda proveniente de viñedos que tienen una antigüedad de más de 30 años. Fue precisamente a esa edad (los 30) que Emma Cartellone de Zuccardi inició junto a su esposo Alberto ‘Tito' Zuccardi el andar de una bodega familiar, de cuya historia ella también es protagonista".

Además de todo lo que hizo en su vida, como cultivar una familia que dio una buena cosecha, Emma también dictó sus recetas para la posteridad, valorada por sus nietos primeros y puestas a disposición de la sociedad, finalmente.

Bodega Zuccardi y Editorial Catapulta presentaron "La cocina de Emma". A través de este libro, Sebastián, Julia y Miguel Zuccardi, homenajearon a su abuela y destacaron -según escribió el portal Sabores de Arentina- la influencia que su cocina tuvo en la vida familiar".

"La cocina de mi abuela es parte de la historia de nuestra familia: de la infancia de mi papá, de la mía, y hoy es parte de la infancia de mis hijos. A través de sus recetas, queremos -de alguna manera- contar algo de nuestra propia historia", escribió Julia Zuccardi en el prólogo de este libro que recopila 57 recetas de Emma elegidas por sus nietos.

El libro está dividido en recetas saladas, dulces y conservas, para nada complejas y basadas en ingredientes sencillos, que reflejan una cocina natural, con productos locales típicos de Mendoza y una marcada influencia italiana. A lo largo de sus 140 páginas, contiene las recetas de Emma relatadas en primera persona, imágenes de las mismas y testimonios de la protagonista y de sus nietos. En estos relatos queda de manifiesto la importancia que la cocina de la abuela ha tenido en la historia familiar. "Para mi ha sido muy gratificante poder cocinar platos sabrosos para mi familia. A medida que esta se fue agrandando, disfrutaba mucho de la cotidiana reunión a la hora de la comida, y hacer cosas ricas y variadas ha sido la forma de agasajarlos", destacó en su momento la propia Emma Zuccardi.

Su fallecimiento llena de dolor a múltiples sectores de la sociedad mendocina y argentina.

Es que su historia tiene todo que ver con la de los productos que llevan la firma de su apellido.

Sigamos con la nota de Catherine en Perú, para tener a mano una mirada externa:

- Hagamos un viaje en el tiempo, al momento en que empezó todo esto. ¿Qué edad tendría usted?
- Ya tenía mis tres hijos. Tuve gente colaboradora para mi casa, que hasta ahora han quedado ligadas a mí. Gente muy buena, muy buena, que gracias a eso pude trabajar fuera de casa. Debo haber tenido 30 años.

Los treintas han sido para las mujeres de la familia Zuccardi una edad decisiva en sus vidas: primero, Emma empezó con la bodega familiar; a su tiempo, Ana Amitrano (madre de sus nietos Sebastián, Miguel y Julia Zuccardi) entró a expandir la marca de vinos fortaleciendo el área comercial, y más recientemente Julia (la nieta) asumió el liderazgo del área de hospitalidad en ese complejo vitivinícola que es Familia Zuccardi.

Emma continúa con su historia: "Teníamos entonces una empresa, Cimalco, una compañía industrializadora de materiales para la construcción. Mi marido era ingeniero civil, y llegó un momento en la evolución de su trabajo -usábamos líneas eléctricas y una serie de productos de hormigón- en que se contacta con el sector agrícola de Mendoza, que era lo que le gustaba, y desarrolla un sistema de riego muy parecido al californiano".

- ¿En ese tiempo Mendoza era un desierto?
- Mendoza siempre ha sido un desierto. Donde ves una línea verde es porque está la mano del hombre. Pero el agua es insuficiente, hace como siete años que estamos en crisis hídrica, porque no ha nevado lo suficiente. Así que él [Alberto] idea un sistema de riego por caños subterráneos. ¡Fue un boom! Para hacer un trabajo dábamos seis meses de plazo, de tantos que teníamos que hacer. A raíz de eso mi marido compra una fracción agrícola acá, donde las tierras eran malas, muy salinas, con una capa freática muy alta.

- ¿Ustedes hacían vino desde entonces?
- No. Empezamos a plantar en el año 1964, empezamos con esta finca [Maipu] precisamente. [Alberto] Ya había ese entusiasmo, todo el mundo creía que era ingeniero agrónomo de tanto que sabía. Y así empieza a desarrollar esta finca.

Emma tuvo tres hijos: dos mujeres y un varón. José Alberto Zuccardi (hijo del medio) empezó a estudiar química en San Juan, y tras cumplir el servicio militar se puso a trabajar con su padre. "Fue en el año setentitantos Le gustó tanto que siguió -cuenta Emma-. El que levantó la empresa fue él. Mi marido también trabajaba, pero el que tenía la iniciativa comercial fue José Alberto. Yo ahora no hago nada, estoy con la Fundación".

- ¿Qué hace en la Fundación?
- Es de la empresa y se dedica a la responsabilidad social. Hace varios años que funciona. El año pasado fundé dos talleres de costura para las señoras que no trabajan. Tengo uno acá [en Maipu] y otro en la finca de Santa Rosa. Ya están haciendo ropa a escala industrial. Y en el verano tenemos la escuela de verano para los niños. Y ahora estamos a punto de abrir una guardería con apoyo escolar, de manera que van a poder llevar niñitos desde 45 días hasta nivel primario. En Santa Rosa ya funciona una guardería, desde la mañana hasta la tarde.

- ¿Y suele estar allí? Nos cuentan que nunca se queda en casa.
- Voy cada tanto. Todos los días vengo acá [a la finca de Maipu]. Llego a las 10:30 y en la tarde ya me quedo en mi casa. Además tenemos aquí la Cava de Arte, donde cada 3 a 4 meses tengo una exposición nueva. Voy al taller de los artistas, elegimos las obras y se exponen acá.

Los fanáticos del Olivo la despidieron hoy en las redes. Pero también los artistas: la culta y promotora cultural, a la vez, Pupi Agüero, escribió: "A Emma no se la olvidará. Deja una profunda huella en las Artes Visuales de Mendoza". Y compartió la fotogalería que está abajo:

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