Canje de deuda: los principales bonistas contradicen al Gobierno

El ministro Martín Guzmán había manifestado que las negociaciones están avanzando. Sin embargo, un grupo de acreedores volvió a criticar la estrategia del Gobierno argentino. Este viernes, el país entra en default técnico por no pagar un vencimiento de U$S 500 millones.

En las últimas horas, el Gobierno comunicó que se extendía la negociación con los bonistas hasta el 2 de junio, en el marco del canje de deuda, y se mostró optimista en llegar a un acuerdo para refinanciar una deuda de U$S 66.000 millones. Sin embargo, el grupo de los principales acreedores cuestionó la estrategia argentina.

Se trata del Grupo Ad Hoc Bondholder, asesorado por White & Case LLP, que está integrado por administradores de activos internacionales que poseen  unos U$S 16.700 millones de bonos internacionales de Argentina. Todos ellos emitieron un duro comunicado cuestionando los planteos que había hecho públicamente el ministro de Economía, Martín Guzmán.

"En varias ocasiones, el Grupo ha declarado públicamente que no puede respaldar la oferta de canje actual de Argentina porque, entre otras razones, los términos requieren que los inversores individuales principalmente en fondos mutuos y ETF; Fondos de la pensión; las compañías de seguros; y otras organizaciones que mantienen bonos argentinos para soporten pérdidas desproporcionadas que no están justificadas ni son necesarias", señalaron.  

En este grupo están incluidos AllianceBernstein, Amundi Asset Management, Ashmore Investment Management Limited y Ashmore Investment Advisors Limited, Autonomy Capital, BlackRock Financial Management, Inc. y sus filiales, BlueBay Asset Management LLP, Fidelity Management & Research Co., Invesco Advisers, Inc., T. Rowe Price Associates, Inc., Western Asset Management Company LLC y Wellington Management Company LLP

Previamente, el 15 de mayo, este grupo presentó una propuesta de reestructuración que incluiría un alivio importante para el país del flujo de caja y se mantendría en consonancia con la trayectoria macroeconómica articulada por el Gobierno.

Pero ante la extensión, por segunda vez, del plazo de negociación que determinó Argentina, sumado a que el país no realizará los pagos de intereses vencidos de sus bonos antes del final del período de gracia, generó malestar entre estos bonistas.

"Aunque la falta de pago de intereses por parte de Argentina provocará incumplimientos en las distintas emisiones de bonos, el Grupo entiende que Argentina ha expresado su intención de comprometerse con los acreedores durante la próxima semana para tratar de encontrar una solución integral. El Grupo acoge con satisfacción la expresión de Argentina de un intento de trabajar con los acreedores, pero las acciones hablan más que las palabras. Durante el último mes, Argentina prácticamente no ha tenido un compromiso sustancial con sus acreedores", expresaron.

Mientras tanto, Guzmán manifestó: "Las negociaciones continúan por un sendero que consideramos positivo. Mi visión es que estamos experimentando un mayor entendimiento mutuo entre las dos partes".

Los acreedores de Argentina realizaron contrapropuestas a finales de la semana pasada luego de rechazar una oferta inicial del Gobierno, que incluía un período de gracia de tres años, un recorte del 62% en el pago de cupones y la postergación de vencimientos hasta el 2030 y más adelante.

"La razón por la que extendimos (el plazo de) la oferta es técnica. Estamos planeando realizar modificaciones con el objetivo de alcanzar un acuerdo sostenible con nuestros acreedores", dijo el ministro.

Mientras tanto, este viernes se cumple la prórroga para el pago de un vencimiento de U$S 500 millones, por lo que el país ingresa nuevamente en un default técnico. Ante esto, desde el Gobierno sostienen que en caso de llegar a un acuerdo antes del 2 de junio con los acreedores, esta situación se reparará rápidamente.

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