A pesar de los elogios, la metalmecánica mendocina perdió competitividad

El nuevo cónsul general de Chile en Mendoza destacó en una conversación con Memo la calidad de la metalmecánica local y las exportaciones hacia el vecino país. Desde el sector anhelan los momentos en que eran aún más competitivos y marcaban la diferencia en las exportaciones de Mendoza.

La metalmecánica mendocina es uno de los sectores cuya competitividad, por su calidad, destacó el nuevo cónsul general de Chile en Mendoza. En conversación con Memo, el diplomático de carrera David Quiroga, puso a ese sector como uno de los que se destaca con su trabajo al otro lado de la cordillera.

Si bien la apreciación del nuevo cónsul es correcta, en el nivel local, recuerdan que hubo épocas en las que la presencia del trabajo de los mendocinos en Chile y otros países del mundo era mucho mayor.

Según comentó Julio Totero, referente de Asociación de Industriales Metalúrgicos de Mendoza (Asinmet), hoy empresas como Tevin, Fadei, De Blasi y Tassaroli ( por nombrar algunas, envían sus productos al vecino país), pero el sector ha sentido el golpe de la macroeconomía y ha perdido competitividad en cuanto al volumen que se puede enviar al exterior, aunque siempre mantiene la calidad.

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El referente del sector, dijo que en Chile fue para ellos el mercado número uno en cuanto a exportaciones y lo puede seguir siendo, pero en un volumen mucho menor al que en algún momento se alcanzó. 

Totero recordó que en algún momento desde la metalmecánica se llegó a exportar US$250 millones por año (a Chile y otros destinos) sin considerar a Impsa. Con la emblemática empresa incluida, las exportaciones eran de US$1.000 millones anuales y recalcó que "detrás de esos US$1.000 iban todas las pymes locales, pero los facturaba Impsa".

Sin embargo, de eso hoy sólo quedan los recuerdos, porque de esas cifras altas que se dieron entre 2002 y 2003, como también entre 2008 y 2010, se pasó a exportaciones promedio anuales que están entre los US$60 o US$70 millones.

"Hay empresas locales que están instaladas en Chile que antes exportaban desde acá y que ahora hacen partes en Mendoza y en Chile le dan valor agregado", comentó Totero, destacando que allá tienen más facilidades para conseguir algunos insumos.

Recalcó que el hecho de darle valor agregado en otro país, hace que sólo una pequeña de la exportación quede en Mendoza, por eso apuntó que "a los exportadores hay que darles otras condiciones" porque justamente la Argentina necesita que ingresen dólares.

"Las pymes tienen muchas dificultades para acceder mercado internacional, no es para cualquiera. Las empresas deben tener competitividad en el mercado interno y espalda financiera", señaló el referente industrial.

Entre los puntos que se deben considerar para que una empresa pueda instalarse o exportar, debe trabajar en la promoción en el mercado internacional y colocar algún equipo que le permita tener presencia. Sin embargo, esa es sólo una parte del trabajo, ya que después debe mantenerse en el tiempo.

La realidad indica que, si bien decayó el sector a nivel nacional, en Mendoza la situación particularmente compleja, porque está costando que la industria se mueva, a diferencia de otras zonas del país impulsadas -por ejemplo- por el campo y la cosecha de grano.

Totero recordó que en la década de los 80 Mendoza llegó a tener 40.000 trabajadores metalúrgicos, cuando en el país eran 400.000. Es decir el 10% del total de la Argentina. Hoy, en todo el territorio hay 300.000 trabajadores metalúrgicos y en Mendoza sólo hay 15.000, el 5% del total del país.

Igualmente, desde Asinmet destacan la calidad del producto que se fabrica, lo que permite que a pesar de todo haya exportaciones a Francia, España, China, Indonesia, y tal como mencionamos a Chile. "Cuando los costos te dan, la calidad sirve y el producto es bueno", destacan.

Por eso, aunque tienen un producto de calidad, las condiciones hacen que sea complejo avanzar en mayores exportaciones. Hay un perdida de competitividad desde el punto de vista cambiario, a lo que se suma hoy la inestabilidad de precios en el mercado internacional, cuestión que en el mundo están viviendo (y que la Argentina padece hace mucho) a partir de la guerra y su efecto -por ejemplo- en el precio del acero, que aumentó un 100% en poco tiempo.

Finalmente, desde Asinmet también destacan otra cuestión histórica que afecta a los bajos números de exportaciones. Recuerdan que muchos de los productos que se envían al exterior, y especialmente a Medio Oriente, no quedan registrados en el puerto seco de Mendoza, sino que se registran como exportaciones de Buenos Aires, porque es donde están los puertos que operan los despachantes.

Por eso, y a pesar del reconocimiento que puede haber a la calidad del trabajo del sector, la situación macroeconómica no permite que sea un motor que impulse provincial en un momento en que casi la mitad de la población del Gran Mendoza es pobre.






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